La Comisión Ambiental de la Megalópolis mantuvo la Fase 1 de Contingencia Ambiental Atmosférica por Ozono en el Valle de México, esto tras alcanzar los 203 puntos Imeca, medición no vista desde 2002. De acuerdo con un estudio publicado este día por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la mala calidad del aire es una de las razones por las que 8.2 millones de personas pierden la vida cada año.
Ciudad de México, 15 de marzo (SinEmbargo).– Cada año mueren en el mundo 12.6 millones de personas a causa de la insalubridad del medio ambiente, como es la polución del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta, que contribuyen a más de 100 enfermedades o traumatismos, alertó este martes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El organismo internacional explicó que desde la primera edición del informe «Ambientes saludables y prevención de enfermedades: Hacia una estimación de la carga de morbilidad atribuible al medio ambiente», publicado hace una década, las muertes por enfermedades no transmisibles que pueden atribuirse a la contaminación del aire, incluido el tabaquismo pasivo, han aumentado hasta la cifra de 8.2 millones.
El estudio, que da cuenta de las cifras registradas en 2012, dice que la mayor carga de morbilidad vinculada al medio ambiente se dio en los países de ingresos bajos y medianos de las Regiones de Asia Sudoriental y del Pacífico Occidental con un total de 7.3 millones de muertes, la mayoría fueron atribuibles a la contaminación del aire en espacios interiores o en el exterior.
El informe precisa que en la Región de las Américas se contabilizaron 847 mil muertes anuales, la incidencia más baja registrada en las seis regiones analizadas. Los mismo datos sitúan a Asia Sudoriental con 3.8 millones de muertes anuales, la mayor cifra. Detrás de esta última región se encuentra el Pacífico Occidental (3.5 millones de muertes anuales), África (2.2 millones de muertes anuales), Europa (1.4 millones de muertes anuales) y el Mediterráneo Oriental (854 mil muertes anuales).
En México, se producen cerca 9 mil 300 muertes al año asociadas con la contaminación del aire, de acuerdo con datos de la misma Organización Mundial de la Salud. Nuestro país es el segundo con mayor número de decesos por esta causa en toda América Latina, según dio a conocer en abril del año pasado Clean Air Institute, mientras que Brasil ocupa el primer lugar con 23 mil muertes anuales.
Cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) plantean que, de enero de 2010 a 2013, la mala calidad del aire provocó 19 mil 242 muertes prematuras, 53 mil 191 hospitalizaciones y más de 3 millones de consultas médicas. También parte de estos resultados causan ausentismo laboral, cuestión que provoca pérdidas económicas para las familias y para el país.
Esta mañana la Comisión Ambiental de la Megalópolis mantuvo la Fase 1 de Contingencia Ambiental Atmosférica por Ozono en el Valle de México al no existir las condiciones adecuada.
Como parte de las medidas adoptadas, la Comisión ordenó sacar de circulación a vehículos con holograma de verificación“1”, holograma de verificación “2” y permisos, con terminación numérica de placa de circulación impar, además de los vehículos con restricción prevista en el programa Hoy No Circula de la ZMVM, es decir vehículos con engomado rosa, con matrícula de circulación 7 u 8.
Además, los sistemas de transporte colectivo Metro y Metrobús anunciaron que a partir de las 12:00 horas de este martes ofrecerán servicio gratuito en toda la red hasta las 24:00 horas, lo mismo que la red M1, antes RTP, y Transportes Eléctricos (STE) como medida para disminuir el uso de automóviles particulares.
En septiembre de 2015, el Journal of Alzheimer’s Disease publicó un nuevo estudio que halló que la contaminación atmosférica aumenta el impacto en la neurodegeneración de los jóvenes que viven en zonas urbanas como el Valle de México, lo que se asocia con el riesgo de la enfermedad del Alzheimer (AD) y es un marcador de susceptibilidad para un mal resultado en la recuperación de alguna lesión cerebral traumática (TBI), misma que puede producirse cuando la cabeza recibe un golpe fuerte y violento que hace que el cerebro se golpee contra el interior del cráneo.
El estudio fue realizado por investigadores de las universidades de Montana, del Valle de México, de Boise State, y de Carolina del Norte, además del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por el Instituto Nacional de Pediatría, y por el Centro Médico Cozumel.
«Si los países no adoptan medidas para que los ambientes en los que se vive y se trabaja sean sanos, millones de personas seguirán enfermando y muriendo prematuramente», dijo este día la Doctora Margaret Chan, Directora General de la OMS.
El estudio presentado hoy hace hincapié en las diferentes medidas costoeficaces que pueden tomar los países para invertir la tendencia al alza de las enfermedades y las muertes por influencia del medio ambiente. Entre esas medidas se incluye el uso de combustibles sólidos para cocinar y el mayor acceso a tecnologías energéticas que emiten poco carbono.
«Es sumamente urgente invertir en estrategias que reduzcan los riesgos ambientales en las ciudades, hogares y lugares de trabajo», dijo la Doctora María Neira, Directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS. «Esas inversiones pueden reducir considerablemente la creciente carga mundial de enfermedades cardiovasculares y neumopatías, lesiones y cánceres, y comportar una reducción inmediata en los costos sanitarios», agregó.
Según se indica en el informe, los más afectados por los riesgos ambientales son los niños pequeños y las personas mayores, en concreto los menores de cinco años y los adultos de 50 a 75 años. Cada año podría evitarse la muerte de 1.7 millones de menores de cinco años y de 4.9 millones de adultos de entre 50 y 75 años con una mejor gestión del medio ambiente. Las infecciones de las vías respiratorias inferiores y las enfermedades diarreicas afectan sobre todo a los menores de cinco años, mientras que las personas mayores son las más afectadas por las enfermedades no transmisibles.
El reporte indica que la mayor carga de morbilidad por razones ambientales recae sobre los países de ingresos bajos y medianos si se tienen en cuenta todos los tipos de enfermedades y lesiones; sin embargo para determinadas enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares y los cánceres, la carga de morbilidad per cápita puede ser también relativamente alta en algunos países de ingresos altos.
Con respecto a las enfermedades concretas que provocan los decesos ligados al medioambiente, la OMS estima que 2.5 millones personas mueren anualmente de accidente vasculares cerebrales; otros 2.3 fallecen por cardiopatías isquémicas; y 1.7 millones perecen por traumatismos no intencionales como accidentes de circulación. Asimismo, 1.7 millones mueren de cáncer; 1.4 millones fallecen de afecciones respiratorias crónicas; 846 mil perecen de enfermedades diarreicas; 567 mil de infecciones respiratorias; 270 mil de afecciones neonatales y 259 mil de malaria.
Algunas de las estrategias apuntadas por la OMS para luchar contra la insalubridad del ambiente pasa por reducir el uso de combustible sólidos en la cocción de alimentos, el alumbrado y la calefacción interior. Asimismo, el acceso al agua potable y al saneamiento combatiría de forma radical las enfermedades diarreicas. Otra estrategia pasa por reducir la polución ambiental con propuestas de reducción de contaminación de vehículos privados.