Los sacerdotes asesinados en Taxco, Guerrero, no tenían vínculos con la delincuencia organizada ni habían provocado el conflicto previo en una fiesta señaló la Fiscalía General del Estado. La dependencia añadió que se siguen diversas líneas de investigación aunque no adelantó cuáles son estas pesquisas.
Chilpancingo, Guerrero/Ciudad de México, 15 de febrero, (ElSur/SinEmbargo).- El gobierno estatal y la Fiscalía General del Estado deslindaron a los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes de vínculos con la delincuencia organizada y de dos conflictos previos que se suscitaron la madrugada del 5 de febrero en una fiesta en Juliantla, antes de que fueran asesinados en Taxco.
En una conferencia de prensa, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, y el vicefiscal de Investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE), José Antonio Bonilla Uribe, insistieron en que durante el baile se suscitó una riña ocasionada por una persona en estado de ebriedad, pero que en ésta no participaron los sacerdotes ni sus cuatro acompañantes, como afirmó el gobernador Héctor Astudillo Flores el mismo día y el fiscal Javier Olea Peláez un día después.
En un comunicado leído, el vocero dijo que cuando los sacerdotes salieron alrededor de las 3:30 de la madrugada del baile amenizado por Bronco hubo otro incidente de tránsito y que posteriormente uno de los vehículos alcanzó al de los sacerdotes en el punto conocido como Soni Gas, donde, en el rebase, dispararon a los sacerdotes y a sus acompañantes.
En el comunicado también se dice que “por peritajes y diversos testimonios se sabe que en el punto conocido como Soni Gas en la carretera Taxco-Tehuilotepec un vehículo dio alcance a la camioneta en la que viajaban los hoy occisos y sus acompañantes, disparándoles sobre la misma trayectoria del vehículo agresor mientras hacía el rebase”.
En la conferencia se dijo que se han hecho “múltiples investigaciones”; sin embargo, no se dieron a conocer más avances, el vocero no aceptó preguntas y sólo leyó un boletín de prensa.
El 6 de febrero, el fiscal Javier Olea Peláez afirmó que los sacerdotes fueron asesinados porque los agresores ubicaron al padre Germaín Muñiz como parte de otro grupo delincuencial, por fotografías donde posa portando un arma larga y con hombres armados y encapuchados, y que hubo un incidente previo al ataque, lo que motivó críticas de la Iglesia que aseguró que dicha versión era falsa.
En esa ocasión el fiscal también dijo que al baile en Juliantla asistieron grupos de la delincuencia organizada que operan en Guerrero, Morelos y el Estado de México, de lo cual no se dijo nada en la conferencia de hace unos minutos.
La conferencia del vocero y el vicefiscal es resultado de la reunión que tuvieron esta mañana el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, y el obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, en privado con el gobernador Héctor Astudillo Flores.