Hoy el dólar rompió máximos históricos que se acercaron a los 19 pesos, tras el desplome de los precios del petróleo a niveles de 2003. Del cierre de ayer al de hoy, el peso se depreció 1.58 por ciento. Del del lunes al de hoy, un 1.36 por ciento. En los mercados hay una inquietud por el regreso de Irán al negocio del petróleo, ahogado desde hace más de año y medio por el exceso de producción cuyo límite aún no es acordado. La mezcla mexicana terminó en 20.70 dólares, 4.6 por ciento menos que ayer.
Ciudad de México, 15 de enero (SinEmbargo/EFE).– Los mercados cambiarios y bursátiles sufrieron hoy un viernes negro. Las bolsas en todo el mundo, incluyendo Wall Street y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), se vieron arrastradas ante la estrepitosa caída de los precios del petróleo. A su vez, el tipo de cambio en México alcanzó un nuevo máximo histórico y se acerca cada vez más a los 20 pesos por billete verde.
El dólar en bancos concluyó la semana con un máximo histórico ante el riesgo de que los precios del petróleo bajen aún más por el arribo de Irán. Este viernes, el billete verde –que inició la jornada hasta en 18.52 pesos– voló hasta los 18.60 pesos al mediodía y finalizó hasta en 18.55 pesos, 29 centavos más que al cierre de ayer y 25 centavos más que al cierre del lunes.
El dólar interbancario, que por primera vez rompió la barrera de los 18 por unidad, terminó hoy en 18.24 pesos sin que el Banco de México (Banxico) lograra frenar su incremento mediante la subasta total de 400 millones de dólares ofertada con precio mínimo.
La perspectiva de que la comunidad internacional levante en los próximos días el veto a las exportaciones de crudo desde Irán volvió a lastrar hoy los precios del petróleo, que acumulan una caída de más del 20 por ciento sólo desde el inicio de 2016 y que ya llegaron a niveles de 2003. De acuerdo con CI Banco, esos bajos niveles en el precio del petróleo presionan al tipo de cambio de las naciones productoras de crudo como México.
Las cifras también arrastraron a las bolsas. El mercado accionario en México perdió 1.22 por ciento al término de la jornada y el Dow Jones, principal indicador de la bolsa de Nueva York, finalizó con una baja de 2.39 por ciento, el Nasdaq retrocedió 2.74 por ciento, mientras que el Standard and Poor´s 500 cayó 2.16 por ciento. Durante este viernes negro cayeron hasta un 3 por ciento.
Lo mismo sucedió con las principales bolsas de valores de la región Asia-Pacífico que comenzaron la ola de derrumbes, encabezadas por el mercado de Shanghai que cayó 3.55 por ciento, cifra no vista desde diciembre de 2004.
PRECIOS DEL PETRÓLEO EN NIVELES DE 2003
Este viernes la mezcla mexicana cayó 4.6 por ciento al finalizar en 20.70 dólares el barril, un dólar menos que ayer. El Brent, de referencia en Europa, cerró en 28.94 dólares, por debajo de 30 dólares el barril por primera vez desde febrero de 2004, y el estadounidense Texas (WTI) acabó en 29.42 dólares, su nivel más bajo desde noviembre de 2003. El barril de la OPEP cotizaba por su parte en 25 dólares, el menor precio en doce años, según informó hoy la organización.
Una nueva remesa de indicadores negativos para la economía china, cuya desaceleración amenaza con afectar a la demanda global de crudo, se sumó a la inquietud por el regreso de Irán al mercado del petróleo, ahogado desde hace más de año y medio por el exceso de producción.
Se espera que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OEIA) confirme en pocos días que Teherán cumple las condiciones impuestas por las potencias del Grupo 5+1 sobre su programa nuclear, tras lo cual se levantarán las sanciones que pesan sobre su economía.
Las sanciones fueron impuestas en su momento en respuesta al programa nuclear de Irán. El país persa ya ha anunciado su intención de aumentar rápidamente, y de manera sustancial, sus exportaciones de petróleo una vez que se levanten las sanciones. Como consecuencia, se incrementaría aún más la oferta de crudo en el mercado, que está claramente sobre abastecido.
«Irán quiere incrementar sus exportaciones todo lo que pueda y tan rápido como sea posible en cuanto cambie el estado de las sanciones. Aspira a exportar alrededor de 500 mil barriles diarios muy pronto y tratará de incrementar esa cifra hasta un millón de barriles», señaló a Efe David Elmes, jefe de la Red de Investigación Global en Energía de la Universidad británica de Warwick.
Los analistas calculan que cada día se producen en el mundo un millón de barriles de crudo innecesarios, una presión que ha derrumbado los precios casi un 75 por ciento desde junio de 2014.
Irán, que posee la cuarta mayor reserva de crudo del planeta, es uno de los socios más potentes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuya estrategia de producción es el principal factor que explica la caída de los precios.
El cártel, liderado por los países del Golfo, insiste en mantener su nivel de bombeo por encima de lo que los mercados pueden absorber a fin de golpear a la naciente industria del esquisto estadounidense y mantener su cuota de mercado global. La consecuencia de esa política es un abaratamiento del crudo, un escenario que está castigando con dureza a las economías de los miembros del grupo de exportadores, especialmente a aquellas menos opulentas.
Las tensiones internas en la OPEP que ha provocado la insistencia de Arabia Saudita y sus socios cercanos por mantener esa estrategia han obligado a convocar una reunión extraordinaria en febrero o marzo para tratar de acertar posturas, después de que el último encuentro del grupo en Viena, en diciembre, terminó sin acuerdos.
Fuera de ese grupo, también están sufriendo las consecuencias de los bajos precios productores como Rusia, cuyo primer ministro, Dmitri Medvédev, alertó hoy de que no descarta revisar su presupuesto para 2016 ante las dificultades financieras que está provocando la caída del precio del crudo.
Las compañías petroleras, que han recortado empleos e inversiones en los últimos meses ante la pérdida de rentabilidad de sus explotaciones, son las otras grandes perjudicadas por el desplome, entre ellas, Petróleos Mexicanos (Pemex).
Los consumidores de gran parte del mundo, los países importadores de crudo y compañías como las aerolíneas, cuyos resultados se ven influidos por el precio del combustible, se están viendo beneficiados en cambio por una coyuntura a la que los expertos no ven una salida a corto plazo.