En los últimos días los 25 álbumes de la discografía de David Bowie se han colado en el top 100 de la página de venta de música por internet.
Ciudad de México, 15 de enero (SinEmbargo/The Huffington Post).– Desde el anuncio del fallecimiento de David Bowie la mañana del pasado lunes 11 de enero, no han dejado de producirse homenajes por parte de fans de todo el mundo. Incluso las campanas de las iglesias y los órganos resuenan para recordar a «Ziggy Stardust», como se puede ver en el video.
Estas interpretaciones, ya sea en edificios religiosos o en museos, muestran hasta qué punto influyó el cantante británico a la sociedad en su conjunto. Incluso a los creyentes, que seguramente se echaron las manos a la cabeza cuando escucharon en 1993 la letra de la impúdica «Sex and the Church».
En los últimos días los 25 álbumes de la discografía de David Bowie, fallecido este lunes a los 69 años víctima de un cáncer, se han colado en el top 100 de la página de venta de música por internet de Apple iTunes.
Pocas horas después de que se conociera la muerte del icono pop en todo el mundo, el disco «Best of Bowie» conseguía destronar tras semanas en lo más alto al nuevo trabajo de Adele, «25».
Asimismo, el quinto disco del artista, «The Rise and Fall of Ziggy Stardust», se encuentra en el número tres de ventas, seguido de «Purpose», de Justin Bieber, y al que ya sigue otro álbum de Bowie, «Hunky Dory».
También en el ránking de sencillos, tres canciones míticas del artista «Space Oddity» (en el número 3), «Changes» (8) y «Let’s Dance» (9), se han colado en las diez canciones más vendidas.
Más allá de iTunes, también en Amazon, su último álbum «Blackstar», que lanzó apenas dos días antes de su muerte, es el número uno en ventas tanto en formato CD como vinilo.
En la popular plataforma de venta de productos culturales, «Best of Bowie» ha superado a lo nuevo de Adele y se han multiplicado los pedidos de las películas protagonizadas por el artista de Brixton, como «Laberynth» (1986) o incluso su cinta de Navidad «Merry Christmas, Mr. Lawrence» (1983).