Adela Navarro Bello
15/01/2013 - 12:01 am
Un sol muy azulado
De los catorce estados donde habrá elecciones este 2013, en la mitad de ellos se negocia una alianza PAN-PRD, para derrotar al PRI y a sus aliados. El temor de la oposición para tal hazaña es que con el regreso del PRI a la Presidencia de la República y su ya evidenciada proclividad a la […]
De los catorce estados donde habrá elecciones este 2013, en la mitad de ellos se negocia una alianza PAN-PRD, para derrotar al PRI y a sus aliados. El temor de la oposición para tal hazaña es que con el regreso del PRI a la Presidencia de la República y su ya evidenciada proclividad a la compra de votos en el ámbito nacional, esa y otras prácticas del pasado electoral resurjan en los estados.
En el horizonte político electoral se ve pues, un sol muy azul.
No es la misma condición política la de los estados donde se ha planteado la unión de derecha-izquierda, y evidentemente no se trata de una coalición producto de las coincidencias ideológicas pues nada está más distante que vaya, literalmente, la izquierda de la derecha; lo que une o lo que acrecienta la posibilidad de unión entre el partido amarillo y el partido azul, es mantener o ganarle al PRI espacios en las entidades federativas. No es cualquier cosa, el próximo 7 de julio se renovarán en México mil 306 alcaldías y más de 450 diputaciones locales. Solamente en Baja California se elegirá Gobernador.
De los catorce estados en proceso electoral, los siete donde se han iniciado pláticas para la alianza amarillo-azul son Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Baja California. Este último estado es el único que renovará al ejecutivo estatal y que por cierto es el primer bastión del Partido Acción Nacional.
En Baja California gobierna el PAN desde 1989. Ernesto Ruffo Appel fue investido ese año como el primer gobernador de la oposición. Quizá había otros que habían ganado su elección, pero ningún resultado fue reconocido hasta ese 89. Desde entonces, Acción Nacional ha tenido cinco mandatarios en esta entidad. A Ruffo le siguió Héctor Terán, quien falleció tres años después, dando paso al gobierno sustituto de Alejandro González Alcocer. En 2001, Eugenio Elorduy mantuvo la gubernatura para el PAN, como lo haría posteriormente José Guadalupe Osuna Millán, aún en funciones.
Para el Partido Acción Nacional, y después de la aparatosa derrota de 2012, le es de suma importancia, en términos políticos, ideológicos, de ánimo y por supuesto electorales, retener Baja California. Por ello, menguados en su representación nacional –aquí también perdió Josefina Vázquez Mota– han buscado una alianza con el PRD. Especialmente para la gubernatura y la alcaldía de Tijuana donde se concentra más del 50 por ciento de los electores.
En Oaxaca, tal alianza que a algunos podría parecerles una aberración de las negociaciones políticas, pero que otros verían con mucha naturalidad en tiempo de “pactos políticos”, no sería una novedad. El gobernador Gabino Cué Monteagudo lo es porque fue candidato de la coalición Unidos por la Paz y el Progreso que integraron los partidos PAN, PRD, Convergencia y PT. Lo mismo sucedió en Puebla cuando Rafael Moreno Valle representó en la alianza Compromiso por Puebla al PAN, al PRD a Convergencia y al Partido Nueva Alianza. De igual manera, PAN y PRD se unieron en Sinaloa que es gobernada por un priísta que semanas antes de la elección renunció a su membrecía tricolor cuando no se vio favorecido con la candidatura y se alió con el albiazul para obtener lo que quería. Malova, como es mejor conocido Mario López Valdés, que dicho sea contó con la ayuda de otros prominentes priístas como Francisco Labastida, no quiere perder para su nuevo partido ni alcaldías ni congreso.
Los últimos tres estados donde se negocia una unión para resultar en el sol azul, son gobernados por representantes del Partido Revolucionario Institucional: Quintana Roo por Roberto Borge Angulo; Javier Duarte de Ochoa en Veracruz (uno de los estados con mayores índices de violencia –especialmente para los periodistas–), y Egidio Torre Cantú en Tamaulipas, que vaya llegó a ser Gobernador por la inseguridad tan terrible que inició el sexenio pasado y continúa en éste, producto del narcotráfico y el crimen organizado, cuando a escasas semanas de llevarse a cabo la elección, su hermano Rodolfo Torre Cantú fue brutalmente asesinado, crimen que a la fecha se mantiene en la impunidad.
Los otros estados donde se celebrarán elecciones el 7 de julio de 2013: Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Durango, Aguascalientes, Hidalgo y Tlaxcala.
De concretarse la alianza sin ideología entre PAN y PRD, sino solo el poder por el poder, y para poder derrotar al PRI, no descartan en esos partidos y ahora que Andrés Manuel López Obrador ha finalmente conformado su estructura electoral y confirmado su independencia de las izquierdas, que estas coaliciones sean el preámbulo del experimento aliancista para el 2018, porque para sacar el PRI de Los Pinos se requerirá de eso y más.
¿O no?
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