Ciudad de México, 10 de septiembre (SinEmbargo).– Un estudio publicado esta semana en Nature Communication sugiere que los animales son capaces de crear estructuras sociales diferenciadas culturalmente y lo demostró a través del estudio de los cachalotes, animales que, aseguran, son capaces de generar «dialectos» distintos entre clanes.
El estudio, encabezado por el brasileño Maurício Cantor, del departamento de Biología de la Universidad de Dalhousie, Canadá, demuestra que los grupos de las sociedades de cachalotes no sólo están determinados por factores genéticos, contextuales y evolutivos como hasta ahora se creía, sino también por la transmisión cultural sesgada de señales de comunicación acústica.
«Las relaciones sociales de los cachalotes están organizadas en una sociedad de varios niveles, con un nivel superior compuesto por familias de individuos que se comunican usando patrones similares de codas [las codas son una serie de ‘clics’ utilizados por estos animales para comunicarse]. Así, distintos grupos de individuos con repertorios acústicos similares emergen cuando estas ballenas aprenden preferentemente las codas más comunes de individuos conductualmente similares», explica el estudio.
Esto revela que la transmisión de comportamientos en los cachalotes es de tipo cultural, y que resulta clave para la división de su sociedad en grupos diferenciados de poblaciones de una misma especie aún cuando habitan en un mismo espacio geográfico.
Estos comportamientos sugieren, por otro lado, que procesos similares a los que se dan en la formación de las culturas humanas también operan en las sociedades animales complejas.
Los científicos explican que este proceso es parecido porque los ejemplares aprenden a comportarse de manera similar a aquellas con las que interactúan y forman grupos o subgrupos de población con comportamentos cada vez más homogéneos. Después, cuando existe una fuerte homogeneización «determinados comportamientos culturales pueden ser usados para marcar la identidad de un grupo social (marca simbólica) que facilitan las interacciones entre los individuos que se comportan de manera similar».
La marca simbólica en los cachalotes sería el tipo de coda utilizado por cada grupo social.
Durante 18 años de estudio, los especialistas observaron que algunos grupos de cachalotes hembras, forman grupos matrilineales (basados en el predominio de la línea materna) conformados por cerca de 12 miembros cada uno, y notaron que cada uno tiene un comportamiento distintivo que incluye repertorios vocales diferentes y la creación de una sociedad en varios niveles que los ayuda a mantener su cohesión.
Los científicos explican también que las diferencias entre los diversos «clanes vocales» son determinadas por factores como la división geográfica de las zonas en que habitan (aunque habitan el mismo océano) y el número de individuos que conforman un clan pero también por «fronteras culturales delineadas por las técnicas de alimentación especializadas y tradiciones, dialectos distintos y señales de comunicación».
Otras especies de cetáceos, así como primates y aves también se ha observado este modelo complejo de estructura social, explica el estudio, que surge como el primer esfuerzo formal en la comunidad científica para relacionar la formación de sociedades en los animales a la evolución cultural.
Con información de EFE