Ciudad de México, 31 de agosto (SinEmbargo).–México requiere una inversión de 7 mil 500 millones de dólares para reducir el azufre en combustibles, es decir, generar combustibles limpios. Así se aseguró en el taller sobre “Regulación en combustibles. Mejores prácticas internacionales y regulación en México”, impartido este mes por Petróleos Mexicanos (Pemex), Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT).
De acuerdo con un comunicado del CEMDA, en el taller se concluyó que «para México, es indispensable contar con mejores combustibles para poder reducir la contaminación atmosférica» por lo que llamaron a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a asignar en el presupuesto del año 2016 recursos a Pemex, que corresponden a una inversión millonaria para reducir el azufre en los combustibles y así cumplir con los objetivos y metas del Proyecto de Combustibles Limpios.
Durante el foro también se señaló que contar con mejores combustibles implicaría poder «acceder a mejores tecnologías vehiculares y reducir el impacto en salud pública». Esto, indica el CEMDA, en función de que la reforma energética dio lugar a un nuevo marco regulatorio y también a la apertura del sector.
Expertos llamaron a México a establecer mecanismos para transitar a un mercado «abierto» en el que la legislación en materia de combustibles se haga valer «mediante un robusto esquema de monitoreo, reporte y verificación. Es indispensable contar con un sistema de información sobre las estadísticas, especificaciones de calidad y puntos de distribución de los combustibles», indica el CEMDA.
En el taller participaron expertos estadounidenses, canadienses y Brasileños que «presentaron sus experiencias y mejores prácticas en torno a la regulación en materia de combustibles limpios, específicamente de diésel y gasolinas de Ultra Bajo Azufre (UBA) [y señalaron] la importancia de que México actualice la norma que exigirá a Pemex y a los nuevos competidores en el mercado abierto la distribución y venta de combustibles más limpios en todo el territorio nacional, a fin de que pueda hacer frente a las nuevas condiciones que se generaron a partir de la reforma energética».
Los mismos insistieron en que las acciones deben realizarse en conjunto entre sociedad, actores claves para actualización de normas y el Gobierno. «Todos debemos trabajar para el mismo fin», aseguraron.
CEMDA señala que la principal crítica a la regulación que existe en México en materia de combustibles es que ésta «se emite en forma aislada y no bajo un Programa integral y periódico. Los esfuerzos de regulación son aislados por parte de las entidades; el poder ejecutivo y el poder legislativo, lo cual puede dar lugar a acciones contradictorias entre sí».
Según los participantes del taller, hacer valer la nueva regulación impuesta por la reciente reforma energética tendría mayores beneficios que costos porque «México debe avanzar en mejorar la calidad de sus combustibles que le permita acceder a mejores tecnologías para el transporte de pasajeros y de mercancías, [lo que deriva en] beneficios para la economía, las personas y el medio ambiente», concluye el comunicado de CEMDA.