Ciudad de México, 18 de agosto (SinEmbargo).– Ante la matanza masiva anual de cetáceos en las costas de las Islas Feroe, la Organización No Gubernamental (ONG) Sea Sheperd, convocó a una ola de manifestaciones en embajadas y consulados externos de Dinamarca en todo el mundo. Por su parte, miembros de la organización se encuentran en el territorio autónomo danés tratando de impedir la pesca de los animales.
Cada año, en los meses de julio y agosto, habitantes de las Islas Feroe acorralan a calderones y otros cetáceos pequeños en aguas de poca profundidad para matarlos con lanzas y machetes como parte de una tradición en la que se les caza para utilizarlos como alimento. Diversas organizaciones alrededor del mundo se han pronunciado en contra de la costumbre, llamada Grindadráp.
Para esta tradición, se incluye en la matanza a especies como el zifio calderón boreal, el delfín del Atlántico, el de hocico blanco, el mular, y la marsopa común; pero los calderones comunes son el principal blanco. «Matar calderones es ilegal en la Unión Europea y Dinamarca es un país miembro, signatario de convenios que protegen a los cetáceos. Dinamarca no puede legalmente usar sus buques de guerra para proteger una práctica que es ilegal en la UE», indica Sea Sheperd,
La organización ya ha lanzado una petición pidiendo a Francia que lleve a Dinamarca ante la Corte Internacional de La Haya por usar a la armada danesa para proteger la matanza de una especie protegida según la legislación de la Unión Europea. Así mismo, ha convocado a manifestaciones alrededor del mundo que comenzaron el pasado 15 de agosto y seguirán durante todo el mes.
Sea Sheperd también ha invitado a dar a conocer la matanza a través de las redes sociales por medio del hashtag #Standup250.
Además del argumento de la violación a convenios de la UE, la ONG afirma que la matanza de calderones posterga la muerte de os animales, provocándoles sufrimiento; que niños están presentes, y que la carne de los cetáceos tiene mercurio, lo que la convierte en tóxica para el consumo humano. Por otro lado, alegan que la cantidad de cetáceos sacrificados es incongruente, puesto que de unos 335,720 kg de carne y 167.860 kg de grasa que se cazan, 216.998 kg de carne y 144.115,6 kg de grasa no se consume. Es decir: más del doble de la carne que se pesca se desperdicia.
«Las Feroe son uno de los lugares más ricos del planeta. No hay ninguna necesidad económica o de subsistencia para matar ballenas y delfines […] Los calderones no mueren por su carne. Las cifras demuestran que este no es el caso. Matan porque creen que forma parte de su tradición de matar ballenas, aunque sus antepasados no usaran helicópteros para avistarlos, ni barcos a motor para hacer batidas, ni grúas hidráulicas ni camiones para llevárselos, ni tampoco una armada que los protegiera. Sus antepasados tenían también algo que los feroeses de hoy en día no tienen y era la necesidad de subsistencia», indica en su perfil de Facebook «Sea Shepherd España», la organización.
Con respecto a las actividades de la organización, ésta tripula un buque y diversas lanchas con la intención de boicotear la matanza, lo que les ha valido que siete de sus voluntarios ya hayan sido detenidos y deportados.