Ciudad de México, 3 de agosto (SinEmbargo).- En el mundo de los superhéroes siempre hay un villano que derrotar. Estos varían dependiendo del paladín en cuestión. Los hay sociópatas, seductores, intimidantes, e incluso hay aquellos que no aparentan ser antagonistas; personas que pareciera que tienen los mismos problemas y preocupaciones que la mayoría de la población. Sin embargo, no por aparentar «normalidad» estos personajes son menos peligrosos. De hecho, detrás de su fachada supuestamente inofensiva se encuentran ocultos su malvados planes.
Afortunadamente, el mundo real no tiene que preocuparse de estos malvados que cada mes tratan de hacerle la vida imposible a nuestros héroes favoritos. No, nosotros tenemos preocupaciones más urgentes que atender como el cambio climático, la inflación, la desigualdad y la falta de empleo, por mencionar algunos. Además, sumado a estos problemas está el pequeño detalle que los superhéroes que vuelan y alcanzan el sol y disparan rayos sólo se encuentran en las viñetas. Sin embargo, ¿también los supervillanos pertenecen únicamente a los cómics?
Hace un días se dieron a conocer las nuevas imágenes de Batman vs. Superman: Dawn of Justice. En ellas aparecen Batman, enfundado en la armadura que utilizará en este filme; Superman, con su porte majestuoso característico y… Lex Luthor, interpretado por Jesse Eisenberg. Todo bien hasta aquí. Aparentemente.
Luthor es uno de los villanos más icónicos del mundo del Noveno Arte. Sin embargo, éste no cuenta con un uniforme característico a la vieja usanza de los villanos clásicos de la Edad de Oro de los cómics. Ahora se trata del alborotador definitivo que viste de manera relajada y hace gala de una sonrisa zalamera característica de los fundadores de startups o compañías jóvenes. Ya la película Kingsman: The Secret Service, había dado un guiño a este giro de tuerca, con Samuel L. Jackson interpretando a un megalómano con ecos de Mark Zuckerberg, además de una extraña afinidad a vestir gorras de béisbol y un plan para matar a millones de personas a través de un plan de telefonía móvil gratuita.
Para Chris Plante, cofundador del sitio The Verge, «Mark Zuckerberg es el modelo de villano de nuestro tiempo. Cuando las películas palomeras de épocas anteriores se instalaban en nazis, soviéticos, extraterrestres y zombies, nosotros tenemos una horda de directores ejecutivos de tecnología.»
Por si fuera poco, tampoco aparentan ser lo que son. Así que, difícilmente podrían ser catalogados como una amenaza si se les ve caminando un día por la calle, por ejemplo.
Así, el patrón de aparentemente normalidad y frescura ha sido explotado en casos como el de la película Ex Machina y videojuegos como Grand Theft Auto V. No obstante, en estos casos los antagonistas eran un poquito más sutiles.
Sin embargo, la epifanía lograda gracias a la última actualización de los personajes estrella de DC Comics no es el primer caso en el que se refleja esta preocupación de que los ejecutivos todopoderosos y millonarios de Silicon Valley traten de apoderarse de la Tierra.
La trilogía de Iron Man se orientó de esta manera hacia tecnólogos maliciosos y su protagonista, Tony Stark (siempre su peor enemigo) es el ejemplo por excelencia de lo que la ambición Silicon Valley puede llegar a ocasionar en el mundo real. Si bien, es cierto, el playboy de Marvel no lleva una sudadera con capucha a sus juntas de negocios, se trata de un director ejecutivo de una industria tecnológica famosa y rica, cuya inquebrantable fe en la tecnología conduce a que una inteligencia artificial casi destruya el planeta.
Por otra parte, el cambio hecho al personaje de Luthor no se trata sólo de un asunto estético planeado con fines de mercadotecnia. El personaje interpretado por Eisenberg (que casualmente se dio a conocer encarnando a Zuckerberg en The Social Network) encajaría a la perfección en la sede de Pinterest, los cuarteles centrales (y «amigables») de Google o de cualquier otra empresa tecnológica dominante de la actualidad.
De acuerdo con Plante, Zuckerberg es un mejor modelo de villano que los mismos nazis o los zombis o cualquier otro antagonista de los filmes del pasado. «Su peculiar personalidad niño prodigio y determinación para salvar al mundo, con una mezcla diluida de capitalismo y puntos de vista liberales, permite que personajes modelados a su imagen sean personas bien intencionadas que hacen mal en la maquiavélica persecución de la grandeza.»
No obstante, tampoco es una sorpresa que los líderes de tecnología hayan heredado el estatus de malo de la película. Los éxitos veraniegos de taquilla, particularmente las películas de superhéroes sombrías, están decididas a ser más «complejas y realistas» que las películas de acción del pasado, incluso cuando esta complejidad se nulifique a la hora de hacerle frente a los enemigos de Estados Unidos en el extranjero, en cuyo caso siguen siendo tan anticuados que pareciera que se quedaron estancados en el siglo XX.
Sin embargo, regresando al nuevo patrón de villanos, el público puede identificarse con un director general de tecnología: un joven con grandes ideas, que quiere cambiar al mundo y que se viste como todo el mundo. Y, más aún, ese mismo público está deseoso en convertirse en un director ejecutivo de tecnología: increíblemente rico, deseoso de dar forma a la política de la nación y enloquecedoramente egoísta. Todos estos ideales «están construidos con la dramática simplicidad de los mitos griegos y la familiaridad visual de un personaje de dibujos animados», agrega Plante, quien menciona sobre la reciente imagen publicada del archirrival de Superman: «Basta con mirar esa foto de Lex Luthor; no necesitamos el texto que nos diga quién es este tipo».
Y no, no se refiere al peor enemigo del Hombre de Acero.