Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).- Estudios de laboratorio confirmaron que el agua que se empezó a desfogar de la presa “El Molinito”, ubicada en Hermosillo, Sonora, registra niveles de arsénico y aluminio por arriba de la norma; además de que al menos seis habitantes del ejido Molino de Camou, cercano a la capital, que se sometieron a pruebas clínicas, se les detectó en la sangre arsénico, aluminio, fierro y cobre.
A casi un año del derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico de la mina Buenavista del Cobre de Grupo México, en los ríos Sonora y Bacanuchi, el 6 de agosto de 2014, el agua que se empezó a desfogar de la presa Rodolfo Félix Valdés “El Molinito” a la Abelardo L. Rodríguez en Hermosillo, de acuerdo con estudios que varios activistas costearon en laboratorios privados y que fueron realizados el pasado 10 de junio, contiene arsénico y aluminio por encima de los niveles aceptables.
De acuerdo con el Laboratorio Analítica del Norte, el agua superficial del afluente que va de “El Molinito” a la presa de Hermosillo contiene entre siete y 12 mg/L (microgramos por litro) de arsénico, por encima de las normas internaciones como la de Estados Unidos (NAS) que ubica como niveles normales tres mg/L y de Canada que considera en el límite cinco mg/L, informó Reina Castro Longoria, profesor-Investigador de la Universidad de Sonora (Unison) y doctora en Ecología.
La presa “El Molinito” permaneció cerrada durante meses luego del derrame, sin embargo, debido a que se encontraba con más del 50 por ciento del límite de su capacidad, las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informaron que a partir del 10 de junio, iniciaría el desfogue de la presa hacia la presa Abelardo L. Rodríguez, ubicada a 22 kilómetros río abajo, en el corazón de Hermosillo.
El arsénico también se encontró en los pozos aledaños a la presa El Molinito, en el ejido El Molino de Camou en un rango entre ocho y 14 mg/L.
“Estos resultados son elevadísimos, es en el agua que dijeron que estaba limpia. Las autoridades mexicanas dicen que estaba limpia porque los niveles de arsénico de la norma mexicana es de 25 microgramos por litro”, dijo Castro Longoria.
En cuanto al aluminio la norma mexicana indica dentro de la aceptable 200 mg/L, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que son 20 mg/ L y la EPA entre 50 y 200 mg/L.
Sin embargo las aguas cercanas a la presa Abelardo L. Rodríguez, a unos dos kilómetros de distancia, en el ejido La Victoria, el aluminio salió con niveles entre 221 y 670 microgramos por litro.
En el agua no se encontró Cobre, pero sí fierro en dos de los seis pozos analizados.
“Con estos datos vamos a elaborar un informe y lo vamos a adherir a una demanda por daño ambiental y ecológico contra Grupo México”, dijo la investigadora.
Los investigadores también pagaron de su bolsillo los estudios de metales pesados en seis personas al Laboratorio Bio Químico San José, los cuales detectaron arsénico, aluminio,fierro y cobre en la sangre.
Las seis personas que se realizaron los estudios tienen edad entre 15 y 66 años. Cuatro mujeres y dos hombres.
Los análisis costaron tres mil pesos cada uno y arrojaron que al Arsénico dieron positivo seis de seis; cobre, seis de seis; fierro, cuatro de seis y aluminio, uno de seis. El método fue por medio de Absorción Atómica por Aspiración directa en Flama
La Agency For Toxic Substances & Disease Registry, ATDSR indica que el límite normal de una persona sana debe estar en 1 µg/L y en este caso los pacientes de “El Molinito” tienen en su sangre de 2.2 a 19.3 µg/L, dijo Castro Longoria.
La académica indicó que entre las personas más afectadas está Nadia Gómez Moraga, de 32 años, con 19.3 microgramos por litro en la sangre. Fue la más alta.
Entre los altos niveles de arsénico también está María de Jesús Ramírez, con 18 mg/L, también entrevistada en junio. Además de Gloria Alcaraz Arce, con 18.7 mg/L de arsénico en la Sangre.
Nadia fue entrevistada por SinEmbargo en junio en un recorrido que este medio realizó por la zona afectada.
“Lo que más me preocupa, es que esa gente no está teniendo atención médica. Nadie se está haciendo cargo de ellos, de sus gastos. Nadie está informando a la población qué riesgos hay”, alertó en esa ocasión Reina Castro.
Nadia Gómez Moraga, habitante de la comunidad cercana a Hermosillo, Sonora, El Molino de Camou, quien tiene la piel repleta de manchas negras desde el cuello hasta el empeine del pie desde septiembre del año pasado, un mes después del derrame.
“Yo quisiera mi piel. Me siento muy deprimida, yo quisiera mi piel como estaba. Que si es el agua, me ayuden a pagar un médico, porque yo no puedo, apenas nos alcanza para comer lo que ganamos mi esposo y yo”, dijo.