Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo/Global Voices).- La aplicación de mensajería Telegram ha sido bloqueada en China en medio de acusaciones por su supuesta colaboración con la organización y el trabajo diario de los abogados de derechos humanos en China. El bloqueo viene tras un ataque informático masivo contra los servidores de la empresa en Asia y el Pacífico a principios de este mes.
Hong Kong Free Press informó por primera vez el bloqueo el 13 de julio. Según blokedinchina.net, el acceso a la versión web de Telegram ha sido bloqueado desde los servidores ubicados en las provincias de Beijing, Shenzhen, Mongolia Interior, Heilongjiang y Yunnan.
El 12 de julio, el periódico estatal chino People’s Daily publicó un artículo que acusaba a Telegram de colaborar con abogados y defensores de los derechos humanos, quienes supuestamente utilizaban la aplicación en su modo de “Chat Secreto” (que permite que los mensajes se autodestruyan después de un periodo de tiempo) para participar en “ataques al Partido [Comunista] y al gobierno”. Tales acusaciones son las últimas de una serie de ataque seria de ataques a los defensores de los derechos humanos de China, con 23 personas ya arrestadas y otras 100 o más que afrontan la presión del estado. Algunos abogados en derechos humanos, como Pu Zhiqiang, también han sufrido persecución por sus mensajes en el sitio de microblogueo chino Weibo.
Telegram, que es manejado por una organización sin fines de lucro ubicada en Berlín, fue lanzado por el empresario de internet ruso Pavel Durov, quien es además el creador de la mayor red social rusa, VK (con frecuencia apodada “el Facebook ruso”). Tras haber sido presionado por el Kremlin para entregar los datos personales de los organizadores comunitarios de los grupos Euromaidán y disolver un grupo anticorrupción ruso, entre otras cosas, Durov vendió sus acciones de VK, fue expulsado de un importante cargo dentro de la empresa y se fue de Rusia buscando un nuevo comienzo.
El 10 de julio, Telegram informó un ataque DDoS (denegación de servicio distribuido) masivo sobre sus servidores de Asia Pacífico. Su fundador Pavel Durov escribió en Twitter sobre el ataque informático.
«Un DDoS total sobre todos los centros de datos de Telegram. Alguien está enojado».
En un artículo de su sitio oficial, Telegram especulaba con que el ataque podía haber sido iniciado por sus competidores coreanos, Kakao Talk y Line, cuyos usuarios migraron masivamente a Telegram en 2014 debido a la censura.
«Hasta ahora sabemos que el ataque se coordinó desde Asia Oriental.
Hemos notado que se han triplicado las inscripciones desde Corea del Sur en las dos últimas semanas. La última vez que sufrimos un ataque DDoS masivo fue a fines de setiembre de 2014, a consecuencia del escándalo por la privacidad en Corea del Sur cuando también aumentaron los registros desde ese país.
Además, hemos escuchado que algunas empresas están descontentas por nuestra nueva plataforma que permite a los artistas crear etiquetas personalizadas gratuitas para los usuarios. Dos semanas después de su lanzamiento, hemos sido atacados por un DDoS más leve, también dirigido al grupo de Asia Pacífico».
Aunque se ha especulado en internet que el gobierno chino también pudo haber sido responsable del ataque DDoS, Telegram no ha ofrecido ninguna versión oficial sobre el origen del ataque, pero sí aseguró que venía del sudeste asiático.
«Estamos en esto las 24 horas. Logramos estar en línea para 95 por ciento de los usuarios. El ataque viene y es desde el SE de Asia».
Al preguntarle por los informes sobre el bloqueo de China, Durov dijo a TechCrunch que el no creía que Telegram estuviese “totalmente bloqueada en China,” pero afirmó que el tráfico desde la región había disminuido. “[Pero] si no estamos totalmente bloqueados en China, no vamos a jugar al gato y al ratón con el gobierno en esta etapa, que bloqueen”, dijo Durov supuestamente.
La Rusia natal de Durov también ha estado contemplando medidas enérgicas sobre algunas aplicaciones de mensajería como Telegram. En julio, Ivan Tavrin, presidente de MegaFon, la tercera operadora de telecomunicaciones más grande de Rusia, solicitó al gobierno que contemplara la introducción de nuevas regulaciones a los servicios de mensajería WhatsApp, Viber y Skype. Además de las aplicaciones que compiten con los tradicionales servicios de SMS que ofrecen los proveedores de telecomunicaciones, Tavrin no se mostró de acuerdo con las seguridad de las mensajerías, y aseguró que ponían un peligroso poder en manos de terroristas y spammers.