Ciudad de México, 5 de julio (SinEmbargo).– Cientos de jubilados se agolparon a las puertas de los bancos griegos durante los tres días que el Gobierno de ese país les dio para retirar el dinero de sus pensiones. Eran aquellos que no tenían tarjeta para retirar efectivo de los cajeros. El martes por la noche el Banco Nacional anunció a los jubilados el método de entrega de los 120 euros que les correspondían. El miércoles sería para quienes sus apellidos comenzaban entre la Ay la I. El jueves para los de la J a la M y el viernes de la N a la Z.
El escenario previo al referéndum que se realizará este domingo era de tensión y división entre los griegos tras la falta de acuerdo entre el país y sus acreedores: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) por no pagar los casi mil 500 millones de euros que tenía comprometidos.
El mensaje del Primer Ministro Alexis Tsipras fue claro: no estaba dispuesto a bajar las pensiones y subir los impuestos porque esto “arruinaría al país”. En contraparte anunció un referéndum para que más de 10 millones de griegos votaran sobre la aceptación o el rechazo a las medidas propuestas por los acreedores.
La pregunta que tienen que responder este domingo es: ¿Tenemos que aceptar el proyecto de acuerdo que fue presentado por la CE, el BCE y el FMI en el Eurogrupo del 25/06/2015 ?
Las encuestas muestran que la sociedad está muy dividida. Según las últimas cifras dadas a conocer el viernes por la televisión griega, el 41.7 por ciento dice “sí” y el 41.1 por ciento va por el “no”.
El “no” significa un sí al Gobierno, a un modo de entender la construcción europea sin recortes que puede trasladarse a otros países; y el sí significa una censura a Tsipras y lo que representa.
Los partidarios del sí se envolvieron en la bandera de Europa, en la misma línea de los numerosos dirigentes europeos que afirman que un triunfo del “no” significará la salida de Grecia del euro.
Alexis Tsipras aseguró: «Los que dicen eso mienten a sabiendas. Votar ‘no’ no significa salir del euro. Significa dar más poder al Gobierno para negociar un mejor acuerdo para el pueblo griego».
La doctora Iliana Rodríguez Santibáñez, directora del Departamento de Derecho y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, comentó que el discurso de Alexis –que para muchos es visto como un demócrata y para otros como un demagogo– está amañado y tiene un “as bajo la manga” para que el Gobierno diga sí que fue inducido cuando cerró los bancos e hizo sentir al pueblo griego la restricción económica.
“Cualquier persona que pueda ser impactada en el bolsillo solamente pudiendo sacar 60 euros al día entenderá que la situación no es positiva y votará que sí. Las encuestadoras dividen mitad y mitad”, afirmó.
Pero nada está seguro y habrá que esperar hasta que estén los resultados del referéndum.
LOS JUBILADOS
El periodista Andrés Gil, de El Diario.es, documentó la movilización de los jubilados a las puertas de las entidades bancarias.
“Muchas de las mil oficinas que se abren estos tres días en Grecia han recibido jubilados que no sabían que había un orden alfabético para la retirada del dinero, y se han sucedido escenas de agolpamiento y tensión a primera hora de la mañana, sobre todo en el momento en que se repartían números para entrar ordenadamente en las oficinas: al final, todos aquellos que se presentaron pudieron sacar el máximo de 120 euros”, describió.
Grecia destina el 17.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al pago de pensiones, según las últimas estadísticas de Eurostat correspondientes a 2012, y los jubilados apenas logran llegar a final de mes.
Sin embargo, en el contexto actual con más de cuarto de la población en paro, muchos dependen de la ayuda financiera de los padres y abuelos, incluyendo a miles de jóvenes desempleados.
Para los acreedores el sistema de pensiones es demasiado generoso a lo que el país puede permitirse y en ese contexto no es posible tener finanzas públicas sostenibles sin reestructurar salarios y jubilaciones –que representan el 80 por ciento de gasto primario del Estado–, pero eso significaría incumplir la promesa de campaña que hizo Alexis Tsipras cuando ganó las elecciones en enero pasado.
Desde 2009 el número de pensionados ha aumentado ya sea porque el Estado ha ofrecido incentivos a los trabajadores para jubilarse o porque los trabajadores se apresuraron a hacerlo antes de que el gobierno elevara la edad de jubilación. Pero en ese mismo periodo las pensiones se han rebajo en un 50 por ciento: el 66 por ciento de los 2.2 millones de jubilados cobra 500 euros al mes.
De acuerdo con INE-GSEE, el instituto de la mayor organización sindical del país, la pensión media en Grecia es de 833 euros al mes, hace seis años era de mil 350.
La doctora Iliana Rodríguez explicó que evidentemente tiene que haber una reestructura en el sistema de pensiones de cualquier estado y en ese contexto Grecia no lo hizo y aun así quería conservar el ritmo de crecimiento que estaba adquiriendo con la Unión Europea sin haber hecho los ajustes estructurales que le permitieran corresponder a esta situación.
“Si nosotros consideramos que el índice de longevidad está en 85 años, pues es difícil entender que los griegos se retirasen en un contexto de 59 años. Entonces sin duda está pagando [Grecia] las consecuencias de su omisión por no haber hecho los ajustes que se requerían y sí sin duda es la población [los jubilados] más flagelada”, dijo.
Agregó que Grecia es el primer país desarrollado de la Unión Europa que cae en impago con el FMI, aunque “eso de desarrollado lo tenía de membrete por tener membresía con la Unión Europea, [porque] sus indicadores demuestran que tenía ese crecimiento si lo hubiera tenido no estaría en esa situación”.
LO QUE ESTÁ EN JUEGO
Dimitris Christopoulos, profesor de Ciencia Política en la Universidad Panteion de Atenas, vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos, y asesor del Gobierno en asuntos sociales, explicó al periodista Andrés Gil que este domingo lo que está en juego es mucho más que un sí o un no a un documento de la troika: se decide el futuro de Tsipras y el de un modelo alternativo para Europa.
«Las elecciones anticipadas serán sí o sí, y Syriza corre el riesgo de dividirse. Si pierde el Gobierno, en agosto, y, si gana, a final de año. A partir de ahí, puede haber un regreso a la tecnocracia o un nuevo Ejecutivo con aliados distintos. La polarización está siendo tan grande que no se va a apaciguar el país a partir del lunes», dijo.
Rodríguez Santibáñez, por su parte, considera que si la población griega vota el sí estaría inyectando la inversión de capital y generaría una estabilidad económica que le permitiría a Grecia progresar dentro del marco de la Unión Europea.
Pero en caso de que votasen no, se presentaría una precedente importante para las demás economías que pudieran incurrir en el impago y el país entraría en una especie de parálisis política.
En ambos contextos, expuso, sería una derrota para la izquierda y para Alexis Tsipras pues demostrará que no pude mantener el discurso de la campaña y en cualquiera de los dos escenarios habrá elecciones anticipadas.
La experta del Tec de Monterrey expuso que si se critica el modelo político de Tsipra “también tendremos que señalar a los grandes capitales que confluyen en estas instituciones que están orillando a los estados a situaciones de crisis. O sea no hay una reestructura las quitas no se pueden dar sino todos los países pedirían lo mismo y generarían una incertidumbre en el ámbito internacional que sería caótica, pero tampoco están dando las oportunidades para poder solventar las situaciones de crisis de los estados”.