Los investigadores han llegado a esta conclusión tras comparar el mismo proceso en otros flavivirus o en tres coronavirus estacionales, causantes de catarros. El objetivo era encontrar puntos débiles para afrontar posibles brotes.
Ciudad de México, 14 de diciembre (AS México).- La pandemia del coronavirus ha tenido efectos devastadores en la gran mayoría de los países. Además de las diversas medidas de protección, los científicos han estado desarrollando contrarreloj una vacuna para acabar con el patógeno. Poco a poco comienzan a sumarse territorios en los que la vacunación o aprobación del remedio es una realidad: Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Singapur…
Pese a esos avances, los expertos continúan estudiando cómo neutralizarlo. Uno de estos hallazgos vitales podría ser el que han efectuado un grupo de investigadores de la Escuela Grossman de Medicina de la Universidad de Nueva York y de la Universidad Rockefeller, también en la misma ciudad.
PROTEÍNA VITAL
Han identificado una proteína que podría ser una interesante vía para los tratamientos, dada su importancia para la replicación del virus: la proteína de transmembrana 41 o TMEM41B. Un reciente estudio publicado en Cell ha mostrado que está molécula es fundamental para el ensamblaje de una membrana de lípidos que protege el material genético de la enfermedad mientras se replica dentro de las células infectadas.
An accompanying paper (from @RiceLaboratory and #PoirierLab as well) demonstrates that TMEM41B is also a pan-flavivirus host factor, highlighting this poorly understood protein as a potentially targetable factor for multiple viruses, including #SARSCoV2. https://t.co/Z5xuB8Pa0S
— Francisco J. Sánchez-Rivera (@fjsanchezrivera) December 9, 2020
Los investigadores han llegado a esta conclusión tras comparar el mismo proceso en otros flavivirus o en tres coronavirus estacionales, causantes de catarros. El objetivo era encontrar puntos débiles para afrontar posibles brotes.
MÁS DE 19 MIL GENES
John T. Poirier, coautor del trabajo, señaló que «nuestros estudios son la primera evidencia de que la proteína transmembrana 41 B es un factor crítico para la infección de los flavivirus y los coronavirus, como SARS-CoV-2».
Los científicos usaron la herramienta de edición genética CRISPR para inactivar más de 19 mil genes en células infectadas con los citados patógenos. Así, compararon la facilidad que tenía el virus para replicarse y poder encontrar fórmulas para bloquearlo.