Las terapias CAR-T, diseñadas para el tratamiento del mieloma múltiple -un tipo de cáncer de la sangre-, emplean una innovadora técnica que consiste en extraer una célula T del paciente, realizar una modificación genética en laboratorio y, posteriormente, devolver estas células modificadas al cuerpo.
Madrid, 14 de diciembre (EFE).- La terapia de células T con receptor de antígeno quimérico, también conocida como terapia CAR-T (por sus siglas en inglés), estará disponible en Latinoamérica en los próximos dos o tres años, dependiendo de los trámites regulatorios de cada país.
Así lo confirmó la compañía farmacéutica Janssen, luego de presentar resultados en el 62 Encuentro Anual de la Asociación Americana de Hematología (ASH 2020, en inglés).
La directora médica de Hematología de Janssen América Latina y miembro de la Sociedad Brasileña de Oncología Clínica, la doctora Patricia Andrade Brandalise, explicó que actualmente la región no dispone de ningún tratamiento de este tipo y que su proyecto ya cuenta con los suficientes datos clínicos para iniciar los trámites regulatorios.
Las terapias CAR-T, diseñadas para el tratamiento del mieloma múltiple -un tipo de cáncer de la sangre-, emplean una innovadora técnica que consiste en extraer una célula T del paciente, realizar una modificación genética en laboratorio y, posteriormente, devolver estas células modificadas al cuerpo.
“Lo interesante es que estas células van a ser capaces de realizar una expansión clonal”, desarrolló Brandalise en una entrevista con la agencia Efe, en la que añadió que: “esto es muy novedoso, tanto por el hecho de ser la propia célula del paciente, como por hacer una modificación celular y dar al paciente la oportunidad de combatir el cáncer con sus propias herramientas”.
Además, a diferencia de otros tratamientos contra el cáncer, el proceso se lleva a cabo “en una sola ejecución”, seguido de un control de posibles efectos secundarios, lo que favorece “una mejor calidad de vida” para el paciente.
En la actualidad, el mieloma múltiple es un cáncer de la sangre incurable, producido por un crecimiento incontrolable de células plasmáticas malignas en la médula ósea, y anualmente se diagnostican 160 mil nuevos casos en el mundo.
El 63 por ciento de los diagnósticos se dan en edades mayores de 65 años y el 33 por ciento en edades de 45 a 65, con un promedio de supervivencia de 5 años en un 52.2 por ciento de los afectados, cifra que se reduce drásticamente a menos de 10 meses si los pacientes no responden al tratamiento convencional.
Por ello, la doctora Andrade Brandalise valoró este tratamiento como muy útil en personas que “no responden a más nada” y necesitan de una alternativa para incrementar su esperanza de vida.
En ASH 2020, Janssen expuso un estudio donde ofrecieron una investigación sobre el comportamiento de los pacientes al tratamiento CAR-T, con un éxito del 97 por ciento en cuanto a respuesta general y 67 por ciento en remisión completa, además de un 76.7 por ciento de “los pacientes vivos y libres de progresión en 12 meses”.
La doctora insistió que “la complejidad de la terapia para el paciente es la misma que una terapia habitual”, ya que para ellos se trata de una transfusión normal; pero, sin embargo, hay que lograr una sincronización con las autoridades regulatorias porque “hay células que salen y regresan y exigen una logística impecable”.
Así pues, uno de los principales retos es encontrar en América Latina centros capaces de llevar a cabo esta terapia y la experta confío en aquellas clínicas que ya están familiarizadas con el trasplante de médula: “requiere unos parámetros que no son iguales, pero similares”, apostilló.
Por último, la profesional regional confirmó que el objetivo de la compañía en el campo de la oncología es alcanzar la meta de “eliminar, curar o interceptar el cáncer” lo antes posible.