Un estudio reciente indica que correr en cinta de una forma intensa podría aplazar las consecuencias por el medicamento que consumen las personas que sufren de Parkinson.
Cristina Fernández Esteban
Ciudad de México, 14 de diciembre (TICbeat/SinEmbargo).- Según un reciente estudio, sesiones intensas de correr en cinta podría ralentizar el deterioro de los pacientes de Parkinson en las primeras etapas de la enfermedad. El objetivo es que los pacientes comiencen a medicarse lo más tarde posible.
Como la mayoría de nosotros sabe, la enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico progresivo que involucra problemas con el control motor que conlleva deterioro en la estabilidad y el control del cuerpo. Aunque por el momento esta enfermedad es incurable, sus síntomas pueden aliviarse o ralentizarse por un tiempo gracias a ciertos medicamentos.
Ahora un reciente estudio afirma que deportes intensos como correr en cinta puede ralentizar los síntomas sustancialmente en pacientes que se encuentran en las primeras etapas de la enfermedad.
En la mayoría de casos los fármacos que los pacientes de Parkinson toman para frenar la enfermedad terminan por perder su capacidad de acción. Por ello muchas de las investigaciones dirigidas a cabar con esta enfermedad se enfocan en cómo permitir que el paciente comience el tratamiento lo más tarde posible.
Gracias a este estudio parece que una buena forma lograrlo es a través de un ejercicio continuado e intenso en la cinta de correr. Esta actividad podría hacer que en aquellas personas que acaban de ser diagnosticadas los síntomas comenzaran a manifestarse más tarde. Por lo que la toma de fármacos también llegaría de una forma posterior y podría alargarse el periodo en el que el paciente convive con el Parkinson sin graves consecuencias.
A diferencia de otras investigaciones sobre la repercusión de la actividad física en el Parkinson, el estudio reciente llevado a cabo por JAMA Neurology ha tratado este deporte como si se tratara de un medicamento, con el fin de obtener los datos más concluyentes posibles. Para ello rastrearon diferentes cantidades o dosis de ejercicio en un ensayo clínico en grupos grandes de personas .
Para esta fase se examino a 128 hombres y mujeres que habían sido diagnosticados de Parkinson en un periodo máximo de 5 años y que no habían tomado medicamentos. Estos fueron divididos en grupos y cada uno de ellos llevó distintos ritmos de ejercicio en la cinta de correr.
Los resultados mostraron que aquellos pacientes que habían llevado a cabo un ejercicio más intenso durante los seis meses de la investigación no habían desarrollado más síntomas de la enfermedad y se mantenían en el mismo estado que cuando comenzó la investigación.
Síntomas como debilidad, rigidez en los músculos, pérdida de equilibrio y caídas pueden dificultar el ejercicio y ser potencialmente peligrosos, por lo que es poco frecuente que este tipo de enfermos realice deportes. Pero parece que todo indica a que la práctica intensa de correr en cinta sí que podría frenar temporalmente la enfermedad.
Según informa The New York Times, universidades como las de Northwestern, o el Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado en Aurora junto a otras instituciones ya ha comenzado a considerar el ejercicio como un tratamiento para el Parkinson.
Es recomendable que primero se consulte a un médico e incluso a un entrenador deportivo familiarizado con la enfermedad, pero los hallazgos son alentadores, y parecen indicar que el ejercicio intenso podría ayudar frente al Parkinson.