De acuerdo con la cronología de los hechos elaborada por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, los menores identificados como Alan y Héctor, de 12 y 14 años de edad, respectivamente, desaparecieron de las afueras de su hogar desde el pasado 27 de octubre. Días después, autoridades hallaron los restos de los menores, al ser transportados por un sujeto en una diablito.
Ciudad de México, 14 de noviembre (SinEmbargo).- La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, pidió disculpas a las familias de los niños Alan y Héctor, cuyos cuerpos fueron localizados en un diablito en el Centro Histórico.
“Ayer estuve con los familiares de Alan y Héctor, los dos niños, ellos me pidieron y así lo hago públicamente: disculpas si en algún momento criminalizamos a sus hijos. Son víctimas, son niños”, dijo esta tarde.
Por otro lado, aseguró que trabajan junto a los familiares para resolver el caso y dar con los responsables del delito; detalló que a la familia se le brindará el apoyo correspondiente.
“Vamos a estar trabajando muy de cerca de ellos, en primer lugar, con la Fiscalía para hacer justicia en este caso, y, en segundo lugar, pues para darle todo el apoyo que necesitan tanto los familiares, sus hermanos, como la comunidad mazahua que está en esta zona de Santa María La Redonda”, añadió al concluir la supervisión de la Línea 2 del Cablebús.
Ayer, integrantes de la comunidad Mazahua exigieron a la Jefa de Gobierno una disculpa pública, ya que, señalaron, los habían criminalidad.
El pasado 6 de noviembre, Sheinbaum Pardo calificó como “doloroso” e “inaceptable” que ocurran casos como el de los menores de edad Alan y Héctor, quienes habrían sido asesinados por miembros del grupo criminal “La Unión Tepito”.
La mandataria capitalina expresó que la Fiscalía General de Justicia (FGJ) deberá trabajar arduamente para esclarecer los hechos ocurridos el 1 de noviembre en calles del Centro Histórico, ya que debe averiguarse si se está utilizando a menores de edad para cometer delitos.
“Primero es, como lo dije el otro día, muy doloroso que esto ocurra en la ciudad. La Fiscalía tiene que trabajar muy fuerte no sólo para detener, sino para llegar al fondo de esta situación si se está utilizando a menores de edad para actividades ilícitas”, expuso durante su videoconferencia diaria sobre el reporte de COVID-19.
EL CASO
Durante la madruga del 1 de noviembre, policías capitalinos detuvieron a un sujeto que transportaba restos de dos personas sobre un diablillo en calles del Centro Histórico.
El sujeto fue detenido y las autoridades dieron inicio a las investigaciones para determinar a quiénes pertenecían los restos hallados.
Días después, las autoridades capitalina señalaron que los restos pertenecían a los niños Alan y Héctor, quienes habían sido reportados como desaparecidos desde el pasado 27 de octubre.
De acuerdo con la cronología de los hechos elaborada por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, los menores identificados como Alan y Héctor, de 12 y 14 años de edad, respectivamente, desaparecieron de las afueras de su hogar desde el pasado 27 de octubre.
Dos días después, la Fiscalía emitió una Alerta Amber luego de que los padres denunciaran la desaparición. En el reporte, los familiares señalaron que los menores cursaban la secundaria y que ayudaban en el negocio familiar, dedicado al comercio. Sin embargo, no refirieron que tuvieran problemas con alguien o algún tipo de enemigo.
Los primeros reportes señalaron que Alán y Héctor fueron torturados antes de su muerte.
Alrededor de las 3:00 horas del 1 de noviembre, Edgar “N”, de 39 años, fue aprehendido entre las calles República de Chile y Belisario Domínguez cuando transportaba un bote y una caja de plástico sobre un diablito.
La caja se estaba cayendo, por lo que el sujeto comenzó a frenarse en repetidas ocasiones para volverla a acomodar. Policías de la SSC-CdMx se acercaron al hombre con la primera intención de ayudarlo, sin embargo, al cuestionarle sobre el contenido el hombre reaccionó de manera extraña. Por ello, le pidieron que abriera la caja y el bote, los cuales tenían bolsas negras de plástico con lo que serían restos humanos de dos cuerpos.
Después de ser trasladado al Ministerio Público, el hombre declaró que no pertenecía a ninguna banda delictiva, pero aceptó que supuestos miembros de la Unión Tepito le pagaron por transportar los cuerpos.
Édgar “N”, dijo que es drogadicto y confesó que los presuntos autores del delito le pagaron con “dos grapas de cocaína”. Agregó que por su adicción, frecuentemente les hace favores a los delincuentes para recibir droga como pago.
La FGJ de la Ciudad de México apuntó que las indagatorias continúan y que se dio intervención a agentes de la Policía de Investigación (PDI) para recabar videos públicos y privados, así como para localizar a posibles testigos.
Posteriormente, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) lograron la detención de José David “N”, alias “El Chayyan”, de 39 años, presunto líder de una célula de La Unión Tepito, quien se presume también está relacionado con el asesinato y descuartizamiento de los niños Alan Yair “N” y Héctor Efraín “N” de origen mazahua.
Por medio de un comunicado, se informó que se logró la detención de “El Chayyan” luego de que policías capitalinos realizaran un operativo en la colonia Doctores tras el reporte de un asalto donde la víctima había sido despojada de mil 300 pesos.
Al notar la presencia policiaca intentó huir a bordo de una camioneta negra, donde se halló dinero en efectivo y un arma calibre nueve milímetros.
Se especula que José David “N” es jefe de Édgar “N”, hombre que transportaba los restos de los niños.
ERAN BUENOS NIÑOS: MADRE DE ALAN
La mamá del niño indígena de 12 años que fue hallado sin vida este fin de semana en el centro de la Ciudad de México con signos de tortura negó estuviera relacionado con un grupo delictivo.
Además del niño de 12 años, el domingo también fueron localizados los restos de un adolescente de 14 años, ambos eran transportados en una carretilla en el centro de Ciudad de México.
La madre de Alan, el niño de 12 años, negó que tanto él como el adolescente asesinado tuvieran algún vínculo con el crimen organizado.
“(Comenten) pues que ellos eran de La Unión y que se iban a vender y que trabajaban para ellos, todo eso es mentira, eran unos niños de casa que no se metían con nadie”, dijo la mujer en entrevista con Milenio Televisión.
Los familiares de Alan llegaron esta tarde a Toluca, donde trasladaron el cuerpo. Su madre adelantó que no exigirán justicia porque su prioridad es garantizar que su hijo descanse.
“Si nos citan a las audiencias sí vamos a presentarnos. Por ejemplo, pedir justicia, la verdad ya no, ya no queremos más problemas. Ya lo que queremos es que nuestros hijos estén descansando y que dios se encargue de lo que se tenga que encargar”, expuso.
Los niños adolescentes eran indígenas mazahuas y habían desaparecido desde el 27 de octubre.
-Con información de EFE y Periódico Central