México

Legionarios aceptan que usaron paraísos fiscales, pero culpan al pederasta Marcial Maciel, ya muerto

14/11/2017 - 1:18 pm

Los legionarios dijeron que la investigación de sus finanzas ordenada por el Vaticano no encontró malversación de fondos ni otras “irregularidades”. Agregaron que en la actualidad no tenía empresas offshore ni dinero invertido en ellas.

Ciudad del Vaticano, 14 de noviembre (AP) — Los Legionarios de Cristo admitieron tener compañías en paraísos fiscales en el Caribe, pero aseguran que las eliminaron y ninguna fue usada para actividades ilegales.

En un comunicado emitido este martes, la orden católica trató de atribuir toda la culpa de esa estrategia empresarial a su difunto líder y fundador, el reverendo Marcial Maciel, quien fue acusado de abusar sexualmente de seminaristas y procrear tres hijos. Maciel, de origen mexicano, creó un culto a su persona que se extendió a las capas más altas del Vaticano.

Los legionarios dijeron que cerraron y liquidaron todas sus corporaciones en el extranjero y que no tienen actualmente dinero depositado cuentas de ultramar, luego que el Vaticano asumió las riendas de la orden una vez se expuso la doble vida de Maciel, quien murió en el 2008.

Las propiedades multimillonarias de los legionarios, sobre las que se había conjeturado por mucho tiempo dada su búsqueda de donantes ricos, fueron reveladas en la filtración conocida como “Paradise Papers”.

Los informes de un consorcio de periodistas de investigación han detallado cómo abogados y sacerdotes todavía en actividad en los legionarios ayudaban a manejar el imperio financiero.

Según el periódico español El Confidencial, los legionarios crearon en 1994 una empresa en Bermuda, llamada International Volunteer Services (IVS), para recibir las sumas millonarias que obtenía de sus escuelas y universidades. La organización católica rechazó el cálculo de El Confidencial de que 300 millones de dólares pasaban anualmente por IVS y dijo que creó la empresa pero nunca la usó.

Según el informe, el fondo fue liquidado furtivamente en 2006, inmediatamente después de que el Vaticano condenó a Maciel a una vida de penitencia y oración por violar y abusar de sus seminaristas. En 2010, al revelarse públicamente la existencia de los hijos, la Santa Sede tomó finalmente las riendas de la orden.

En el comunicado, los legionarios dijeron que la investigación de sus finanzas ordenada por el Vaticano no encontró malversación de fondos ni otras “irregularidades”. Agregaron que en la actualidad no tenía empresas offshore ni dinero invertido en ellas.

El comunicado no explicó por qué se crearon las empresas en el extranjero. En teoría, los Legionarios de Cristo disponían de un paraíso fiscal, el banco del Vaticano, donde las órdenes religiosas pueden depositar su dinero y moverlo por el mundo.

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