Los jóvenes mexicanos que concluyen una carrera universitaria tardan en promedio cuatro años en encontrar un empleo estable, pero la situación se agrava en el caso de las mujeres, quienes pueden tardar hasta siete años, de acuerdo con un informe de la Cepal y la OIT.
Otra de los datos que menciona el informe es de los jóvenes que estudian y trabajan. De acuerdo con el análisis de los 33 países que conforman la Cepal, existen marcadas diferencias entre las naciones. «Si bien en general el grupo de 20 a 24 años muestra la mayor proporción de jóvenes con esta combinación, en Bolivia, Brasil, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y el Perú los jóvenes comienzan a laborar de entre 15 a 19 años».
De acuerdo con los resultados de la encuesta de ocupación y empleo correspondientes al tercer trimestre difundidos hoy por el Inegi, la Población Desocupada (entendida como aquella que no trabajó siquiera una hora, pero manifestó su disposición para hacerlo e hizo alguna actividad por obtener empleo) fue de 1.9 millones de personas.
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Ciudad de México, 14 de noviembre (SinEmbargo).– Un joven mexicano que terminó la carrera universitaria tarda en promedio cuatro años para encontrar un empleo estable y en el caso de las mujeres transcurren casi siete años, de acuerdo con el estudio “Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe” de la Cepal y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Aunque México es, después de Brasil, el país con el periodo de transición más bajo en América Latina, eso no implica que la calidad del empleo sea buena o que sea acorde con la profesión de los egresados de la universidad, según señaló el estudio.
“Los jóvenes muchas veces se ven en la necesidad de aceptar condiciones laborales que no son óptimas en la búsqueda de su primer empleo […] Podrían ser empleos de bajos salarios, de baja productividad, temporales o informales y que a veces requieren un nivel de formación inferior al que se tiene”, indico la Cepal.
De acuerdo con datos presentados en mayo en un seminario sobre desigualdad y trabajo, la reducción salarial experimentada en México en los últimos tres lustros ha afectado, sobre todo, a la población con mayores estudios, como los universitarios.
Mario Herrera Ramos, economista e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), expuso que, entre 2005 y 2016, la población que gana más de tres salarios mínimos, como los profesionistas, se ha reducido en un 50 por ciento.
Los investigadores en ese seminario llegaron a la concusión de que los motivos que generan una disminución en el “premio a la educación” en México está una reducción en la calidad educativa, cambios en la composición de la fuerza de trabajo y en el mercado laboral, donde no se están generando posiciones para las cuales egresan los estudiantes.
JÓVENES QUE ESTUDIAN Y TRABAJAN
Otra de los datos que menciona el informe de la Cepal es de los jóvenes que estudian y trabajan.
De acuerdo con el análisis de los 33 países que conforman la organización, existen marcadas diferencias entre las naciones con respecto al peso de la combinación de trabajo y estudio.
Si bien en general el grupo de 20 a 24 años muestra la mayor proporción de jóvenes con esta combinación, en Bolivia, Brasil, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y el Perú los jóvenes comienzan a laborar a más temprana edad para financiar sus estudios, con un promedio de entre 15 a 19 años.
MÉXICO CAE EN SALARIO REAL
En cuanto a los salarios reales, la Cepal destacó que entre el primer semestre de 2016 y el primer semestre de 2017, los salarios subieron en seis casos y bajaron en dos: México y el Perú.
En México, los salarios cayeron 1 por ciento, mientras que en Perú cercano al 2 por ciento.
“Estos datos de salarios captan solo la variación en las empresas formales de la economía, y parte del deterioro de la situación laboral en la región radica precisamente en la falta de dinamismo en la creación de empleos asalariados formales, con un aumento de los empleos por cuenta propia, cuya evolución de ingresos puede ser distinta”, señaló el informe.
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El salario mínimo nominal que ganan ocho millones de trabajadores es de 80.04 pesos en este año, el tercero más bajo en América Latina, pero el salario mínimo real –que considera el incremento en la tasa de inflación durante este año– fue de 63.50 pesos en junio, un ingreso por debajo de la línea de bienestar, de acuerdo con las cifras más actualizadas de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En junio de 2016, cuando el salario mínimo nominal era de 73.04 pesos diarios, el real era de 61.73 pesos considerando los precios de bienes y servicios, esto es, 11.31 pesos menos (15.48 por ciento). Este año la diferencia es de 16.54 pesos (20.66 por ciento).
Otro ato que destacó el informe de la Cepal es de la inactividad en el caso de las mujeres mexicanas, es decir, que no tienen un empleo.
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“La inactividad parece ser una situación más persistente en el caso de las mujeres, y una alta proporción continúa en esta situación al alcanzar los 29 años, específicamente en Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, la República Dominicana y Venezuela”, mencionó.
Durante el trimestre julio-septiembre de 2017, de acuerdo con datos presentados este martes por el Inegi, la Población Económicamente Activa (es decir, de 15 años y más disponible para producir bienes y servicios) fue de 54.4 millones, cuando un año antes había sido de 54.2 millones.
Des esta población, mientras que 78 de cada 100 hombres en estas edades son económicamente activos, en el caso de las mujeres sólo son 43.