Exprés, colectivo, extorsivo y virtual: estas cuatro modalidades de secuestro afectan tanto a ricos como a pobres en México. Cifras del Inegi indican que el país pasó de 64 mil 459 secuestros en 2015 a 69 mil 107 en 2016.
Alberto Enrique Nava Garcés, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, aseguró que el secuestro es uno de los delitos que más preocupan, pues su incidencia anual no disminuye y afecta a todo tipo de personas.
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Por Érika Ramírez
Ciudad de México, 14 de noviembre (RT/SinEmbargo).- El pasado fin de semana, el cuerpo de Jessica, de 16 años, fue hallado en un terreno de Ecatepec, Estado de México. De acuerdo con las primeras investigaciones, sus padres no pudieron pagar el rescate, y los secuestradores decidieron incinerarla.
El 27 de junio de este año, Zeferino Domínguez– un joven de 19 años y miembro de la Liga de Futbol Americano del Estado de México– fue secuestrado en el estacionamiento de la plaza comercial La Cúspide, en Naucalpan, también en el Estado de México. Los captores exigieron a 3 millones de pesos como rescate. Al día siguiente, su cuerpo con impactos de bala fue localizado en un predio en dicho municipio.
Estos caso demuestran que los delincuentes ya no miran el estrato social de las víctimas; extorsionan y violentan por igual a ricos y pobres con tal de obtener cualquier ganancia.
Las cifras de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2017 (Envipe), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que México pasó de 64 mil 459 secuestros en 2015 a 69 mil 107 en 2016.
Alberto Enrique Nava Garcés, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, aseguró que el secuestro es uno de los delitos en México que más preocupan, pues su incidencia anual no disminuye y afecta a todo tipo de personas.
«Muchas veces se cree que el estrato de mayores recursos económicos es el único vulnerable, pero el problema del secuestro ya pega en todos niveles sociales porque, simplemente, determinados grupos de la delincuencia observan la posibilidad o el nicho de oportunidad para hacerlo».
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El especialista advirtió que, pese a las cifras de la Envipe, no hay una cultura de denuncia. En efecto, el Informe de víctimas de homicidio, secuestro y extorsión 2017– elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) de la Secretaría de Gobernación (Segob)– muestra que sólo se han abierto mil 54 carpetas de investigación por secuestro.
A finales del mes pasado, los medios de comunicación dieron a conocer la detención en España de Isabel Mazarro Gómez de Santiago, acusada de participar en actividades del grupo que encabezaba su esposo Escobar Poblete, conocido por realizar secuestros en México a empresarios y personajes acaudalados. Entre las víctimas se menciona al político, abogado y empresario Diego Fernández de Cevallos y una empresaria estadounidense.
En un estudio sobre este tema, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicó que existen cuatro modalidades de secuestro: exprés, en el que la víctima permanece un periodo corto con sus captores y estos obtienen ganancias rápidas; colectivo, cuyo objetivo es obtener rehenes para negociar una entrega o pedir medios de escape seguros; extorsivo, cuando se sabe que las principales víctimas son personas con solidez económica; y virtual, secuestros inexistentes que se caracterizan porque las llamadas de extorsión se realizan desde centros de detención o cárceles.
2017, EL AÑO MÁS VIOLENTO
Santiago Roel, director de la iniciativa ciudadana Semáforo Delictivo, analiza la violencia en México desde hace más de 20 años y confirmó que 2017 será el más violento del sexenio, pues estima que a fin de año sumarán más de 24 mil homicidios dolosos: hasta el momento, se han cometido 21 mil, de acuerdo con cifras oficiales.
El responsable de esa organización indica que la violencia registrada en México se centra en cuatro delitos de alto impacto —homicidio, secuestro, extorsión y robo de vehículo—, principalmente generados por el crimen organizado. «La estrategia del Gobierno ha sido muy estrecha, solo ha sido mandar fuerzas federales o al Ejército a algunas regiones, pero el globo vuelve a inflarse en el momento de que estas fuerzas dejan de estar ahí», reflexiona Roel.
Hasta septiembre, las estadísticas de Semáforo Delictivo indican que los estados mexicanos donde hay señal de alerta en el tema del secuestro son Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Chiapas, Nuevo León, Oaxaca, Veracruz y Zacatecas. Además, de las 32 entidades que componen el territorio nacional, solo cuatro tienen relativa calma en el tema de homicidios: Campeche, Coahuila, Durango y Yucatán.
A decir del especialista, este año será el peor año en la historia reciente de México. Todos los delitos se incrementaron fuertemente desde 2008, cuando entró en operación el Plan Mérida, instrumentado por Estados Unidos para combatir las drogas en México, indica Roel.
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Refirió que el ex Presidente Felipe Calderón «tomó una mala decisión: nos mete en esta guerra y empieza a subir la violencia y la corrupción de manera importante». Su año más violento fue 2011, con 22 mil homicidios, aunque 2017 «será peor» para el actual mandatario, Enrique Peña Nieto, «con más de 24 mil «.
Roel expone que el crimen organizado tiene suficientes recursos para trabajar en equipo y «parte del problema» es que lo hace «con la autoridad, la colapsan con plata o con plomo». La alternativa «es la regulación de las drogas, tomar el control de ese mercado para reducir daños, consumo, violencia y corrupción: esa es la manera más inteligente».
Apenas el 8 de noviembre pasado, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, estuvo en la 22ª Reunión Nacional de Análisis del Grupo de Planeación y Análisis Estratégico contra el Secuestro, donde aseguró que el Gobierno federal «no bajará la guardia ni se escatimarán recursos hasta lograr el objetivo de alcanzar la tasa cero en materia de secuestros, delito grave que afecta severamente el tejido social y que no debe quedar impune».