Atenas, 14 nov (EFE).- El Gobierno griego pidió hoy no confundir a refugiados y terroristas, en un momento en que los atentados de París han despertado entre los inmigrantes y refugiados el temor a que se les ponga bajo sospecha.
«Una cosa son los terroristas asesinos y otra los refugiados … No debe relacionarse a personas cuyo pensamiento y acciones son anormales e incomprensibles con aquellas que abandonaron sus casas con sus bebés en brazos», dijo hoy la portavoz del Gobierno heleno, Olga Gerovasili, en declaraciones a la cadena privada de televisión Skai.
Gerovasili afirmó que Europa en estos momentos debe resistirse a toda tendencia xenófoba que quiera ver en los inmigrantes el origen del mal.
La portavoz no quiso minimizar el peligro de que entre los que entran en Europa pueda haber potenciales terroristas, pero afirmó que «estos riesgos existen», pero deben contestarse con mayores y mejores controles.
De todas formas, dijo, los terroristas «tienen mil y una maneras de entrar en un país, incluso por avión».
Por eso es importante no relacionar los dos temas y evitar que se cree un clima de angustia entre la sociedad griega y europea, insistió.
En declaraciones a Efe, Yunus Mohamadi, presidente del foro griego para los refugiados, una organización que ofrece ayuda a los solicitantes de asilo, señaló que entre las organizaciones humanitarias ha surgido el miedo a que los países europeos cierren sus fronteras y decidan no acoger refugiados, como ha anunciado Polonia.
«Tenemos miedo que habrá una tendencia a favor del cierre de fronteras y de esto se aprovecharán principalmente los traficantes. Ellos saben cómo organizar el cruce de las fronteras, pero incrementarán sus tarifas. El refugiado no puede dar marcha atrás», explicó.
Mohamadi, quien hoy visitó uno de los centros de acogida de Atenas, añadió que «los refugiados tienen miedo de que en los países en donde se instalen finalmente, habrá gente que los considerará como potenciales terroristas».
«Los que cometieron los actos terroristas de ayer son los que nos obligaron a ser refugiados», sentenció este afgano, cuya organización contribuye con intérpretes al funcionamiento de los dos centros de acogida de la capital helena.
El presidente de Médicos del Mundo en Grecia, Nikitas Kanakis, afirmó que los refugiados que se encuentran en los campamentos griegos están en estado de «shock» y, ante el peligro de no poder salir más adelante del país, quieren acelerar su marcha.
«Ya teníamos miedo de que los países europeos pudiesen cerrar sus fronteras a los refugiados, ahora tememos que esta tendencia se acelerará, lo que significará que muchos refugiados se quedarían bloqueados en Grecia», manifestó Kanakis a Efe.
Kanakis, dentista de profesión, manifestó su esperanza de que el pueblo griego no acabe viendo a los refugiados como potenciales terroristas.
«Hasta ahora el pueblo no hizo caso a las voces de intolerancia, pero está claro que mucho dependerá de lo que ocurra en el resto de Europa», sostuvo.
Desde la isla de Quíos, otro de los focos de la crisis de refugiados, Viky Georguli, una particular que ha acogido a un matrimonio de sirios que ayer perdió a su bebé en el mar, es menos optimista pues teme que los atentados reducirán la hospitalidad ofrecida hasta ahora.
«Los atentados de ayer seguramente tendrán consecuencias para los refugiados. La población local les tendrá miedo», opina Geroguli que en los últimos meses ha estado ayudando a los refugiados recién llegados a la isla, en declaraciones a Efe.
«Ya desde inicios de agosto había gente aquí que decía que yihadistas consiguen pasarse por refugiados y entrar en Europa», añade.