El portavoz de la policía, Wilben Mayor, indicó que a raíz de los atentados todos los agentes del país han sido puestos en alerta máxima dos días antes de lo previsto inicialmente por el dispositivo de seguridad del encuentro de la APEC.

Mayor dijo que se ha elevado la vigilancia en infraestructuras clave y en la periferia de Manila, donde se espera la llegada de unos siete mil líderes y delegados de 21 economías del Pacífico en una cumbre que tendrá lugar los días 18 y 19 de noviembre.

La portavoz presidencial, Abigail Valte, aseguró que la puesta en alerta es una medida rutinaria de seguridad ante actos terroristas en otros países pero descartó que sea en respuesta a una amenaza concreta en Filipinas.

«Solo estamos tomando las precauciones habituales, pero hemos puesto en alerta máxima a la policía en todo el país», dijo Valte que indicó que se harán modificaciones en los planes de seguridad de cara a la cumbre de la APEC.

«Nuestras agencias de seguridad ya están vigilando la situación y daremos los pasos necesarios para afinar, si es necesario, nuestros planes de seguridad y de contingencia para nuestros huéspedes», añadió.

El presidente, Benigno Aquino, dijo que la policía filipina está evaluando la situación y aseguró a la población que se están tomando todas las medidas necesarias.

«No hay ninguna amenaza creíble registrada hasta el momento pero vamos a mantenernos todos cooperativos y vigilantes», dijo Aquino ante la prensa.

Aquino también condenó los atentados y mostró su solidaridad con las víctimas y con el pueblo de Francia.

«Los muertos en estos ataques son una atrocidad que exigen una voz unida del mundo en la condena y el dolor», dijo el presidente filipino.