La ofensiva migratoria anunciada por el Presidente Enrique Peña Nieto en julio de 2014 fue diseñada para proteger a los migrantes. Sin embargo, el Gobierno federal reconoció a The Guardian que los resultados son insuficientes.
Ciudad de México, 14 de octubre (SinEmbargo).– La ola de niños no acompañados del año pasado que emigraron a los EU, la cual causó una crisis en ese país, desató una ofensiva en México contra los migrantes que los ha obligado a tomar rutas alternativas donde se enfrentan a ladrones armados, funcionarios corruptos y a la violencia sexual, publica The Guardian en su serie «la crisis de refugiados de América».
Jo Tuckman, corresponsal en México del diario británico, refiere en un reportaje titulado «La ofensiva de México contra la migración intensifica los peligros para los centroamericanos» los testimonios de migrantes que dijeron optar por estas nuevas rutas para evitar los puestos de control y las redadas policiales.
«Hablaron de encuentros violentos con ladrones armados y policías corruptos y la amenaza constante de la violencia sexual contra las mujeres migrantes. Las mujeres migrantes describen la forma en que se vieron obligadas a dormir con los traficantes de personas o coyotes a cambio de su ‘protección'», escribe Tuckman.
La publicación refiere que la ofensiva anunciada por el Presidente Enrique Peña Nieto en julio de 2014 fue diseñada para proteger a los migrantes. Dice que las autoridades mexicanas prometieron hacer justicia para los migrantes víctimas de abusos por parte de funcionarios y perseguir a los contrabandistas de personas y las bandas criminales que los atacaban.
Sin embargo, el Gobierno federal reconoció al medio que los resultados son insuficientes.
«El Gobierno cree que todas estas acciones han tenido importantes, aunque insuficientes, resultados,» dijo la Presidencia de la República a The Guardian en una respuesta por escrito. «El Gobierno continuará evaluando las estrategias y redoblando sus esfuerzos en estas áreas, con el objetivo de garantizar los derechos humanos y la seguridad de los migrantes que se desplazan a través de nuestro país».
El medio expone cómo a lo largo del sur de México, los migrantes centroamericanos, que huyen de la violencia, la pobreza «y el colapso institucional», han encontrado en los últimos meses que las rutas conocidas han sido bloqueadas por la ofensiva gubernamental.
«Esto ha obligado a los viajeros a desviar su recorrido por las regiones más remotas y más peligrosas, donde se enfrentan a un mayor riesgo de robo, violación, secuestro y muerte», dice el reporte.
Para The Guardian las raíces de la actual ofensiva yacen en el escándalo político desatado el año pasado por la llegada a los EU de una ola de niños centroamericanos no acompañados y las familias indocumentadas.
«La ofensiva mexicana claramente se ha diseñado en conjunto con el Gobierno de Estados Unidos», dice el diario británico.
Recuerda que Thomas Shannon, consejero del Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo al Comité de Asignaciones del Senado que lo que el gobierno de Estados Unidos planeaba hacer para evitar una repetición de la oleada era «mejorar la capacidad de México para interceptar inmigrantes antes de cruzar a México».
Aún así, refiere el medio, los migrantes aún pueden cruzarse la frontera sur de México con relativa facilidad, pero en el interior del país, encuentran que las rutas tradicionales están casi cerradas.
«Las redadas policiales significan poco ahora que nadie se atreve a viajar en el tren de carga, conocido como «La Bestia», que había sido durante mucho tiempo el principal modo de transporte para los migrantes más pobres. El tren ahora avanza lentamente través de estaciones silenciosas, con sus vagones libre de las multitudes de hombres, mujeres y niños que una vez que se aferraban a los techos y escaleras», detalla la publicación.
The Guardian dice que el impacto más evidente de que el programa ha sido un gran aumento de las deportaciones desde México son los 92 mil 889 centroamericanos enviados a sus países de origen entre octubre 2014 y abril de 2015, casi el doble de los 49 mil 893 en el mismo periodo del año anterior.
Las autoridades de Estados Unidos, por su parte, detuvieron a 70 mil 226 personas «que no son mexicanos» –en su mayoría procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador– entre octubre de 2014 y abril de 2015. El año anterior, se aprehendieron 159 mil 103.
«Tales esfuerzos pueden haber hecho disminuir el número de inmigrantes que llegan a la frontera con Estados Unidos, pero, activistas de derechos humanos dicen que no se ha hecho nada para abordar la pobreza extrema y la violencia rampante en países como Honduras y El Salvador, y los riesgos de la creación de una nueva crisis humanitaria en México también», dice el reporte.
En declaraciones al medio, Maureen Meyer, de la Oficina de Washington para América Latina, dijo que «el Gobierno de Obama ha encontrado una manera de ocultar la llamada crisis de los migrantes centroamericanos en la frontera. «¿Pero a qué precio?», cuestionó.
En otro reportaje que conforma la serie, Rory Carroll escribe desde Altar, Sonora, cómo este lugar bautizado antes como un «oasis» de migrantes «en estos días se siente más como una trampa».
«Grupos del crimen organizado rutinariamente extorsionan, secuestran y matan a los migrantes, convirtiendo a la ciudad y sal desierto de alrededor en una jugada de alto riesgo. Un tiro de dados te mete en los EU. Otro deja a tus huesos blanqueándose en la arena», publica The Guardian.
El reporte indica que dos facciones rivales del Cártel de Sinaloa conocidas como Los Memos y Los Salazar están librando una guerra asesina para el control de la zona » dejando decenas de muertos este año en el alrededor de la ciudad de Sonoyta».
Menciona que el tráfico de drogas se entrelaza con la trata de personas.»‘La mafia’, como se le llama localmente, controla una red de estafadores, transportistas, pensiones de mala muerte, guías, vigilantes, guardianes e informantes. Son ampliamente percibidos por tener a las agencias de policía y del gobierno infiltrados», dice el medio.
Los pobladores han dicho que la mafia se ha vuelto demasiada codiciosa, subiendo sus precios y la violencia además de «romper demasiados ‘huevos’ , un eufemismo para los migrantes».
«La mafia está muy arraigada a lo largo de la frontera de 2 mil millas. Y la seguridad fronteriza de Estados Unidos disminuye las opciones de abajo a zonas desoladas, peligrosos, como el desierto de Sonora», dice el medio.
