Desde junio de 2017, los abogados de Jesús Raúl Beltrán León, extraditado desde México y juzgado en Chicago por tráfico de drogas, pidieron que se anulara su declaración de culpabilidad porque habría sido extraída mediante torturas en el país. Sostuvieron que Jesús Raúl Beltrán, de 33 años, fue capturado el 16 de noviembre de 2014 en Culiacán, en México, por soldados de la Marina, que además se llevaron a su esposa y a una hija bebé.
El detenido habría sido golpeado, sometido a ahogamiento con una bolsa de plástico en la cabeza y mediante el llamado “submarino” practicado con un barril de agua. Según los abogados, fue así que Beltrán admitió en un video haber cargado un avión con drogas con destino a Estados Unidos y que después entregó a dos hijos de “El Chapo”.
Ciudad de México, 14 de septiembre (SinEmbargo).- Jesús Raúl Beltrán León, presunto escolta de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, alias “Alfredillo”, hijo de Joaquín Guzmán Loera, aseguró a las autoridades judiciales de Illinois, Estados Unidos, que fue torturado para declarar en contra de los hijos de “El Chapo”, de acuerdo con el canal ABC7 Chicago.
“Las acusaciones pintan una inquietante imagen de la aplicación de la ley en México”, escribió el juez Rubén Castillo en su fallo. “Desde la perspectiva de los derechos humanos, esto es simplemente intolerable”, dijo.
Beltrán León dio a conocer esta información durante una declaración jurada, donde también reconoció haber tenido una amistad con Iván Archivaldo Guzmán Salazar y “Alfredillo”; sin embargo, aseveró que lo torturaron para que reconociera que operaba para ambos.
«Además, admití que cada hombre tenía una tarea en particular: yo cargué la cocaína en el avión, Alfredo la apiló en el interior e Iván pilotó el avión», dijo en la declaración que fue desestimada por un juez estadounidense, según La Jornada.
Por otra parte, ABC 7 Chicago informó que el presunto escolta describió las tácticas de sofocación, asalto, golpizas y humillaciones que sufrió supuestamente por parte de policías y fuerzas armadas mexicanas después de su captura el pasado el 16 de noviembre de 2014 en Culiacán, Sinaloa.
Asimismo, indicó que Rubén Castillo, máximo juez federal en Chicago, negó la moción de desestimación aunque las acusaciones de tortura podían ser verdaderas, debido a que los fiscales no utilizarán las evidencias halladas sobre el presunto abuso.
No obstante, Castillo consideró en su fallo que los señalamientos realizados por Beltrán León son una «inquietante imagen de la aplicación de la ley en México» y «desde la perspectiva de los derechos humanos, esto es simplemente intolerable».
Según ABC 7 Chicago, el juez afirmó que la Corte se encuentra preocupada por la acusación de que oficiales estadounidenses posiblemente estuvieron involucrados en el caso de tortura contra el presunto escolta de los hijos de «El Chapo».
«La Corte también está profundamente preocupada por la acusación de que los agentes del orden estadounidenses pueden estar evitando o haciendo la vista gorda ante estas tácticas», estipuló en la resolución de esta semana.
Desde junio de 2017, los abogados de Jesús Raúl Beltrán León, extraditado desde México y juzgado en Chicago por tráfico de drogas, pidieron que se anulara su declaración de culpabilidad porque habría sido extraída mediante torturas en el país.
En una audiencia de la causa que se adelanta desde 2009, y que involucra a Joaquín “El Chapo” Guzmán y a otros 19 miembros del Cártel de Sinaloa, los abogados entregaron una carta de 26 páginas a la fiscalía del Distrito Norte de Illinois en la que piden ser informados en detalle de la detención de su cliente.
Sostienen que Beltrán, de 33 años, fue capturado el 16 de noviembre de 2014 en Culiacán, en México, por soldados de la Marina, que además se llevaron a su esposa y a una hija bebé.
El detenido habría sido golpeado, sometido a ahogamiento con una bolsa de plástico en la cabeza y mediante el llamado “submarino” practicado con un barril de agua.
Según los abogados, fue así que Beltrán admitió en un video haber cargado un avión con drogas con destino a Estados Unidos y que después entregó a dos hijos de “El Chapo”.
En la detención habrían participado agentes federales de Estados Unidos, uno de los cuales lo habría interrogado en español y admitido que trabajaba para la Agencia Federal Antidrogas (DEA).
En la carta se afirma que Beltrán, que es ciudadano estadounidense, fue detenido en México a pedido de las autoridades federales de Estados Unidos, que deberían aclarar si autorizaron la tortura, y si estuvo presente físicamente algún funcionario del Gobierno o alguna otra persona “actuando como agente libre”.
A Beltrán no le fueron leídos sus derechos, como es obligatorio cada vez que actúan agentes policiales estadounidenses como parte de un “emprendimiento conjunto”, dice la carta, que solicita la fiscalía y al juez de la causa, Rubén Castillo, que se anule la confesión.
Asimismo, la carta señala que el uso de la tortura, coerción física, psicológica u otro tipo de brutalidad “puede rendir evidencias que no pueden ser admitidas, y que pueden resultar en la anulación de todo el caso debido a la conducta indignante del Gobierno”.
Beltrán fue extraditado a Chicago en enero de 2017 para responder los cargos en su contra, como traficante de drogas y guardaespaldas de uno de los hijos de “El Chapo”, quien el mismo mes fue extraditado a Nueva York, donde es juzgado como el capo del Cártel de Sinaloa.
-Con información de EFE