Las fiestas de San Fermín en el municipio español de Pamplona concluyeron este jueves en su primera edición después de ser suspendida debido a la llegada de la pandemia de COVID-19; una persona se salvó de una herida grave tras rozarle uno de los cuernos de un toro en el lado derecho de su cabeza.
PAMPLONA, España, 14 de julio (AP).— Los toros de la prestigiosa ganadería Miura protagonizaron el jueves el último encierro de las fiestas de San Fermín, que fue el más rápido y limpio de los que recorrieron las calles de Pamplona, en el norte de España, en la última semana.
Según Cruz Roja, dos personas fueron trasladadas a un hospital de la ciudad por golpes y magulladuras tras la carrera, que duró poco más de dos minutos.
No se reportaron heridas por asta de toro ya que los Miura, conocidos por su agilidad y por su rápida respuesta, corrieron en manada y apenas hicieron caso a los cientos de corredores que avanzaban a su lado hacia la plaza de toros.
Un corredor se salvó de sufrir una lesión grave cuando el cuerno de uno de los animales pareció rozarle el lado derecho de la cabeza antes de caer al suelo.
En los encierros celebrados a las 8:00 horas (tiempo local), cientos de corredores, la mayoría hombres, corren a toda velocidad por delante y junto a seis toros bravos y los seis bueyes mansos que los acompañan por un recorrido de 875 metros a través de las estrechas calles de la ciudad norteña española. La carrera termina en la plaza de toros de Pamplona, donde los toros son sacrificados por toreros profesionales.
Decenas de miles de personas acuden a las fiestas de Pamplona, que fueron inmortalizadas en la novela de Ernest Hemingway “Fiesta”, de 1926. El momento de adrenalina del encierro se ve seguido por fiestas durante todo el día y la noche.
Durante los encierros de este año, que comenzaron el 7 de julio, cuatro personas sufrieron cornadas, pero ninguna fue grave.
Ocho sufrieron heridas por asta de toro en 2019, la última edición antes de un parón de dos años por la pandemia de la COVID-19. Dieciséis personas han muerto en los encierros desde 1910, el último en 2009.
