Científicos suponen que las herramientas se utilizaron hace unos 48 mil años para cazar presas difíciles de atrapar en la selva, como pequeños primates y roedores.
Ciudad de México, 14 de junio (RT).- El arco y la flecha formaban parte del inventario de los antiguos habitantes de Eurasia mucho antes de lo que se creía. Un equipo internacional de investigadores ha descubierto evidencias contundentes de su uso en la isla de Sri Lanka, en el océano Índico, que resulta ser el más temprano documentado más allá de África.
Las herramientas tienen unos 48 mil años de antigüedad, más que cualquier otra tecnología similar hallada en Europa, según el estudio publicado estos días en la revista Science Advances.
Los científicos llevaron a cabo el primer análisis microscópico detallado de alta potencia de los materiales hallados previamente en la cueva Fa-Hien Lena, en las profundidades de los bosques tropicales de la zona húmeda de la isla en el océano Índico, y descubrieron que son incluso más antiguos que los que se encontraron en el sureste de Asia y que datan de hace 32 mil años.
#SriLanka
Early humans living on the island of Sri Lanka 48,000 years ago crafted tools from animal bones and used them to hunt monkeys and squirrels, a new study finds. This represents the earliest evidence of bow and arrow technology outside of Africa to date. pic.twitter.com/FUFSwW3sP5— ??MURALITHARAN ??? (@muralitharan122) June 13, 2020
Los investigadores sostienen que las puntas de flecha preservadas se usaban para cazar presas difíciles de atrapar en la selva, y otras herramientas de hueso halladas en el lugar quizá eran utilizadas para confeccionar redes o ropa en el ambiente tropical. La última suposición altera drásticamente las teorías tradicionales sobre la relación de ciertas innovaciones humanas con requisitos ambientales específicos.
CAMBIO DEL ENFOQUE SOBRE LOS ORÍGENES DE LA CULTURA MATERIAL
El nuevo estudio demuestra que los arqueólogos ya no pueden vincular ciertos desarrollos tecnológicos, simbólicos o culturales de los humanos del Pleistoceno con una sola región o ambiente, como, por ejemplo, sucedió con los hallazgos de las tecnologías del arco y la flecha en África, que enmarcaron la sabana y entornos marinos como impulsores clave de la caza y experimentos culturales de aquellos tiempos.
El coautor del estudio, Patrick Roberts, del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (Alemania), señaló que «este enfoque tradicional ha significado que otras partes de África, Asia, Australasia y las Américas a menudo han sido dejadas de lado en los debates sobre los orígenes de la cultura material, como los nuevos métodos de caza con proyectiles o las innovaciones culturales asociadas a nuestra especie».
«La evidencia de Sri Lanka muestra que la invención de los arcos y las flechas, la ropa y la señalización simbólica se produjo en múltiples ocasiones y en múltiples lugares diferentes, incluso dentro de las selvas tropicales de Asia», declaró otro coautor del estudio, Michael Petraglia, también del Instituto Max Planck.
El zooarqueólogo Noel Amano, que también participó en el estudio, agregó que la ropa podría haber ayudado a protegerse contra los mosquitos tropicales, mientras que los arcos y las flechas ayudaban a los humanos a conseguir «pequeños primates y roedores que viven en los árboles».
INDICIOS DE UNA COMPLEJA Y TEMPRANA INTERACCIÓN SOCIAL
El mismo análisis microscópico de otras herramientas óseas permitió evidenciar la elaboración de cuentas de colores a partir del ocre mineral y cuentas de concha comercializadas desde la costa, que parecen haber sido asociadas con la pesca en agua dulce en los arroyos tropicales y la confección de redes o ropa, y revelan la existencia de una compleja y temprana interacción social humana en los trópicos del sur asiático.
La autora principal del estudio, Michelle Langley, de la Universidad Griffith (Australia), señaló que tienen una edad similar a la de «otros materiales de ‘señalización social’ encontrados en Eurasia y el sureste de Asia, hace aproximadamente 45 mil años».