Los operativos han corrido a cargo del director de San Miguel, Javier López González y el titular de custodios Nicolás Rodríguez Badillo por encargo de la Dirección General de Centros de Readaptación Social en Puebla que actualmente dirige Adolfo Ruiz Chacón.
Por Edmundo Velázquez
Puebla, 14 de abril (PeriódicoCentral).- A raíz de las más recientes investigaciones y operativos del penal de San Miguel en Puebla, se logró ubicar a una red de internos que servían como prestanombres de Arturo Aparicio, alias “El Cachibombo” y Eduardo Flores; esta red les permitía tener el control de concesiones y negocios al interior del centro penitenciario incluida la farmacia que también servía como punto de venta de drogas.
Derivado de un operativo reciente fue separado de la población Raúl Cano, alias “El Cano”, quien se consideraba “el contador” y operador financiero que mantenía el autogobierno del centro penitenciario de Puebla. Gracias al trabajo de investigación que ha realizado la Dirección de Seguridad y Custodia se permitió descubrir que el control y poder de Arturo y Eduardo llegaba hasta el área femenina.
Además de “El Cano” fueron segregados de la población reos como Omar Victoria, quien también fungía como administrador económico y Gilberto Huerta Molina, alias “El Borrego”, otro prestanombres de esta célula.
“El Borrego” es ubicado por tener un largo historial de intentos de motines dentro de San Miguel. Este personaje tenía el control de zonas como Visita Íntima y la Estancia de Ingreso. En ambos espacios lograba convenios económicos para que las celdas funcionaran como espacios VIP para los internos que podían pagarlo dentro del centro de readaptación, práctica que será también eliminada.
A través de Virginia Montes Ocelot, encargada de la concesión de Coca Cola y de Elizabeth Gallegos encargada de la concesión de la Farmacia, esta célula mantenía los negocios. En el caso de la Farmacia del penal esta era solamente una fachada o un disfraz para la venta de droga a reos al interior. El grupo delictivo de Arturo Aparicio, ingresaba la droga dentro del centro penitenciario y la vendía en este punto camuflándola como medicamento.
Las medidas fueron tomadas a solicitud de la Secretaría de Seguridad Pública, que con la llegada de Raciel López Salazar iniciaron la reestructuración del centro penitenciario de la capital poblana, el cual cuenta con la mayor cantidad de personas privadas de su libertad.
Los operativos han corrido a cargo del director de San Miguel, Javier López González y el titular de custodios Nicolás Rodríguez Badillo por encargo de la Dirección General de Centros de Readaptación Social en Puebla que actualmente dirige Adolfo Ruiz Chacón.