«No tengo cómo pagar semejante herencia. Como una misma cosa aprendí las palabras y la fiesta, la conversación y la leyenda, el juego y la sintaxis, la voluntad y la fantasía. Como una misma cosa miro mi historia y la del mundo en que crecí y al que vuelvo sin tregua lo mismo que quien vuelve por agua», confiesa la autora.
Ciudad de México, 14 de marzo (SinEmbargo).- Nacida en Puebla en 1949, se graduó en periodismo por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. En 1985 publicó su primera novela, Arráncame la vida (Seix Barral, 1992), que obtuvo el Premio Mazatlán en México y se convirtió en un verdadero fenómeno editorial, tanto en el mundo de habla hispana como en sucesivas traducciones a quince idiomas.
«No tengo cómo pagar semejante herencia. Como una misma cosa aprendí las palabras y la fiesta, la conversación y la leyenda, el juego y la sintaxis, la voluntad y la fantasía. Como una misma cosa miro mi historia y la del mundo en que crecí y al que vuelvo sin tregua lo mismo que quien vuelve por agua», dice la autora.
A continuación, la entrevista para Puntos y Comas.
—¿Por qué decidiste recopilar las mejores frases de tu obra y cómo fue el proceso de selección de las mismas?
—Lo decidí porque quería hacerme un regalo cuando cumpliera 70 años. Dije: voy a hacer un libro que tenga pedazos de mí, cosas que no he publicado, cosas que se me ocurren, cosas que he soñado.
Lo hice en muy poco tiempo. Elegir siempre es abandonar, entonces fui dejando cosas. En realidad este es un libro regido por el azar y también por las lecturas de otros. Pensé en que este libro fuera un juego y una compañía. Lo abres y encuentras algo.
—¿Hay alguna frase en particular que te haya marcado o sea un lema de vida?
—Creo que lo que puse hasta adelante: Yo me comprometo a vivir con intensidad y regocijo» Yo creo que esa plana completa me cuenta mucho, pues dice quién soy y quién quiero ser.
Esto se lo puse a un personaje, Isabel Arango, quien dice esto siendo muy joven. yo lo digo siendo de esta edad.
Me parece un buen compromiso, para decirse y para contagiar a otros.
—¿Mientras te releías fuiste descubriendo algo de ti misma? ¿Aprendiste algo que no conocías de ti antes de revisar tus propias palabras?
—Siempre todos los días aprendo algo que no conozco y eso es una ley de vida. Yo creo que la curiodad es una cualidad que no podemos perder nunca… A lo mejor y por eso me llevo bien con los niños, porque enseño mi curiosidad.
Sí, fui descubriendo cosas o aprobando cosas que ya sabía.