Mónica Orozco llegó desde las primeras horas de este domingo al predio El Caracol, en Ecatepec, donde el Papa Francisco oficiará a las 11:30 horas una misa multitudinaria. Ella dijo sentirse desilusionada, pues sólo arribó para pedir porque su hijo aparezca; no obstante, se negó a quedarse a un evento donde en las horas previas ha prevalecido la falta de orden. Como la señora Orozco, muchas personas caminaron kilómetros antes de llegar a ese lugar, debido a los cierres de calles y avenidas. Sin embargo, otras, identificadas como «invitados especiales» del municipio de Ecatepec, llegaron al predio en autobuses de primera clase.
Ecatepec de Morelos, 14 de frebrero (SinEmbargo).– Para la misa que dará el Papa Francisco en El Caracol, Ecatepec, hay de invitados a invitados. A Mónica Orozco Enriquez, madre de Ulises Medina Orozco, quien desapareció en 2013, la Procuraduría del Estado de México (PGJE) le prometió que sus boletos para ver al Sumo Pontífice serían de primera. Sin embargo, para nada fue así, denunció la señora, quien llegó acompañada de su madre y de su esposo.
Al ingresar al lugar, los policías de la zona de revisión le pidieron que rompiera la foto de su hijo, en la cual se muestra que la Procuraduría General de la República (PGR) ofrece una recompensa hasta de millón y medio de pesos a quien brinde información de su paradero.
Luego de batallar, logró entrar pero sólo por unos minutos. Pues el supuesto lugar exclusivo no era más que un «corral para animales», el cual ni asientos tenía. Por ello, poco después de las tres de la mañana, la familia Medina Orozco decidió volver a su casa en Zumpango, Estado de México.
–¿Por qué se regresa?– se le preguntó a la señora.
–Porque es una burla lo que nos están haciendo. Nosotros ya hemos sufrido suficiente. Esto es una majadería. Mi mamá es de la tercera edad. No se vale.
–¿Qué vio allá adentro?
–Falta de organización. No hay ni un sólo lugar para sentarse, sólo unos cuantos lugares en la tercera sección. Si uno entra lo ponen en un corral. Hacen que tires tu agua pero adentro te dan una bolsita con un cuarto –250 mililitros–. Así lo quieren tener a uno, parado hasta la una o las dos de la tarde, que más o menos es lo que dura el evento.
–¿Hay otros familiares de víctimas aquí?
–Sí.
–¿Ustedes vinieron con sus propios recursos?
–Así es. Desde las dos de la mañana llegamos.
–¿Qué opina de lo que está pasando?
–Están jugando con los sentimientos de la gente. Hay personas que vienen por fe. Hay muchos. La gran mayoría no sabe a lo que está viniendo. Los están encerrando en corrales. Están tratando a las personas como animales.
Mónica Orozco dijo sentirse desilusionada, pues vino a ver al Papa para pedir porque su hijo aparezca; no obstante, se negó a quedarse a un evento lleno de «falta de orden».
Como la señora Orozco, muchas personas caminaron kilómetros antes de llegar a El Caracol, debido a los cierres de calles y avenidas. Sin embargo, otras personas, identificadas como «invitados especiales» del municipio de Ecatepec, llegaron al predio en autobuses de primera clase.
Pero si de abusos se trata, los ejemplos durante la madrugada de domingo sobran. Uno de ellos es que auxiliares forzaban a los asistentes a tirar sus botellas de bebidas, sillas, térmos, entre otros. Sumado a ello, cientos de miles de personas se tuvieron que aferrar a su lugar, pese al frío, falta de sanitarios y la carencia de bebederos.
En un sondeo, SinEmbargo pudo constatar que muchos de los asistentes vinieron por su propia cuenta y sus recursos, únicamente contando con la asesoría de su Arquidiócesis local.
Gente proveniente de Sonora, Nuevo León, San Luis Potosí, Aguascalientes y otros estados se abrieron paso desde la noche del sábado y los primeros minutos para ingresar al recinto donde Francisco I oficiará el acto religioso.
Los convocados para hacer la valla humana, que en mayoría son quienes no alcanzaron boleto, y en mayoría son de Atlacomulco, Estado de México, llegaron a acampar desde la tarde de ayer.
Por otra parte, muchas de las escuelas de la zona, en especial Jardines de Morelos, se utilizaron como albergue para dar techo a los fieles católicos.
Rosalba Olivares, líder vecinal de Jardínes de Morelos, comentó que no está mal apoyar a los visitantes, pero se debe respetar el laicismo de las instituciones, y en todo caso también se debe auxiliar también a personas de otras religiones.
Dentro de El Caracol no se vende comida, sólo hay puestos de marcas como Bimbo y Marinela.
Se espera que el Papa llegue este domingo con un mensaje de esperanza y solidaridad a los habitantes con una misa que incluirá lecturas que les insten a no ser tentados por el demonio.
Ecatepec, donde viven unas 1.6 millones de personas, es una alfombra en rápido crecimiento de bloques de barrios pobres mezclados con algunos vecindarios mejores, y un punto estratégico para las bandas que proliferan en medio de la pobreza, el desempleo y la impunidad.
Será un fuerte contraste con la pompa del viernes en la noche cuando fue recibido con alfombra roja en el aeropuerto de Ciudad de México por el Presidente Enrique Peña Nieto y la Primera Dama Angélica Rivera, quienes le dieron la bienvenida acompañados de danzantes folclóricos y música de mariachi.
–Con información de AP