De cara a Río 2016 los problemas que ponen en riesgo la participación de los atletas mexicanos en la justa olímpica siguen surgiendo. Los dirigentes deportivos son optimistas, pero esto no asegura que sigan apareciendo nuevos inconvenientes.
Ciudad de México, 14 de febrero (SinEmbargo).- Han sido meses en que no solo federaciones, sino la delegación mexicana completa ha estado en duda para asistir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Sin embargo, cuando se pensaba que los problemas entre federativos mexicanos e internacionales eran asunto pasado, estos siguen apareciendo a menos de seis meses de que la justa olímpica de inicio.
Ya de por sí la situación económica y las grandes protestas en contra de la Presidenta Dilma Rousseff generan un denso ambiente de incertidumbre para la realización de los Juegos Olímpicos, en México la situación no se queda atrás y siguen surgiendo dudas constantes sobre la participación que tendrá la delegación tricolor, sobre todo después de los dimes y diretes que hubo el año pasado entre deportistas, presidentes de asociaciones y el titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Alfredo Castillo Cervantes.
Desde 2015, el que hasta hace poco más de un año fuera Comisionado por la Seguridad y Desarrollo Integral en Michoacán, hizo de la terquedad su estandarte en una cruzada que puso en duda la presencia no sólo de algunas federaciones deportivas del país en las próximas olimpiadas, sino de una delegación completa, a raíz de que fiscalizara el dinero que la Conade daba a las federaciones y al encontrar irregularidades como facturas falsas, largos periodos de dirigencia, abusos de autoridad y desfalcos
De esta manera, el Comité Olímpico Internacional (COI) dio a conocer que aplicaría una suspensión a México que le impediría participar como país en Río en 2016, luego de que Castillo Cervantes le quitara el título de “Federación” a algunos organismos que regulaban deportes olímpicos y no olímpicos.
“Prácticamente hemos regalado 36 mil millones de pesos en los últimos 8 años. Tenemos federativos ricos y atletas pobres. Y los resultados?”, tuiteó Castillo desde su cuenta personal. El mensaje fue bastante claro. Después de esto, la primera “desconocida” internacionalmente fue la federación de Lucha Olímpica y ante la situación nueve federaciones mexicanas (box, atletismo, pesas, boliche, lucha, tiro con arco) se unieron para emitir un comunicado al Comité Olímpico Internacional (COI) que explicaba lo que se estaba viviendo.
Finalmente, y después de varias semanas de tensión, el Comité Olímpico Internacional descartó que México pudiera quedar fuera de las Olimpiadas de Verano al señalar que no había evidencia de interferencia gubernamental en las federaciones deportivas del país y afirmó que la delegación mexicana no corre peligro de ser suspendido rumbo a Río 2016.
No obstante, si ya se aseguró la presencia de la delegación mexicana, aún no existe la certeza de que lo haga con todos sus representantes.
AÑO NUEVO, NUEVOS PROBLEMAS
Hace apenas unas semanas los problemas volvieron a surgir. Ahora con la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), que congeló al básquetbol nacional luego de una guerra verbal entre Alfredo Castillo y la Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto (Ademeba).
El organismo internacional dijo que el castigo sería levantado cuando la Conade reconociera a la Ademeba, por lo que Castillo y Horacio Muratore, presidente de FIBA Mundo, acordaron crear el Comité Reorganizador del Baloncesto Mexicano, en el cual participarán la FIBA, la Conade, la Ademeba “y personalidades que han demostrado su verdadero interés por transformar la organización de este deporte en el país”, se dio a conocer en un comunicado.
Con el levantamiento del castigo, la selección masculina de baloncesto, dirigida por el español Sergio Valdeolmillos, podrá participar en el repechaje para los Juegos Olímpicos que se celebrará en julio en Italia, Serbia y Filipinas; derecho que conquistaron en septiembre y que se vio en riesgo luego de las fricciones entre el máximo organismo regulador del básquetbol mundial y el representativo mexicano.
Sin embargo, no sólo el baloncesto mexicano sufrió un traspiés en fechas recientes. A principios de este mes la Federación Internacional de Natación (FINA) decidió suspender a México por un supuesto adeudo de cinco millones por incumplimiento de contrato a raíz de que el país declinó la realización del Mundial de Natación que se llevaría a cabo en la ciudad occidental de Guadalajara en 2017.
La decisión de la FINA, por supuesto, amenaza con dejar fuera a los atletas mexicanos que pretenden representar al país en las disciplinas de natación, nado sincronizado, natación en aguas abiertas, clavados y waterpolo.
El anuncio de la suspensión impuesta por la FINA constituye una «medida de presión”, dijo Kiril Todorov, presidente de la Federación Mexicana de Natación (FMN), y agregó que esta no tiene todavía un carácter oficial, ya que el organismo que regula este deporte a nivel internacional no le ha notificado oficialmente la suspensión impuesta.
«De lo único que tenemos conocimiento es que hay un proceso abierto en el Tribunal del Deporte y este aún no ha terminado», dijo Todorov en rueda de prensa. «Me parece que esta es una medida de presión porque ya se acercan los Juegos Olímpicos».
Por otro lado, Todorov confió en llegar a un arreglo y dijo que aunque se confirme la suspensión, los atletas mexicanos ya clasificados a los Juegos Olímpicos de este año en Río de Janeiro podrían competir en la justa pero, bajo la bandera de la FINA.
«Ellos saben que es imposible que nosotros paguemos esa cantidad. No sé qué ganan con suspendernos», agregó el dirigente. «Nosotros hemos dado ya 9,5 millones de dólares a la FINA, contando los dos millones que se dieron como garantía. Así que es antideportivo que hayan sancionado a México».
Si bien, en las declaraciones de Castillo Cervantes hay optimismo de que la delegación mexicana llegará completa a Río, la postura rígida del titular de la Conade hace pensar que también hay un peligro latente de suspensión por lo menos en una disciplina. No es para menos. Sin embargo, el dirigente ha dejado claro en más de una ocasión que no está dispuesto a dar concesiones a quien ose rebasar su plan de austeridad.
Las acciones que, de acuerdo con el Comité Olímpico Internacional (COI) fueron señaladas como opuestas a la Carta Olímpica, pusieron en riesgo la participación de México como delegación para las próximas competencias de verano. Aunque luego se dio a conocer que los atletas podrían asistir, llegado el momento, abanderados con la insignia del COI, la situación se solucionó. No obstante, nadie asegura que no sigan surgiendo inconvenientes de aquí a agosto.