El cuadro de la pintora mexicana Frida Kahlo se extravió desde 1954 tras ser obsequiado por la autora a la ex Unión soviética y ser reubicado en varias ocasiones.
Ciudad de México, 14 de enero (SinEmbargo).- El destino que tuvo el cuadro «La Mesa Herida» de la pintora mexicana Frida Kahlo se ha convertido en un nuevo misterio en el mundo del arte.
La investigadora del Instituto Iberoamericano de Berlín, Helga Prignitz -considerada una de las más importantes biógrafas de esta autora- sigue desde hace tiempo la pista del paradero de este singular cuadro que ha permanecido extraviado desde 1954.
De acuerdo con la especialista, «La Mesa Herida», un óleo sobre madera de 1.21 por 2.24 metros, fue enviado por la pintora com «un regalo muestra de amistad» a la ex Unión Soviética. Sin embargo, las autoridades de aquel país calificaron la pieza de «arte formalista burgués decadente», y según la investigadora, fue rechazada junto a otras piezas artísticas de otros 19 autores, entre ellos Raúl Anguiano, Luis Arenal, Olga Acosta, José Chávez Morado entre otros.
Prignitz y una colega rusa han dada con este hecho histórico olvidado gracias a una investigación en la que revisaron múltiples archivos tanto en México como en Rusia y Polonia, cuyos hallazgos han sido presentados en el libro “Hidden Frida Kahlo, the lost, destroyed or little known works”.
Al seguir la pista de esta pintura, las historiadoras encontraron que Kahlo exhibió la pieza por primera vez en 1940, durante una muestra internacional de surrealismo, donde no obtuvo muy buena crítica al ser considerada por los expertos «como una pintura de horror pesadillezco», y «una forma de autosuplicio» desde entonces poco se supo en México de esta pintura.
La pieza muestra un autorretrato de Kahlo, quien porta un vestido de tehuana y joyas auténticas de jade. La mesa estaba conformada por pies humanos y en cada punto se mostraban vulvas sangrantes que hacían referencia a los múltiples abortos que padeció la autora. Junto a la mesa aparecen sus sobrinos y otros invitados, entre ellos el Judas de Semana Santa y otro personaje relacionado al suicidio.
Tras ser expuesto en aquella muestra colectiva, la obra fue exhibida en el Museum of Modern Art (MOMA) sin que la autora tuviera conocimiento. Después fue regresado a la Casa Azul, hogar de la pintora, donde permaneció varios años. Finalmente Kahlo decidió enviar la pintura a la Unión Soviética como obsequio.
No obstante, la investigadora encontró que al momento en que arribó a su destino, el Museo de Arte Occidental de Moscú -donde se integraría a una colección de grabadores mexicanos-, el recinto había sido cerrado por el Gobierno soviético al considerarlo “un invernadero de servilismo a la cultura burguesa decadente”.
Es a partir de este momento que la obra comienza un peregrinar que culmina en su extravío. Según indicó Prignitz, las obras que pertenecían a la colección del museo soviético fueron reubicadas, entre estas el cuadro de la célebre pintora. Durante ese periodo el Gobierno mexicano a penas se interesó por la pieza. Según la especialista, se tiene una pista de qué sucedió con el cuadro por esos años, pues hay registros de que para 1952 la Embajada de México solicitó a las autoridades soviéticas que «La Mesa Herida» fuera prestada para una exhibición de artistas mexicanos en París. Sin embargo, se desistió integrarla a la muestra ya que el Gobierno mexicano no contaba con el dinero necesario para los gastos de transporte de la pieza.
En 1954, el muralista Diego Rivera, quien había sido pareja de la pintora, solicitó de nuevo el cuadro para ser exhibido en Polonia, lugar donde fue visto por última vez. En aquella ocasión fue mostrada sin el collar de Jade y desde entonces nadie tiene información sobre el paradero del cuadro.
“El Museo Pushkin ha negado varias veces tener la pintura, no sabemos si de Polonia fue devuelta a Moscú… es un misterio”, mencionó Prignitz.
Actualmente la obra es buscada por varios historiadores, entre ellos Raúl Cano Monroy quien ha prometido encontrarla en menos de cinco años, según indicó la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM.