Nombre: María Fabiola Ramírez Arévalo
Ubicación: León, Guanajuato.
Cargo: Fundadora y Representante legal de Asociación Cuenta Conmigo
Profesión: Empleada
Amigo Cuenta Conmigo nace en octubre de 2007 cuando abrieron la puerta al mundo del rescatismo y la ayuda animal, actividad que hoy es su labor. ACC, inició hace siete años las bases para que hoy sean una Asociación Civil no gubernamental.
Ciudad de México, 6 de junio (SinEmbargo).– «Todo empezó con un momento de curda realidad cuando me vi obligada a ayudar a un perro callejero. Esto era en contra de mi voluntad pero mi mamá me obligó y gracias a Dios lo hizo porque en ese proceso me di cuenta de la necesidad que había de hacer algo por los animales” confiesa en entrevista con SinEmbargo Fabiola Ramírez, una de las fundadoras de la Asociación Cuenta Conmigo.
A partir del caso de la perra callejera de nombre Estrella, que fue su primer rescate, comenzaron a llegar más perros en malas condiciones y los integrantes de la organización por nacer, ni siquiera tenían idea de lo que iba a empezar ni del hecho de que iban a formar una asociación.
Fabiola recuerda que desde el caso de Estrella, que lamentablemente falleció por moquillo, empezó a poner carteles en las calles para los perros que ayudaban.
“Pero en lugar de llamarme para buscar a un perro que buscara familia, me buscaron para dejarme perros, para reportar más y yo caí en el chantaje, porque había gente que me marcaba y me decía que si no recibía a los perros los iban a mandar al antirrábico o al cerro. De repente ya tenía yo 10 perros y estábamos a la mitad de una situación de la que ya no podíamos echarnos para atrás”, recuerda la activista.
Ella trabaja en el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, (Inegi) y asegura que uno de los principales problemas que enfrenta como rescatista, aparte de la indiferencia, es la burla hacia su labor.
“Siempre va a haber muchísimos mensajes que dicen que por qué no ayudamos ancianos o a niños de la calle; entonces la burla. La gente que todavía no tiene claro que un animal es un ser vivo que siente y por eso han sido compañía de los humanos durante tanto tiempo y la gente piensa que son objetos y cuando pierden la gracia se les desecha”, argumenta Ramírez Arévalo.
Las personas les reclaman, afirma, de por qué pierden el tiempo y no hacen nada por “otros humanos”, pero ella responde que en este mundo cada quien hace algo por “alguien” y para ella, eso son los animales.
“Abrí los ojos y estamos formando consciencias, pero también nuevas familias porque ellos son parte fundamental de una familia”, afirma segura de su labor Fabiola que asegura tener una vida “lo más normal que pueda ser”.
ACC no cuenta con un albergue, pero sí con muchos voluntarios que ponen su casa para cuidar de ellos y también para buscarles una familia y puedan irse en adopción.
Fabiola también vive con su hijo y con su marido. Ambos trabajan y asegura tener una vida como la de “todos los demás”, con el extra de que se hacen cargo de darle hogar a animales en sus casas.
Después de siete años siguen con el mismo objetivo: llevar consciencia a la gente e información. Uno de los puntos importantes es llevar campañas de esterilización a lugares marginados donde no llegan o son difíciles de pagar.
-¿Crees que se ha hecho un cambio en la mentalidad de las personas en Guanajuato?
-Sí, no es mucho pero me acuerdo que hace 7años que empecé todo era más complicado para la mayoría de la gente eran temas desconocidos y ha habido mucha gente que se ha animado como con voluntad, ayudando a un perro o rescatándolo aúnen las situaciones más complicadas yo siento que hemos avanzado un 5 por ciento, muy poco pero sí ha habido un cambio y también hay un despertar de consciencia.
Uno de los problemas que encara la situación de los animales de compañía en Guanajuato, según denuncia Fabiola, es la venta de animales en la vía pública que aún se permite por parte del gobierno, a pesar de estar prohibido.
“Y también el abandono, son los problemas que enfrentamos. Pero también que yo no vivo de esto, esto no da para comer, es por mero amor a los animales”, finaliza Fabiola.