ADVERTENCIA: LAS IMÁGENES SIGUIENTES PUEDEN SER MUY OFENSIVAS Y VIOLENTAS PARA MUCHOS. SE RECOMIENDA QUE MENORES DE 18 AÑOS NO LAS VEAN.
Ciudad de México, 19 de mayo (SinEmbargo).– Ciudadanos de Yucatán exigieron al priista Rolando Zapata Bello, Gobernador de la entidad, a través de una petición en la plataforma Change.org, poner un alto a las actividades violentas contra animales como las Corridas de Toros, Torneos de Lazo y al evento conocido como Kots Kaal Pato.
La semana anterior, SinEmbargo dio a conocer la investigación de Tomás Martín y las imágenes de Hugo Borges para VICE, sobre el Kots Kaal Pato, un ritual de sangre con sacrificios de animales en el poblado de Citilcum, perteneciente a la comisaría de Izamal, Yucatán.
«Lanzamos esta convocatoria para recabar firmas, no es la primera petición que hacemos precisamente por lo mismo y para evidenciar lo que es el maltrato animal justificado en tradición, cultura o como sea, pero al fin de cuentas maltrato. Como tenemos leyes que protegen a los animales, queremos que las autoridades las hagan cumplir», dijo en entrevista con SinEmbargo, Ernesto Maurin, director del Movimiento Animalista Ciudadano.
El ritual consiste en que un grupo de personas cuelga piñatas que no contienen dulces o frutas, como es la costumbre, sino con animales vivos en su interior como iguanas y zarigüeyas, conocidas también como tlacuaches.
Como cualquier piñata, éstas son golpeadas. No hay forma de evitar la muerte, ya que el animal que logre escapar de los palazos, no dura mucho tiempo sin ser lanzado de un lado a otro de la multitud hasta que queda inerte en el suelo o es aplastado a pisotones.
Cuando termina el festejo de las piñatas y las zarigüeyas han muerto, hacen su aparición los patos, animal que da origen al nombre de esta celebración.
El ave es amarrada por las patas a una estructura hecha de madera y quienes son considerados concursantes, tienen brincar para tomar el pato por la cabeza.
Una vez que logran sujetarse de la cabeza, el «afortunado» debe de arrancarla con sus manos, quien lo logre se llevará el cuerpo del pato a su casa.
El animal muere en el momento en que se le rompe el pescuezo, pero pueden pasar más de tres minutos antes de que la cabeza del pato se desprenda del cuerpo. Durante ese lapso cae una auténtica lluvia de sangre que baña tanto al que jala de la cabeza, como a los que observan el sacrificio.
La gente reunida observa. Familias enteras aplauden y ríen. Es un momento que les da una identidad comunitaria, pero nadie, absolutamente nadie, sabe explicar el por qué de la celebración y ni siquiera los más ancianos conocen sus orígenes y razones.
«Es complicado, en nuestra experiencia vamos con la gente y ella desconoce que existe protección para los animales y que es un delito matarlos, pero todo es cuestión de educación y de ejercer la ley, es decir, sancionar», aseveró Maurin sobre una posible erradicación de las actividades.
El Movimiento argumenta que en la entidad hay bellezas naturales como zonas arqueológicas, variada gastronomía y poblados que entran en la categoría de «Pueblos Mágicos».
“Como yucatecos, nos negamos a ser identificados en otras partes de la Nación y del mundo por participar y permitir este tipo de conductas sanguinarias y violentas, que nos remontan a la época de las cavernas”, asegura MAC en la petición dirigida también a Eduardo Batllori Sampedro, secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de la entidad, y a Fermín Humberto Sosa Lugo, Presidente Municipal de Izamal, Yucatán.
El Movimiento también denunció que el Kots Kaal Pato carece de lógica, antecedentes y contexto religioso o cultural que lo justifique, además que fomenta comportamientos violentos, salvajes y sanguinarios.
“Estamos convencidos de que en pleno siglo XXI, con tantas alternativas de entretenimiento y ante el grado de avance ético y moral hacia el trato a los animales, este tipo de espectáculos deberían erradicarse de nuestra sociedad”, explica el MAC en la misiva que reúne más de 5 mil firmas en menos de una semana.
Además en la petición se propone la construcción de un proyecto político que respete los derechos del os animales, con el argumento de que la violencia genera violencia y la delincuencia se genera con el maltrato animal.
Por ello solicitaron tres puntos importantes para dar paso al proyecto político:
1. Emitir un comunicado para cesar los actos de crueldad extrema y asesinato de animales por diversión que se realizan en el estado.
2. Girar instrucciones para sancionar estos actos de maltrato y crueldad de acuerdo con la Ley Estatal para la Protección a la Fauna y al Código Penal del Estado de Yucatán.
3. Implementar una campaña de consciencia para la población en general con anuncios en los medios masivos y dar pláticas en escuelas públicas.
En el trabajo con las Autoridades, MAC forma parte del Consejo Consultivo para la Protección a la Fauna en el Municipio de Mérida, desde el cual impulsaron mejoras al Reglamento Municipal para la Protección a la Fauna y promovieron la prohibición de los Circos con animales, Torneos de Lazo y Peleas de Gallos.
El Torneo de Lazo por su parte es una actividad que nació en Panamá y que varía según sus regiones, pero en el país se practica principalmente en Yucatán.
En este «ritual», aproximadamente 15 hombres entran montados a caballo al ruedo e intentan lazar a un toro de lidia que sueltan en el lugar, sin embargo, los caballos están desprotegidos y salen heridos por embestidas del toro. El vaquero que logre enlazar al toro, gana.
Apenas hace un año también se recabaron firmas a través de Internet para exigir a Zapata Bello que pusiera un alto a esta actividad, tras volverse viral una fotografía donde aparece un caballo con las entrañas de fuera. Dicha actividad continúa vigente en el estado sin ninguna sanción a quienes la realizan.
«Hay 105 ayuntamientos en desacato a la ley y eso mismo se da por los presidentes municipales, porque ellos mismos son ganaderos, promueven el Torneo de Lazo, donde destripan caballos. Son quienes otorgan licencias para vender alcohol, los que organizan los torneos y todo está muy coludido y corrompido, pero la sociedad ya está rebasando a las autoridades», concluyó Ernesto Maurin, del MAC.
