Ataque cerebral

BE FAST, el consejo de expertos para detectar un ataque cerebral

18/05/2015 - 12:00 am

Ciudad de México, 18 de mayo (SinEmbargo).- En México, cada año mueren casi 40 mil personas por enfermedades cerebrovasculares, de acuerdo con los datos más actualizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las cuales por lo general, proceden de estilos de vida modificables, y de acuerdo con los expertos es de suma importancia atender a los primeros síntomas.

La detección temprana, un tratamiento agresivo y terapias de intervención, son de acuerdo con el doctor Stanley Tuhrim, director del Centro contra Ataques Cerebrales del Hospital Mount Sinai en Nueva York, las claves para evitar la muerte y la incapacidad luego de un ataque cerebral.

Mediante un comunicado de prensa del hospital, especialistas dieron una guía de consejos para ser capaces de detectar los primeros signos. Bajo el nombre de BE FAST, o «sé rápido» en inglés, utilizaron las siglas de las seis recomendaciones a seguir.

Balance – Una pérdida repentina del balance o la coordinación, como no ser capaz de caminar en línea recta o tocarse la nariz con un dedo.

Eyes (Ojos) – Cambios repentinos en la visión, como ver doble o percibir ceguera en un ojo.

Face drooping (Parálisis facial) – Parálisis o adormecimiento en un lado de la cara, como una sonrisa dispareja.

Arm weakness (Debilidad en los brazos) – Sentir sensación de debilidad en un brazo, o no poder levantar ambas extremidades.

Speech Difficulty (Dificultad para hablar) – Arrastrar las palabras o una manera de hablar que es difícil de entender.

Time to call 911 (Tiempo de llamar al 911) – Si cualquiera de los síntomas descritos anteriormente se presentan, es importante llamar a los servicios de emergencia o ir a la sala de emergencias de inmediato, incluso si los síntomas parecen desaparecer. Hay que asegurarse de registrar el tiempo desde que se presentan los síntomas.

La American Stroke Association además, da en su sitio de internet otros signos que no son tan comunes pero también pueden presentarse, como el entumecimiento o debilidad repentina en una pierna; confusión súbita o problemas para entender; mareos o pérdida de coordinación y dolor de cabeza severo sin causa conocida.

Imagen Shutterstock
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«El reto sigue siendo educar a tanta gente como sea posible sobre las señales de advertencia temprana y los síntomas, para que los pacientes puedan obtener el tratamiento inmediato que necesitan», se pued leer en el comunicado citado por HealthDay.

Explicaron que cuando se trata de un accidente cerebrovascular, como se llama más propiamente, entre más tiempo pasa, mayor es el daño en los órganos. La gente que llega a la sala de emergencia para recibir tratamiento dentro de las tres primeras horas tras la primera señal o síntoma es generalmente la que tiene el mejor desenlace.

Estos ataques ocurren cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene y si éste para por más de pocos segundos, el cerebro no es capaz de recibir nutrientes y oxígeno, y las neuronas mueren, lo que causa daño permanente.

De acuerdo con datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, hay dos tipos principales de accidente cerebrovascular: el isquémico y el hemorrágico.

El primero se da cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro es bloqueado por un coágulo de sangre. Los otros suceden cuando un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se debilita y se rompe, lo que provoca que la sangre se escape hacia el cerebro.

Los médicos del Mount Sinai apuntaron además que cualquier personas puede sufrir un ataque cerebral aunque el riesgo aumenta con la edad, pues más de un tercio de las personas hospitalizadas por esta causa en EU son menores de 65 años.

Dijeron también que las mujeres son más propensas a ellos, pues son casi 55 mil féminas más que hombres las que sufren accidentes cerebrovasculares al año.

Aunque el principal factor de riesgo para padecer una afección de este tipo es la presión arterial alta, pero también contribuyen el colesterol alto, antecedentes familiares con la enfermedad, el tabaquismo y la diabetes.

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