México, 25 Abr (Notimex).- La senadora panista Silvia Garza Galván solicitó al titular la Comisión Nacional del Agua, Roberto Ramírez de la Parra, que asista a una reunión de trabajo, a fin de que informe sobre el número y estatus de las concesiones otorgadas a la empresa Buenavista del Cobre, perteneciente a Grupo México.
Del mismo modo, la legisladora federal pidió a la dependencia federal investigar a la empresa por la supuesta explotación de agua “que adicionalmente extrae en pozos sin contar con el permiso correspondiente, en Sonora”.
También, sobre el estado que guardan los principales ríos del país por la contaminación de desechos sólidos, industriales y de hidrocarburos, especialmente en los ríos Grijalva, Lerma-Santiago, Papaloapan, Sabinas, Coatzacoalcos, Tonalá, El Fuente y Pánuco.
Detalló que su petición a Conagua es para realizar un “análisis más profundo” sobre el estatus de las concesiones otorgadas a esa empresa por la explotación de 93 pozos amparados por 14 títulos, y porque “en la actualidad la compañía minera aprovecha otros 30 pozos más de uso agrícola, pecuario y múltiple”.
La senadora recordó que el 6 de agosto del 2014 un derrame tóxico de la minera afectó directamente a 25 mil habitantes de los municipios vecinos al río Sonora, con una afluencia de 300 millones de metros cúbicos de agua, cuyo volumen sirve de abastecimiento a Hermosillo.
Dijo que de acuerdo con especialistas, Grupo México ha conformado un monopolio del agua en la región, aunado a que los títulos expedidos a favor de la empresa no cuenta con permisos de descarga, razón por la cual debe ser atendido de inmediato por la Conagua.
“Hoy el río está enfermo por la minería, ya que es utilizado como drenaje, por la voracidad de la industria, por la existencia de represas y por el derrame de la mina Buenavista, que tienen al borde del colapso a ese cauce”, declaró.
Otro tema para abordar con Ramírez de la Parra, abundó Garza Galván, es la falta de supervisión de la dependencia a su cargo, sobre 200 represas o diques construidos en ranchos ganaderos y que cortan la corriente natural del río.
Dado que la producción pecuaria y agrícola del estado es de suma importancia para la región, debe existir una exploración racional de agua que no ponga en riesgo la estabilidad productiva, señaló.