La interrupción del embarazo de 34 semanas fue necesaria por las condiciones de la paciente, quien se encuentra fuera de peligro en casa pero continúa en recuperación.
Ciudad de México, 13 de noviembre (SinEmbargo).- Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guerrero salvan la vida de una joven madre y su bebé luego de ser intubada por complicaciones de COVID-19 con siete meses de embarazo.
Yareli de 29 años conoció por fin a su hijo tras dos meses de recibir atención integral por parte de médicos del Hospital General Regional (HGR) No. 1 “Vicente Guerrero”, en Acapulco.
La paciente llegó al hospital con 34 semanas de embarazo, hipertensión, infección por COVID-19 y el desarrollo de neumonía; y ante este panorama, los especialistas determinaron como «urgente» la interrupción del embarazo para favorecer el estado de salud del bebé, relató el doctor Salomón García Andraca, director del HGR No. 1.
«Luego de la cesárea y posterior intubación, Yareli sufrió dos infartos. El primero cuando se encontraba hospitalizada en el área de atención COVID y el segundo cuando fue intubada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), lo que agravó aún más su estado de salud», mencionó García Andraca.
Pese a la complicaciones que presentó la paciente, logró mejorar y regresar a su casa para continuar ahí su recuperación, pues sigue en el proceso de regeneración de una traqueotomía, una apertura quirúrgica en frente del cuello, la cual se realiza durante un procedimiento de emergencia o una cirugía planeada.
Su hermana Jacqueline compartió la incertidumbre que vivió al principio al saber la gravedad de su familiar, por lo que conversar con los especialistas del IMSS, supo que tanto la intubación como la interrupción del embarazo fueron la mejor alternativa.
Por su parte, Yareli destacó el valor y compromiso de todo el personal del Hospital “Vicente Guerrero”, así como el contacto directo que tuvieron con sus familiares para mantenerlos informados en cada paso de su evolución.
Además, hizo un llamado a la población a no confiarse con el semáforo epidemiológico en color verde, y a continuar con las acciones de prevención: uso adecuado de cubrebocas, lavado o desinfección de manos, así como la sana distancia, «ya que la COVID-19 no se ha ido».
