Su nuevo disco llega en un momento marcado por la pandemia en el que la humanidad necesita más que nunca el «bálsamo» de la música, como lo describe el ganador de Operalia, el concurso de canto de Plácido Domingo, en 2005.
Miami, 13 nov (EFE).- Por la pandemia, el tenor mexicano Arturo Chacón-Cruz necesita más que nunca la Navidad. Hace ya tres semanas que colocó el «arbolito» navideño en su hogar para «ver un poco de alegría en el horizonte» y ahora publica un disco con 14 canciones cargadas de «proteínas» para su época del año preferida.
Quería un disco «con mucha, mucha carne, con proteína y que fuera poco superficial», según dice en una entrevista con Efe este internacional y galardonado tenor.
El álbum «A Christmas Wonderland», en el que el cantante nacido en Sonora hace 43 años pensaba desde hace cuatro años y se grabó en 2019, sale a la venta este viernes.
LA MÚSICA, UN BÁLSAMO PARA LA PANDEMIA
Su nuevo disco llega en un momento marcado por la pandemia en el que la humanidad necesita más que nunca el «bálsamo» de la música, como lo describe el ganador de Operalia, el concurso de canto de Plácido Domingo, en 2005, y del Premio Manetri-Shrem a la Estrella del año 2017 de la Ópera de San Francisco, entre muchos honores.
Según cuenta en la entrevista por Zoom, había pensado en titularlo «Vuelvo a casa por Navidad», pero con la pandemia y los confinamientos y limitaciones de movimiento «todos estamos en casa» y ese título quedó «fuera de lugar».
Aunque es su época del año preferida, la Navidad siempre fue triste para Chacón-Cruz porque le tocaba viajar por sus compromisos laborales y estar en su mayoría «fuera de casa».
La música navideña es, por eso, «tan, tan fuerte para mí, está llena de nostalgia y de emociones», subraya.
Las canciones del disco, que en «un 80 por ciento son nostálgicas», transmiten esa añoranza de nuestros seres queridos y también la «aceptación de dónde y cómo estamos» para «limpiar la ansiedad y tristeza» que ha provocado la covid-19 en el mundo.
TRATANDO DE EVITAR EL CLICHÉ DEL TENOR
El disco, cantado en inglés salvo el clásico «Adeste Fideles» en latín y unas estrofas en español y alemán en «Silent Night», es para un público general.
Del equipo que ha hecho posible «A Christmas Wonderland» Chacón-Cruz destaca a dos españoles: Roberto Berrocal, un pianista de conciertos que logra «una orquesta reducida a un piano», y Rafa Sardina, productor y uno de los «ingenieros de audio mas importantes del mundo».
«Estamos muy orgullosos del concepto», agrega este tenor desde su casa de Miami, donde vive cuando no está en su casa de Canadá, allí donde los adornos navideños ya están puestos.
Chacón-Cruz advierte que no es un disco de ópera y que, aunque buscó temas que se adaptaran a su instrumento, la voz, no quiso cantar al estilo de un tenor para evitar el «cliché».
También evitó que el disco sonara a villancico festivo y repetitivo, dice haciendo una parodia de ese sonido.
Las canciones del disco, que contiene un solo de Berrocal interpretando al piano el «Ave María» de Gounod, «te transportan a un lugar con la mente (…) son muy descriptivas de lugares y del anhelo del pasado que también puede volver».
CORAZÓN ROTO
Sobre el futuro de la música y del arte en general una vez que exista una vacuna contra la covd-19, opina que va haber «muchísimos cambios» empezando por un «bajón» del uso de la tecnología. «Espero», matiza.
La pandemia ha hecho que un 70 % de los cantantes y músicos clásicos hayan tenido que dejar el gremio y dedicarse a otra cosa no relacionada con el arte, dice citando un estudio británico.
Al tenor mexicano le ha «roto el corazón» no solo que los artistas se queden sin escenarios, también que «personas que necesitan el arte para estar bien» no reciban su «bálsamo».
«El artista real tiene que estar muy conectado a la realidad del mundo», subraya Chacón-Cruz, que durante la pandemia ha ofrecido 43 conciertos por Facebook desde su casa que llegaron a más de 4 millones de personas.
«Recibimos unos 80 mil mensajes», dice con orgullo, tras reconocer que tuvo «miedo» de estar allí «solo con su guitarrita», cuando está acostumbrado a trabar con 60 coristas y 70 músicos en el foso de la órquesta.
«Increíblemente», los picos de máxima audiencia fueron cuando interpretó temas de ópera, dice Chacón-Cruz, que ha publicado dos discos de mariachi que han «triplicado su público» y acercado a muchas personas al «bel canto».
Para el 28 de noviembre tiene una cita con La Bohème en la Ópera de San Francisco, donde interpretará a Rodolfo.