La investigación se abrió en junio de 2013, cuando el actual Primer Ministro, Manuel Valls, titular de Interior en esa fecha, entregó a la Justicia un informe de inspección en el que se afirmaba que su predecesor habría recibido unos 250 mil euros en metálico sacados de esos fondos.
París, 13 nov (EFE).- El ex Ministro francés del Interior Claude Guéant, antiguo brazo derecho del ex Presidente Nicolas Sarkozy, fue condenado hoy a dos años de prisión exentos de cumplimiento, 75 mil euros de multa y cinco años de inhabilitación pública en el proceso abierto sobre la entrega de primas en efectivo entre 2002 y 2004.
Guéant estaba inculpado por complicidad en malversación de fondos públicos y receptación por los 210 mil euros que recibió en esa fecha cuando era director de gabinete de Sarkozy, quien entonces era titular de Interior.
Se trataba de dinero de los llamados Gastos de Investigación y de Vigilancia (FES), procedentes de una partida de una docena de millones de euros anuales destinados teóricamente a financiar en efectivo algunas pesquisas que debían mantenerse en secreto, pero que en su mayor parte se consagraban a primas excepcionales.
La distribución de ese dinero corría a cargo de la Dirección General de la Policía Nacional, al frente de la cual estaba Jean-Michel Gaudin, que hoy también fue condenado a diez meses exentos de cumplimiento por malversación.
Los otros tres acusados -Michel Camux, Daniel Canepa y Gérard Moisselin, a quienes Guéant transfirió la mitad del dinero recibido- fueron condenados a ocho meses exentos de cumplimiento y multas respectivas de 40 mil, 30 mil y 20 mil euros, según los medios franceses.
Los abogados de los condenados avanzaron hoy que van a presentar un recurso al considerar que los elementos con los que se ha probado su culpabilidad son insuficientes y que la instrucción dejó sin resolver algunas de sus peticiones.
La investigación se abrió en junio de 2013, cuando el actual Primer Ministro, Manuel Valls, titular de Interior en esa fecha, entregó a la Justicia un informe de inspección en el que se afirmaba que su predecesor habría recibido unos 250 mil euros en metálico sacados de esos fondos.
La revelación le condujo a modificar radicalmente la atribución de los FES, de forma que solo se puedan utilizar para pagar compras que no pudieran programarse por anticipado, como comidas o billetes de tren improvisados con motivo de una investigación.