El Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano Alamán, dio inicio al programa Vaquita CPR, el cual pretende rescatar los últimos 30 ejemplares que quedan y reubicarlos temporalmente en un santuario, el cual, dijo, «generará sin duda una demanda turística de personas que quieren conocer a la vaquita marina”.
Estas declaraciones no fueron bien vistas por las organizaciones, las cuales consideraron que las vaquitas marinas son objeto de conservación y no de explotación turística o exhibición.
“Rafael Pacchiano olvida que la ineficacia del gobierno para proteger a la especie in situ, obligó a tomar la decisión desesperada del Vaquita CPR y no conforme con ello, busca ahora convertirlo en un atractivo circense que intentará lucrar con el morbo de ver a las últimas vaquitas marinas del mundo, sin pensar realmente en las alternativas de pesca sustentable que son la solución de fondo para las comunidades”, expusieron Greenpeace México, Conservación de Marinos Mamíferos, el Centro para la Biodiversidad Biológica, Defenders of Wildlife y Teyeliz en su posicionamiento.
Ciudad de México, 13 de octubre (SinEmbargo).– Organizaciones de la sociedad civil alertaron que con el plan «Vaquita CPR ” el Gobierno de México intenta llevar a la vaquita marina a un “circo” disfrazado de santuario de conservación.
Ayer, el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano Alamán, dio inicio al programa Vaquita CPR (Conservación, Protección, Recuperación), el cual pretende rescatar los últimos 30 ejemplares que quedan y reubicarlos temporalmente en un santuario marino en el Alto Golfo de California mientras se erradica la principal amenaza del cetáceo, las redes de pesca.
Rafael Pacchiano, miembro del Partido Verde, aseguró que el santuario generará “sin duda una demanda turística de personas que quieren conocer a la vaquita marina”.
Frente a estas declaraciones, cinco organizaciones sociales acusaron que los programas de conservación no pueden tener fines comerciales, pues se deja de lado la protección de las especies.
“Las vaquitas marinas son objeto de conservación y no de explotación turística o exhibición. Cuando hay intereses comerciales se deja de hacer conservación. Preocupa que Pacchiano, en su papel de Secretario de Medio Ambiente, abogue por el desarrollo turístico y pesquero sin que haya logrado antes proteger a la especie”, expusieron en un posicionamiento.
Las organizaciones Greenpeace México, Conservación de Marinos Mamíferos, el Centro para la Biodiversidad Biológica, Defenders of Wildlife y Teyeliz rechazaron la posibilidad de explotar turísticamente el santuario.
“Rafael Pacchiano olvida que la ineficacia del gobierno para proteger a la especie in situ, obligó a tomar la decisión desesperada del Vaquita CPR y no conforme con ello, busca ahora convertirlo en un atractivo circense que intentará lucrar con el morbo de ver a las últimas vaquitas marinas del mundo, sin pensar realmente en las alternativas de pesca sustentable que son la solución de fondo para las comunidades”, declaró Miguel Rivas campañista de Océanos de Greenpeace México.
El titular de la Semarnat recibió al equipo de científicos y técnicos que trabajarán para rescatar a la vaquita marina. El programa consta de tres fases: La primera etapa se refiere a la captura de ejemplares de la marsopa; en la segunda fase, las vaquitas serán albergadas en albercas especialmente diseñadas para este proyecto; en la última fase, serán trasladadas al santuario.
“Es muy cuestionable la participación de la industria de los delfinarios en este intento por rescatar a la vaquita, ya que su único objetivo es comercial, no de conservación; su influencia sobre la Semarnat es deplorable y por supuesto que querrán obtener dinero por exhibir a la vaquita”, dijo Mercedes Anzures, de COMARINO.
“Nos causa gran preocupación que se pretenda hacer turismo de un proyecto de conservación que nadie sabe si podrá tener éxito o no. Nadie sabe si las vaquitas morirán del estrés del cautiverio y así ¿quieren abrirlo al público?. Es como abrir al turismo un hospital de cuidados intensivos. Esto solo demuestra falta de conocimiento y sensibilidad por parte de las autoridades”, mencionó Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México.
La mitad de la población de la vaquita se perdió sólo entre 2015 y 2016. En febrero, el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita marina (CIRVA) dio a conocer que la marsopa más pequeña del mundo está cada vez más cerca de la extinción, ya que apenas quedan 30 ejemplares en vida silvestre, por lo que activistas y especialistas han alertado que podría extinguirse en los siguientes tres años si no se actúa con prontitud.
En marzo pasado, más de 45 organizaciones de Estados Unidos iniciaron la campaña “Boycott Mexican Shrimp” [Boicot al Camarón Mexicano] con el fin de presionar al Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto a que proteja a la vaquilla marina.
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DUDAN DEL CONTROL EN PESCA DE TOTOABA
La mayoría de las redes de pesca que están acabando con la vida del mamífero coinciden con las que se usan furtivamente para cazar la totoaba, un pez cuya vejiga natatoria se vende en el mercado negro a miles de dólares el kilo.
Pacchiano habló también de que una vez que la vaquita marina esté en cautiverio, la pesca de totoaba podría legalizarse con base en estudios que señalan la existencia de una población mayor a la de 1940, sin que muestre las cifras avaladas científicamente por una publicación arbitrada, lo que realmente le daría validez.
De concretarse esta propuesta, el titular de Semarnat, dijo que será el gobierno quien controle la emisión de permisos para la pesca de totoaba.
Al respecto, Alejandro Olivera representante en México del Centro para la Diversidad Biológica, alertó que “se expandirá un mercado de una especie en peligro de extinción sin contar con estudios verificados por expertos independientes sobre el estado que guarda su población. Además de que hay convenios internacionales que cumplir, lo cual no se hace de la noche a la mañana con decisiones unilaterales».
Hasta ahora, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) es la autoridad responsable del otorgamiento de permisos de pesca, sin embargo, las organizaciones la han acusado de no fiscalizar ni vigilar adecuadamente sus propios procedimientos, siendo una de las causas de la inminente extinción de la vaquita marina.