Buenos Aires, 13 oct (dpa) – La violencia de género en la Argentina no se detiene y en la última semana se perpetraron nueve feminicidios, mientras otras dos mujeres luchan por sobrevivir tras ser atacadas por sus respectivas parejas, informa hoy la prensa local.
Tres de las víctimas murieron el fin de semana, al mismo tiempo que unas 60 mil personas se reunieron en el Encuentro Nacional de Mujeres realizado en Mar del Plata para volver a reclamar «Ni una menos», el lema de la campaña contra los feminicidios, y reclamar políticas para la defensa de los derechos de la mujer. Dos de los femicidios ocurrieron en la misma ciudad balnearia donde se celebrara el encuentro.
La cantidad de víctimas en los últimos siete días supera en mucho el promedio de un feminicidio cada 30 horas que registraron en los últimos años las organizaciones no gubernamentales que trabajan esta problemática.
El asesinato a golpes de una joven de 22 años en la localidad de Ramos Mejía, en las afueras de Buenos Aires, acaparó la atención mediática, después de que se detuvo a su novio, de 27 años. El hombre es el principal sospechoso de haber matado a golpes a la joven en el marco de una relación que la familia de la mujer sospechaba ya como violenta.
«Siempre pensábamos: ‘Esto va a terminar mal’, pero lo máximo que yo pensé era una pelea muy fuerte, escandalosa, no este final. No veíamos violencia física, pero sí los rasgos de un manipulador», relató la madre de la víctima en declaraciones publicadas hoy por el diario Clarín.
El crecimiento de la violencia de género preocupa a las organizaciones de derechos humanos, que en junio convocaron a una masiva movilización bajo el lema «Ni una menos» para visibilizar el tema y concientizar a la sociedad.
El Encuentro Nacional de Mujeres debatió el tema en los talleres que trabajaron a lo largo del fin de semana en Mar del Plata, junto con otros derechos de las mujeres y el reclamo para la legalización del aborto.
La marcha de cierre del encuentro terminó con violentos incidentes frente a la catedral de Mar del Plata, donde un grupo de mujeres que se separó de la columna central y junto con militantes de agrupaciones políticas se enfrentó con otro grupo conservador de ultraderecha que se congregó en el templo. La policía reprimió los desmanes con gases lacrimógenos y balas de goma.
