El trabajo versa sobre la vida y obra del Premio Nobel de Literatura 2010 y de su estancia en ciudades como París, Londres, Barcelona y Madrid, además de Arequipa, Ciudad de México y por supuesto Lima, entre otras.
Ciudad de México, 13 septiembre (EFE).- El escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de literatura, visitará la Ciudad de México la próxima semana para presentar una serie documental sobre su vida, producida por la empresa mexicana de televisión TV Azteca.
TV Azteca informó hoy que, bajo el título «Mario Vargas Llosa, una vida en palabras», el escritor y su hijo, el ensayista y periodista Álvaro Vargas Llosa, explicarán el contenido de la serie y del material que grabaron a principios de 2019.
El trabajo versa sobre la vida y obra del Premio Nobel de Literatura 2010 y de su estancia en ciudades como París, Londres, Barcelona y Madrid, además de Arequipa, Ciudad de México y por supuesto Lima, entre otras.
En una entrevista publicada en el diario español El País el pasado sábado, Vargas Llosa reveló que de niño sufrió tocamientos por parte de un religioso lo que le llevo a apartarse de la religión.
«La única consecuencia que tuvo esta historia fue que yo, que había sido muy católico, empecé a darme cuenta de que yo ya no creía», confesó en la entrevista con el periodista Juan Cruz.
El escritor peruano, que también tiene nacionalidad española, recogió en su libro de memorias El pez en el agua, cuya primera edición de la editorial Planeta se publicó en 1993, que de niño un religioso, el hermano Leoncio, le llevó a su cuarto en un colegio en que estudiaba en Lima y sintió que le tocaba la bragueta, ante lo que salió corriendo.
«Quedé muy fastidiado con ese intento de masturbarme del curita», aseguró a El País, y dijo que «la única consecuencia que tuvo» fue que él, «que había sido muy católico», empezó a darse cuenta de que «ya no creía».
El escritor, de 85 años, recordó aquello como «un pequeño incidente», al precisar que este tipo de abusos «en algunas personas tuvo unas consecuencias traumáticas», pero no fue su caso, pues «ese curita no llegó a cosas mayores».
«Muchos de esos niños sufren generalmente un trauma que les dura toda la vida», pero no en su caso «porque aquello fue apenas un momento», aunque sí tuvo el efecto de apartarle de la religión, subrayó en la entrevista.