Otra de las observaciones hechas por el CDHNL es que de las víctimas -que fueron acomodadas al interior de la casa- ninguna traía un arma entre sus manos, no había cartuchos a su alrededor ni impactos de bala en las paredes a su alrededor.
Ciudad de México, 13 de septiembre (SinEmbargo).- El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL) difundió un video en el que señala pruebas que demuestran que el supuesto enfrentamiento registrado el 5 de septiembre entre policías del Centro de Análisis, Inteligencia y Estudios de Tamaulipas (CAIET) e integrantes de Cártel del Noreste (CDN) fue un montaje.
En el video difundido por el sitio Aristegui Noticias, el CDHNL asegura que en seis horas, policías estatales manipularon las evidencias, sembraron armas y modificaron la vestimenta de las ocho víctimas de la «masacre en la colonia Valles de Anáhuac».
De acuerdo con la organización, la camioneta Tundra negra fue trasladada con una grúa desde la calle Francisco I. Madero hasta la Avenida 7 en la colonia referida, en donde habría sucedido el enfrentamiento.
El Comité indica que el vehículo tenía una torreta y blindaje artesanal con bisagras y cerrojos que permitieron ocultarlo en el interior de la caja durante el trayecto, por lo que en los videos no se ve la protección.
En el minuto 1:12 se observan un instante del trayecto; en las imágenes se ve que una grúa arrastra una camioneta Tundra -no se ve el blindaje ni la torreta- y detrás circula un vehículo tipo Jeep azul.
Sin embargo, al llegar al lugar del enfrentamiento, armaron el blindaje y tomaron fotografías que enviaron a autoridades de Tamaulipas, por lo que indicaron que la unidad fue manipulada en varias ocasiones.
Otra de las observaciones hechas por el CDHNL es que de las víctimas -que fueron acomodadas al interior de la casa- ninguna traía un arma entre sus manos, no había cartuchos a su alrededor ni impactos de bala en las paredes a su alrededor.
«Una de la víctimas, tenía puestas las botas tácticas al revés. Rodilleras -también tácticas- estaban mal puestas y de costado, no en las rodillas», apuntó.
La organización documentó que las ocho víctimas vestían uniformes de talla grande. Además, éstas quedaron en posiciones «anormales» para tratarse de un enfrentamiento y todas tenían en la cabeza un «tiro de gracia».