Novela seleccionada por The New York Times, The Washington Post, National Public’s Radio y Barnes & Noble como uno de los mejores libros del año. Un himno a Nueva York, un homenaje a los ’70, una historia coral al más puro estilo estadounidense.
Ciudad de México, 13 de agosto (SinEmbargo).- William Hamilton-Sweeney y su hermana Regan, herederos de una de las mayores fortunas de la ciudad, no se han visto desde hace más de una década. William rompió con su familia durante su adolescencia, y ahora, tras dejar el grupo de música punk que fundó, vive en el barrio de Hell’s Kitchen con su novio Mercer, un joven profesor procedente de Georgia que sueña con escribir la Gran Novela Americana.
Regan sigue en el seno de la élite y, en pleno proceso de separación de su marido, Keith, se enfrenta a un escándalo familiar. Por otro lado, Charlie y Samantha, dos adolescentes de los suburbios, sucumben a los encantos del lado más radical y underground del Bajo Manhattan, mientras la música de una joven Patti Smith resuena por sus calles.
Un tiroteo en Central Park durante la Nochevieja de 1976 será el detonante que emplazará a los personajes de esta extraordinaria novela sobre el tablero de una ciudad que, al verano siguiente, se colapsará durante el famoso apagón de 1977.
Ciudad en llamas (Penguin Random House) fue la novela más esperada de la temporada en Estados Unidos. Tras batir todos los récords de contratación para una primera novela (tanto en términos económicos como en número de lenguas), con el paso de los meses la expectativa fue creciendo hasta desembocar en su lanzamiento en Estados Unidos en el pasado mes de octubre con fanfarria y honores destinados solo a las obras literarias definitivas y con un gran recibimiento por parte de la crítica.
Ciudad en llamas es muchas cosas a la vez: una apasionante lectura de casi mil páginas, una novela coral, un himno a Nueva York, un homenaje a los ’70.
FRAGMENTO DE CIUDAD EN LLAMAS
“El amor, como Mercer lo había entendido hasta la fecha, conllevaba vastos campos gravitacionales de deber y desaprobación que se imponían a las partes implicadas y convertían incluso una charla trivial en una lucha por seguir respirando. Ahora conocía a una persona capaz de no devolverle las llamadas durante semanas sin sentir la menor necesidad de disculparse. Un caucásico que se paseaba por la calle Ciento veinticinco como si le perteneciera. Un hombre de treinta y tres años que todavía dormía hasta las tres de la tarde, incluso después de empezar a vivir juntos. Al principio, la entrega con que William se dedicaba a hacer exactamente lo que le venía en gana había supuesto una revelación. De pronto, era posible separar el amor de estar en deuda con alguien.
Más recientemente, sin embargo, Mercer había comenzado a sospechar que el precio de la liberación consistía en negarse a mirar atrás. William solo hablaba en los términos más vagos de su vida antes de Mercer: el período de dependencia de la heroína durante los primeros años setenta que le había convertido en un goloso insaciable; los montones de cuadros que se negaba a mostrar a Mercer ni a nadie que pudiera haberlos comprado; el grupo de rock implosionado cuyo nombre, Ex Post Facto, había grabado con una percha metálica en la espalda de la chupa de cuero. ¿Y la familia? Silencio total. Durante mucho tiempo Mercer ni siquiera había deducido que William era uno de los Hamilton-Sweeney, lo que era más o menos como conocer a Frank Tecumseh Sherman y no caer en preguntarle por algún parentesco con el general. William todavía se paralizaba cada vez que se mencionaba la Hamilton-Sweeney Company en su presencia, como si acabara de encontrarse una uña en la sopa e intentara retirarla sin alarmar a los otros comensales. Mercer se decía que sus sentimientos no habrían cambiado un ápice de haber sido William un Fulanito o un Menganito. Con todo, costaba reprimir la curiosidad.”
¿Quién es Garth Risk Hallberg?. Escritor y periodista, ha publicado tanto sus historias como sus ensayos en el New York Times Magazine, el New York Times Book Review, New York Magazine, Slate, The Millions, Los Angeles Times y Best New American Voices 2008. En 2007 su novela ilustrada A Field Guide to the North American Family estuvo postlada al Believer Book Award. Tiene 37 años y vive en Brooklyn con su esposa y sus hijos.