La experta destaca que en primer lugar es importante individualizar cada caso, pero a grandes rasgos se trata de ver si ha sucedido algo en la vida de la mujer que pueda justificar ese patrón de sangrado anormal, como la edad, si hay otros síntomas acompañantes, o si existiera, por ejemplo, algún cambio importante en los cambios de vida de la mujer.
Madrid, 13 de julio (EuropaPress).- La regla no es regular en muchas mujeres, pero vamos a entender qué significa la regularidad en un ciclo menstrual porque tiene muchos matices. «Para hacer un buen diagnóstico en cuanto a reglas irregulares hay que ver qué hay debajo de éstas. No es tan importante cómo sangras, sino por qué sangras como sangras».
Así lo afirma en una entrevista con Europa Press la doctora Miriam Al Adib Mendiri, ginecóloga y obstetra, quien acaba de publicar Hablemos de nosotras (Oberon), un manual en el que trata este asunto, así como otras reflexiones que pueden afectar a la salud de la mujer.
Dice en primer lugar que es importante individualizar cada caso, pero a grandes rasgos se trata de ver si ha sucedido algo en la vida de la mujer que pueda justificar ese patrón de sangrado anormal, como la edad, si hay otros síntomas acompañantes, o si existiera, por ejemplo, algún cambio importante en los cambios de vida de la mujer.
«Con estos datos a veces es suficiente. Si hablamos de una mujer de 45 años a quién la regla le empieza a venir irregular y presenta algunos sofocos estaríamos ante una perimenopausia y esto no es preocupante, a no ser que sangre en exceso y pierda demasiada sangre. En este caso entonces sí habría que valorarlo», advierte la ginecóloga.
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En una entrevista con Europa Press, indica que una regla normal tiene una duración de entre 21 y 35 días. «Cuando se sale un poco de estos márgenes y no hay síntoma asociado, no es necesario consultar. Pero si hay síntomas asociados o se sale muy ampliamente de estos márgenes habría que ver qué pasa», agrega.
Con ello, precisa que hay «multitud» de causas que pueden favorecer un patrón de sangrado anormal:
1. De tipo estructural u orgánico, como los pólipos endometriales, miomas submucosos, o la hiperplasia de endometrio. En algunos casos es necesario realizar una biopsia de endometrio.
2. Hormonales: hipotiroidismo, síndrome ovario poliquístico, fallo en el eje hipotálamo-hipofiso-ovárico, que puede estudiarse a través de un análisis de sangre.
3. Razones ambientales como el estrés o los malos hábitos de vida.
4. Causas fisiológicas: perimenopausia y adolescencia principalmente.
«Mucha gente se obsesiona con que sea puntual, pero hay que tener en cuenta que cuando se toman anticonceptivos, estos aportan las hormonas que produce el ovario en versión sintética y al darlos haces que el eje hipotálamo-hipofiso-ovárico deje de funcionar. No es una regla que hayas producido con tus hormonas sino con las sintéticas. Entonces cuando tenemos la regla irregular antes es muy importante estudiar por qué es irregular, porque puede ser también por estrés, o porque tienes un hipotiroidismo, y al dar el anticonceptivo se regula el ciclo pero se mantiene el problema de fondo», remarca la doctora Al Adib Mendiri.
Sobre las implicaciones que pueda tener un patrón de regla anormal, la experta sostiene que todo depende de la causa subyacente, por eso insiste en la idea de que lo importante no es cómo sangres, sino por qué sangras como sangras.
«Si se presenta este patrón a los 45 es porque tienes la perimenopausia y es lo que toca, salvo si hubiera un exceso de sangrado, que si sangras una barbaridad hay que vigilarlo por si hubiera algún problema como por ejemplo hiperplasia endometrial o pólipo, y también por si hubiera anemia secundaria a la excesiva pérdida de sangre» , aprecia.
En este contexto, remarca que no tenemos por qué heredar el patrón de sangrado de nuestras madres, aunque reconoce que sí puede existir cierto componente genético y ambiental que se puede compartir con las madres, aunque sin ser determinante.
¿DE QUÉ MANERA EL ESTRÉS PUEDE AFECTAR A NUESTRO CICLO?
Miriam Al Adib Mendiri subraya asimismo que el estrés influye y «mucho» en la regularidad de nuestro ciclo: «Las hormonas que produce el ovario de forma cíclica, los estrógenos (primera parte del ciclo) y los progestágenos (predominan en la segunda parte del ciclo y con la progesterona a la cabeza) pueden estar muy influidas por la hormona del estrés, el cortisol. Con estrés estás en modo supervivencia y esto produce fallos en el eje hipofiso-ovárico y el mismo cortisol altera los pulsos de la GnRH, la hormona del hipotálamo que estimula el eje hipotálamo hipofiso-ovárico, de forma que se puede alterar la ovulación».
Pone el ejemplo de una guerra, donde el estrés es «tan brutal» que es frecuente que a las mujeres se les «corte» la regla y surja durante una temporada una amenorrea o ausencia de ciclo menstrual.