«Como Gobierno procuraremos no incurrir en ninguna falta y cumplir cabalmente con la ley, en el caso de Santa Lucía tenemos conocimiento de que hay una prevención sobre los trabajos, no hay trabajos en marcha y se está en el proceso de gestión de la manifestación de impacto ambiental. Las obras en Santa Lucía no han iniciado», aseguró Gerardo Ferrando Bravo, director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, al ser cuestionado sobre la decisión de un tribunal federal que ordenó frenar las obras en Santa Lucía.
Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo).– Gerardo Ferrando Bravo, director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), rechazó haber incurrido en una falta porque las obras del nuevo aeropuerto en Santa Lucía aún no comienzan.
«Como Gobierno procuraremos no incurrir en ninguna falta y cumplir cabalmente con la ley, en el caso de Santa Lucía tenemos conocimiento de que hay una prevención sobre los trabajos, no hay trabajos en marcha y se está en el proceso de gestión de la manifestación de impacto ambiental. Las obras en Santa Lucía no han iniciado», dijo en entrevista a medios en Palacio Nacional.
Al ser cuestionado sobre la decisión de un tribunal federal que prohibió al Gobierno ejecutar obras para el Aeropuerto de Santa Lucía mientras no cuente con estudios de seguridad aeronáutica, el director del GACM explicó que hasta el momento “no hay ninguna decisión del juez que afecta las actividades en Texcoco, en la terminación anticipada de los contratos”.
Ayer, un Tribunal Colegiado de Circuito ordenó una nueva suspensión provisional de la construcción del aeropuerto en Santa Lucía, lo que obliga al Gobierno federal a conservar las obras realizadas en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que se construía en Texcoco.
Esta nueva orden judicial fue obtenida con motivo de los 147 juicios de amparo que el colectivo #NoMásDerroches ha presentado con el fin de que el Poder Judicial de la Federación revise la legalidad de la cancelación del NAIM y asegure que el proyecto de Aeropuerto Internacional de Santa Lucía cuente con todos los dictámenes y permisos necesarios, informó la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Gerardo Ferrando aseguró que mientras no se incurra en una falta, no se pueden frenar las obras en Santa Lucía.
“El juicio de amparo y el derecho de amparo está constituido en nuestra legislación. Existe la posibilidad (de frenar las obras) en tanto se incurra en una falta, de momento no se ha incumplido en ninguna y como Gobierno procuraremos no incurrir en ninguna, cumplir cabalmente con la ley”, declaró.
Ferrando Bravo mencionó que los amparos se están atendiendo desde las áreas jurídicas de las distintas dependencias señaladas en las demandas bajo la coordinación de la Subprocuraduría Fiscal de la Secretaría de Hacienda.
Por su parte, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, aseguró que ni el proyecto del Aeropuerto de Santa Lucía ni la cancelación del aeropuerto de Texcoco de encuentran en peligro, además, insistió en que no ha recibido una notificación judicial para suspender las obras.
De acuerdo con medios nacionales, el funcionario recalcó que la única instrucción que han recibido por parte de un juez es la de suspender los trabajos hasta que se cuente con una Manifestación de Impacto Ambiental necesario para evaluar la viabilidad del proyecto.
«Nosotros vamos a cumplir con lo debido, tenemos toda la información y los estudios nos están revelando que podremos tener las obras tanto en Santa Lucía como en el lago de Texcoco… estamos convencidos profesional y políticamente de que tomamos la decisión adecuada para el país», señaló.
Tras una polémica consulta ciudadana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador decidió transformar la base militar de Santa Lucía en un aeródromo civil y cancelar el aeropuerto de Texcoco, una obra de 13 mil 300 millones de dólares impulsada por su antecesor, Enrique Peña Nieto, que llevaba más de un 30 por ciento de avance.
El NAIM era la gran obra pública de Peña Nieto, pero según López Obrador era una infraestructura que ejemplificaba la corrupción en México.