Los costos de los medicamentos, incluidos los Antirretrovirales, quedaron en manos de la Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos e Insumos para la Salud en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña, una situación que generó opacidad.
Por Ricardo Balderas con información de Queletzú Aspra
Ciudad de México, 13 de mayo (PODER).– Durante los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa, del Partido Acción Nacional (PAN) y Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), los costos de los medicamentos, incluidos los Antirretrovirales (ARV), indispensables para el tratamiento del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), quedaban en manos de la Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos e Insumos para la Salud. Estas operaciones se realizaban a puerta cerrada directamente con las distribuidoras y farmacéuticas.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador, del partido Morena, la situación continua con la misma opacidad, y el desabasto de tratamiento ARV encabeza las listas de medicamento faltante.
Los reportes por escasez para medicamento ARV se concentraron en las entidades de Ciudad de México, Estado de México y Jalisco. De 2019 a la fecha estas quejas ascendieron a 301 reportes, dejando al VIH como cuarta enfermedad con más denuncias por falta de medicamentos, según información del Colectivo Cero Desabasto.
Fue la administración de Felipe Calderón la que publicó el 26 de febrero de 2008 un acuerdo en el Diario Oficial de la Federación (DOF) donde se estipulaba la creación de la Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos e Insumos para la Salud por decreto presidencial.
La comisión fue conformada por el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el de la Secretaría de Economía, el de la Secretaría de Salud y el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre otros funcionarios. Sus funciones eran las de negociar frente a las farmacéuticas y distribuidoras los precios de todos los insumos para el país y publicar los acuerdos vía la Secretaría de Salud.
Con el objetivo de mejorar en términos de transparencia, el Gobierno actualizó el decreto el 23 de agosto de 2012 y estipuló que los acuerdos de los costos debían ser publicados cada año junto al Cuadro Básico de Medicamentos del IMSS para los tratamientos de primer nivel, mientras que para el segundo y tercer nivel se publicaría un catálogo de insumos que forzosamente contaran con patente vigente y que fueran objeto de adjudicación directa.
Este mecanismo, que estuvo vigente durante dos sexenios, dejó consecuencias de su operación discrecional. De 2008 a 2018 los tratamientos ARV, específicamente las claves relacionadas al Truvada, reportaron un 438 por ciento de sobreprecio promedio, es decir, el sector salud pagó nueve millones 311 mil 026.88 pesos de más en uno de los fármacos más vigilados del mundo, según datos reportados en QuienEsQuien.Wiki analizados por PODER para el especial Salud, Dinero y Corrupción.
Incluso organizaciones como la AIDS Healthcare Fundation (AHF) en América Latina y el Caribe, con sede en México, explica a través de Patricia Campos, jefa de oficina, que: “estas negociaciones obligaron a pensar a los miembros de la organización que algunos tomadores de decisiones se veían beneficiados, y más aun, cuando a ellos les decían abiertamente que no podían tener la presencia de nadie más que no fuera del mismo grupo o comité”.
Según Campos, su organización solicitó activamente estar presente durante las negociaciones pero la respuesta fue negativa. Aunque también advierte que ahora mismo las cosas no son mucho más transparentes y México se encuentra sumergido en un proceso complicado de adhesión a mecanismos internacionales de compras vía la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).
LLEGA EL OBRADORISMO Y AS COSAS NO CAMBIAN
“Estamos en una transición complicada”, explica una trabajadora del IMSS que pidió anonimato. En 2019, la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda hizo tarde los pedidos y los medicamentos no fueron entregados sino hasta abril. Fue una ampliación de los contratos de 2018 para cubrir la primera parte de 2019. “No entiendo como se amplió, ya que se puede en servicios pero no en insumos”, dice.
La explicación a las declaraciones de la trabajadora del IMSS es que el 29 de noviembre de 2019, la Comisión Reguladora de Precios de Medicamentos y otros Insumos para la Salud fue disuelta por mandato del Presidente Andrés Manuel López Obrador. En el decreto publicado por el nuevo Presidente se anunciaron modificaciones a la Ley General de Salud que, entre otras cosas, abrogaba la comisión interinstitucional que antes negociaba los precios de las medicinas.
“ARTÍCULO ÚNICO.- Se abroga el Acuerdo por el que se crea la Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos y otros Insumos para la Salud, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 26 de febrero de 2008, así como sus modificaciones subsecuentes”, cita el documento.
En lo consecuente, según se afirma en el mismo documento, se creó el Compendio Nacional de Insumos para la Salud bajo la tutela del Consejo de Salubridad General. A partir de su publicación, todos los sistemas de derechohabiencia (IMSS, ISSSTE, INSABI) debieron registrar sus insumos (claves) frente a esta nueva figura para garantizar el abasto a través de compras consolidadas.
La cifra arrojada fue que en total se incluyen 14 mil 807 claves únicas, de las cuales dos mil 94 son exclusivamente de medicamentos, es decir el equivalente al 14 por ciento del total.
Pero los malos cronogramas no son el único problema. Patricia Campos, de la AHF, explica que México podrá comprar sólo 30 por ciento de lo que se consume regularmente, debido al atraso en los tiempos de la OPS a inicios de este 2021, lo cual obligará a las autoridades a licitar bajo el método de Compra Emergente y en costos altos. Y de la transparencia, más de lo mismo.
“Nunca han permitido (las autoridades) que exista participación de la sociedad civil en este mecanismo (de negociación de costos de medicamentos) a pesar de que en algún tiempo nosotros como AHF lo estuvimos pidiendo. ¿Por qué? Porque, por lo que alguna vez explicaron, este mecanismo negociaba a puerta cerrada (…) ahora mismo no están siendo transparentes tampoco, seguimos sin saber bajo qué términos se estipulan estos costos”, dice la doctora Campos.
LAS FALLAS EN LOS NUEVOS PROCEDIMIENTOS
En lo que respecta específicamente al tratamiento Antirretroviral, la AHF prevé una ola de escasez que pondrá en riesgo la salud de las personas que viven con VIH.
“Hay medicamentos hasta junio de este año, la compra desde la OPS se debería haber hecho desde enero para estar seguros de tener medicamento. Yo veo una verdadera preocupación porque va a llegar junio y vamos a tener un desabasto muy grande (…) Una falta de previsión de este tamaño sí es grave. Nos va a llevar a un callejón sin salida que nos obligue otra vez a volver a las patentes”, argumenta.
Sobre lo que respecta a las compras por UNOPS, agencia a la que AMLO encargó la compra de medicamentos en general, el panorama no es más alentador. Según la persona trabajadora del IMSS, la compra que se está realizando para 2021 la hace la UNOPS, que cobra un porcentaje de 1.5 por ciento.
“No va a ser efectiva hasta abril 2021. Birmex, institución de Gobierno Mexicano, se va encargar de la distribución. No se están tomando las decisiones correctas. En la compra de cada uno por su lado va a ser donde va ser el gran desabato”, explica.
Las reglas, sin embargo, serán distintas a las de periodos anteriores. En está ocasión será la UNOPS la que hará la función negociadora que antes hacía la Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos e Insumos para la Salud. Pero a la persona trabajadora del IMSS, quien estuvo presente durante algunas negociaciones anteriores, le preocupa que los medicamentos no tengan la regulación pedida y las empresas incumplan la legislación. Es decir, para ella se debería haber seguido con lo que había y mejorarlo.
PATENTES, EL RETO INEXPLICABLE
En padecimientos tan complejos como el del VIH, las compras eficientes son de vida o muerte. En México han muerto 110 mil 009 personas en etapa avanzada de VIH de 1983 a 2020, por lo menos, según los registros de la Secretaría de Salud. Es por este motivo que la nueva lucha para generar mejoras en las compras de ARV es contra las patentes.
Sobre el tema, Patricia Campos, explica el comportamiento abusivo de la industria: “ellos (las farmaceúticas) no están dispuestos a reducir sus costos ni a permitir que otros países puedan explotar la licencia a un costo reducido (…) Ese lucro excesivo de una patente llega a ser genocidio”.
Hasta antes de la llegada de AMLO a la Presidencia de la República, el sector salud se veía obligado por el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) a comprar medicamentos que aún contaban con licencia de propiedad intelectual. Lo cual inflaba los costos para cobertura.
Tras las más recientes negociaciones eso cambió. Los países firmantes lograron estipular en un párrafo del tratado que ningún país estuviera atado a comprar fórmulas con patente, y así poder adquirir medicamento genérico en otros países para alcanzar (o intentar hacerlo) la Cobertura Universal.
“En el TMEC queda muy claro ya que no estamos atados a comprar medicamentos con patentes (para VIH). México puede comprar medicamentos genéricos a quien le venda a mejor precio. La lucha que se está intentando dar ahora, es la de poder comprar medicamentos genéricos ARV a otros países a través del mecanismo consolidado de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)”, explica en exclusiva par PODER la doctora Patricia Campos.
La comercialización de medicamentos con patentes es tan problemática que incluso el gobierno de Estados Unidos anunció que estaría impulsando la suspensión de patentes durante la última fase de la pandemia por la COVID-19. La OMS califica el hecho como “Histórico”.
La liberación de patentes de tratamiento para el VIH sigue sin ocurrir en 40 años de pandemia y la razón de por qué gobiernos como el mexicano continúan adquiriendo medicamento protegido por la propiedad intelectual pese a que no existen ya limitantes para adquirir genéricos, es un misterio.
PODER solicitó una entrevista y envió preguntas al IMSS y UNOPS a inicios de mayo, pero al cierre del reportaje ninguna de las dos instituciones respondió.
Posteriormente, ya publicado el reportaje, el IMSS emitió un comunicado informando que llevará acabo una investigación interna.