Cinco canciones que repasan la carrera entregada a causas sociales de Stevie Wonder, quien cumple 70 años

13/05/2020 - 8:32 am

La última gran aparición pública Wonder data del mes pasado, en el concierto solidario por la crisis del coronavirus que reunió a centenares de estrellas del momento y se inspiró en los «Live Aid» de 1985.

Por Javier Romualdo

Los Ángeles, 13 mayo (EFE).- Desde que saltó a la fama como niño prodigio, Stevie Wonder no ha dejado de cosechar éxitos y premios, como sus 25 Grammy y un Óscar a la mejor banda sonora, aunque si algo define al músico es su constante compromiso social, más vivo que nunca en su 70 cumpleaños.

Curiosamente, la última gran aparición pública Wonder data del mes pasado, en el concierto solidario por la crisis del coronavirus que reunió a centenares de estrellas del momento y se inspiró en los «Live Aid» de 1985, en cuyo himno «We Are The World» el artista interpretó los primeros versos junto a Tina Turner y Michael Jackson.

Han cambiado muchas cosas desde aquel 1985, pero la fama y el respeto del que goza Wonder (13 de mayo de 1950, Saginaw, Michigan) en el mundo musical continúan intactos.

Resulta difícil definir cuál es «la década» de Wonder, pues a lo largo de sus más de 60 años en activo no ha dejado de innovar en géneros como el soul, el pop, el funk y el R&B que se condensan en una carrera con 23 álbumes de estudio, otros cuatro grabados en directo, tres bandas sonoras y hasta once recopilaciones.

SUS COMIENZOS COMO «EL NIÑO PRODIGIO» DE LA MOTOWN

Lo cierto es que desde sus comienzos en la música Wonder ya deslumbraba a los ejecutivos de la industria, que lo presentaban como un genio.

A pesar de que se crió en una familia humilde y de la ceguera que adquirió a las pocas semanas de nacer, Wonder creció escuchando el jazz de una emisora de Detroit (EU) y aprendió a tocar el piano, la batería y otros instrumentos de forma autodidacta.

Con tan solo 11 años, el joven impresionó durante una audición en la legendaria discográfica Motown, que inmediatamente firmó un contrato que lo incluía en un catalogo compuesto por The Temptations, Marvin Gaye y The Supremes.

Nacía así «Little Stevie Wonder», el nombre artístico con el que esta factoría musical bautizó a su descubrimiento, que lanzó al mercado discos como The Jazz Soul Of Little Stevie (1962) y Recorded Live: The 12 Year Old Genius (1963).

Cuando en la adolescencia la voz de Wonder comenzó a cambiar fue una mujer, Sylvia Moy, quien convenció a la compañía de que debían continuar trabajando con él, tras lo que juntos publicaron su primer gran éxito «Uptight (Everything’s Alright)».

Stevie Wonder se desprendió del «Little» (pequeño) y logró sus primeras nominaciones a los Grammy con las que allanó un camino ininterrumpido de creación musical.

PULVERIZADOR DE RÉCORDS

Puede decirse que en los años 1970 comenzó la leyenda de Wonder, tanto que los galardones American Music Awards nombraron a Wonder como el artista de esta década, algo que lo equiparó con Elvis Presley (1950) y The Beatles (1960).

De esta época se desprende la canción «Superstition», uno de los temas emblemáticos del músico y que a día de hoy sigue sonando rabiosamente vigente.

Además, Wonder logró hacer historia al ganar tres veces el Grammy al mejor álbum del año, algo que solo han conseguido Frank Sinatra y Paul Simon -incluyendo Simon & Garfunkel-.

Y en su caso la hazaña fue rápida, con tres lanzamientos seguidos en 1974, 1975 y 1977.

JUEGOS OLÍMPICOS, ÓSCAR Y EL RECONOCIMIENTO DE LA ONU POR COMPROMISO SOCIAL

En 1985, Wonder ganó el Óscar a la mejor banda sonora por su otro tema eterno, I Just Called to Say I Love You.

A partir de entonces se acentuó el lado más solidario de Wonder, quien fue una de las estrellas que cantaron el himno «We Are The World» para reivindicar la solidaridad internacional.

Un par de años antes, el músico fue uno de los principales activistas para que el Día de Martin Luther King se proclamara día feriado nacional en Estados Unidos y también abogó por el fin de la segregación racial en Sudáfrica.

De hecho, las Organización de las Naciones Unidas (ONU) nombró a Wonder «mensajero de la paz» por «reflejar en su carrera su preocupación por las cuestiones humanitarias».

La vertiente internacional de Wonder impulsó que actuará en uno de los pocos escenarios que le quedaban por pisar: La clausura de los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996.

También participó en la inauguración presidencial de Barack Obama, en 2009, y estuvo presente en los memoriales de compañeros de profesión como Michael Jackson, Etta James y Whitney Houston.

Y con 70 años recién cumplidos, 60 dedicados a la música, la asistencia de Wonder en el evento más multitudinario por la crisis del coronavirus de 2020 se daba por descontado.

UNA HISTORIA QUE SE CUENTA A TRAVÉS DE 5 CANCIONES

FOR ONCE IN MY LIFE (1968)

Escrita por Ron Miller y Orlando Murden en 1966 para la compañía discográfica estadounidense Motown Records, fue grabada por por The Four Tops, The Temptations, Diana Ross y Tony Bennett. Pero fue la del jovencito Stevie la que logró más éxito comercial, llegando a alcanzar el número 2 de las listas Billboard de Estados Unidos.

SIGNED, SEALED, DELIVERED I’M YOURS (1970)

Seis semanas en el número 1 de la lista Billboard de R&B de Estados Unidos son carta de presentación más que suficiente para una canción que llegó al 3 en el ránking de pop. Engloba toda la joven genialidad del soul, género entonces en clara pujanza.

SUPERSTITION (1972)

El gran clásico de Stevie fue el single principal de su decimoquinto disco de estudio, «Talking book», lanzado en 1972 cuando él tenía tan solo 22 años. Número 1 en Estados Unidos y tema contagiosamente atemporal.

SIR DUKE (1976)

Tema infeccioso de funk perteneciente al aclamadísimo álbum «Songs in the key of life» (1976) y escrita en tributo a Duke Ellington, leyenda del jazz fallecido dos años antes. Enésimo número 1 de un Stevie Wonder que reinó en los setenta totalmente sobrado.

I JUST CALL TO SAY I LOVE YOU (1984)

Una de las canciones más recordadas de los ochenta debido a su melodía pegajosa y a la película «La mujer de rojo». Los logros de Stevie seguían siendo apabullantes por aquel entonces: este tema fue número 1 tres semanas en Estados Unidos y sonó en todo el mundo sin parar.

Tras este mega triunfo comercial, Stevie poco a poco fue bajando la velocidad creativa al tiempo que se interesaba más por el activismo social y político. En los noventa publico tan solo dos discos y su última entrega es «A time to love» de 2005.

Teniendo en cuenta lo profuso de su obra durante inicios de los sesenta y los influyentes setenta, es normal que optara por saborear profundamente su legado. Porque menuda colección de canciones.

– Con información de EuropaPress

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