Las cargas de deuda de economías pequeñas se incrementarán de manera moderada, menos de un 5 por ciento. Moody’s señala que los países de la región se están enfrentando a la crisis del coronavirus con un mayor nivel de deuda y una mayor carga de intereses.
Madrid, 13 de mayo (Europa Press).- Moody’s ha advertido de que las «duras» condiciones financieras de los países de América Latina incrementarán los costes de financiación y debilitarán la capacidad de estos para acceder al mercado de deuda, según detalló en un informe.
En concreto, Moody’s prevé que la carga promedio de deuda sobre el producto interno bruto (PIB) de los países de la región se sitúe entorno al 54 por ciento, como consecuencia de unos déficits fiscales más amplios.
El informe destaca que las cargas de deuda de economías pequeñas como Paraguay (5 por ciento), Guatemala (4.1) u Honduras (3) se incrementarán de manera moderada, menos de un 5 por ciento; mientras que otras como El Salvador (11.5 por ciento) o Brasil (12.9 por ciento) sufrirán un deterioro «mucho mayor».
La agencia señala que los países de la región se están enfrentando a la crisis del coronavirus con un mayor nivel de deuda y una mayor carga de intereses, así como con menos espacio fiscal, que el que poseían durante el «shock» en el precio de las materias primas entre 2015 y 2016.
Así, la calificadora ha dividido en tres grupos a los países según su capacidad de acceder al mercado de deuda. En el primer grupo, en el que los países tienen unos costes de endeudamiento relativamente bajos, están Perú, Chile, Panamá, Uruguay, Colombia, Paraguay, Guatemala y Brasil.
En el segundo grupo, en el cual los costes para financiarse son materialmente mayores, se encuentran México, Honduras, República Dominicana y Bolivia. En el último y tercer grupo, en el que los países no tienen acceso al mercado de deuda por sus costes «desorbitados», se encuentran Costa Rica, El Salvador, Argentina y Ecuador.
Al mismo tiempo, la firma destaca como factores negativos el deterioro de las percepciones de riesgos por parte de los inversores alrededor de los mercados emergentes, los desafíos de financiación de los países para este año como consecuencia de mayores
déficits, unos mayores costes en materia fiscal y sanitaria, una menor recaudación tributaria y las medidas fiscales contracíclicas.
«Con el acceso a los mercados financieros globales afectado por una mayor percepción de riesgos, una volatilidad persistente y unos costes financieros transfronterizos más elevados, la deuda soberana en la región probablemente tenga que confiar en recursos alternativos de financiación para cubrir el incremento anticipado en sus necesidades de préstamos», resalta el informe.