La deforestación, el despojo de los humanos a la naturaleza

13/05/2018 - 12:05 am

Deforestar es un robo de espacio para la vegetación. Los seres humanos queman o talan miles de hectáreas de árboles para favorecer sus propias actividades, tales como la agricultura, la apertura de caminos o sus asentamientos.

El investigador Alfredo Sandoval Villalbazo advirtió que «si no cuidamos los bosques y no bajamos las emisiones de CO2, vamos a aumentar la temperatura entre 2 y 3 grados para finales del siglo. Eso va a generar una alteración impresionante en ecosistemas terrestres, en el mar y va a provocar en catástrofes naturales. Eso es lo que dice la ciencia. No es alarmismo».

Ciudad de México, mayo (SinEmbargo).- La deforestación es una causa importante del calentamiento global que a su vez genera problemas graves en el medio ambiente, dijo el doctor Alfredo Sandoval Villalbazo, coordinador del Programa de Servicio Departamental de Física del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, en entrevista para SinEmbargo.

El especialista indicó que la deforestación es «despojar» a la vegetación de su espacio. Ese robo, puntualizó, puede llevarse a cabo mediante la tala o quema, a fin de dar paso a la agricultura, abrir caminos, generar asentamientos humanos, etcétera.

De acuerdo con Reforestamos, una asociación civil aliada con Global Forest Watch (GFW), México perdió durante 2016, 253 mil hectáreas de bosques, es decir 36 por ciento más que el año anterior. La situación acelera el calentamiento global, es decir, el aumento de la temperatura del planeta asociado a procesos naturales y a la actividad humana, explicó.

En el país, la primera causa de robo de espacio para los bosques es la agricultura, ya que se le quita terreno a los ecosistemas para dar paso a los cultivos. Sandoval Villalbazo citó como ejemplo el caso de la producción de aguacate en el estado de Michoacán:

«Le quitamos un cacho al bosque, sembramos aguacate, lo exportamos y realmente la economía se está sustentando con ese tipo de actividad».

El punto de partida para comprender los efectos ambientales de la deforestación, «se encuentra en la reacción química que denominamos fotosíntesis. El dióxido de carbono y el agua, en presencia de luz solar, dan lugar a glucosa y oxígeno. Gracias a esta reacción las plantas obtienen energía para sus procesos vitales, proporcionan oxígeno a nuestra atmósfera y funcionan como sumideros de dióxido de carbono, atemperando así una de las principales causas del calentamiento global», explicó.

El problema, es que la actividad humana ha incrementado la emisión de dióxido de carbono (CO2) por la quema de combustibles y por la deforestación. Al existir mayores cantidades de CO2, la radiación infrarroja queda retenida en el planeta y se aumenta la temperatura, continuó el experto.

También expuso que el 20 por ciento de todas las emisiones de CO2 es provocado por la combustión interna que incluye la producción de electricidad por la quema de carbono y de combustibles fósiles. El 18 por ciento es causado por la deforestación: Esto se da porque los árboles y plantas están absorbiendo el dióxido de carbono y en la fotosíntesis lo convierte en glucosa. En ese metabolismo se queda en el árbol, aunque se aviente dióxido de carbono, el árbol ayuda a regular ese exceso […] cuando nosotros tiramos los árboles o destruimos un bosque, estamos quitando ese absorbente natural y además hacemos que el carbono que está dentro de la estructura del árbol también se emita a la atmósfera».

«Si no cuidamos los bosques y no bajamos las emisiones de CO2, vamos a estar aumentando la temperatura entre 2 y 3 grados para finales del siglo. Eso va a generar una alteración impresionante en ecosistemas terrestres, en el mar y va a provocar en catástrofes naturales. Eso es lo que dice la ciencia. No es alarmismo», advirtió.

Entre las catástrofes, Sandoval Villalbazo enlistó las siguientes:

-Huracanes: Si aumenta la temperatura de los océanos, dichos fenómenos naturales van a tener más energía, por lo tanto se vuelven más intensos.

La temperatura, describió, es una medida de la energía interna de un sistema físico. Al existir mayor temperatura, hay más energía y la energía es una capacidad de realizar trabajo. Por ello, la velocidad de los vientos aumenta de manera proporcional a la energía que contenga, por ejemplo, un huracán y si el océano se encuentra más caliente, entonces dichos fenómenos naturales se vuelven más intensos.

Para ilustrarlo, el especialista recordó el caso de «Harvey», el huracán que azotó Estados Unidos el año pasado.

«Pasó de ser una tormenta tropical, a degradarse, después pasó por encima de Yucatán como si no hubiera ocurrido nada. Luego, cuando se acercó a la costa de Estados Unidos, que es una parte muy cálida del Atlántico, esa temperatura hace que adquiera muchísima energía y en cuestión de 12 horas pasó de depresión tropical a huracán categoría 3. Finalmente, se estacionó en la costa norteamericana y generó daños por miles de millones de dólares», rememoró.

-Aumento del nivel del mar: Cuando se derriten los glaciares que hay en el Hemisferio Norte, en el Ártico, la superficie del agua aumenta. Cabe mencionar que estudios científicos dan cuenta de que la tasa de derretimiento actual es la mayor de la historia, lo cual ocasiona que se le reste espacio a la costa, por lo que cuando se presenta una lluvia intensa es más fácil que se presenten inundaciones.

«La frecuencia de inundaciones grandes, épicas por así decirlo, están pronosticadas para el territorio nacional […] Entre las ciudades que se verán afectadas por este tipo de megainundaciones destacan Tijuana, Ensenada, La Paz, Cabo San Lucas, Guaymas, Mazatlán y Salina Cruz», dijo.

-Extinción de especies: Aunque el daño biológico no se puede cuantificar a futuro, la extinción de especies es una realidad.

-Ondas de calor: En el momento que baja la temperatura del Polo Norte, las llamadas ondas de Rossby, que son masas de aire que se encuentran oscilando y que determinan el clima a gran escala, se empiezan a estacionar. «Quiere decir que una región puede estar 3 ó 4 días con una temperatura alta en el orden de entre 34 y 40 grados también con humedad alta», indicó.

 

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Ivette Lira
en Sinembargo al Aire

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