El artista ha participado en muchas películas de contenido social que mostraban o denunciaban de una forma indirecta una situación injusta. Sin embargo, no defiende el cine de denuncia, aquel que quiere convencer al público sólo mostrando una vertiente del problema, sólo un lado del caleidoscopio que toda realidad es.
Por Marta Hurtado
Ginebra, 13 marzo (EFE).- El actor y director mexicano Gael García Bernal cree que la mejor manera de denunciar una injusticia en una película es mostrar toda su complejidad, porque si sólo se describe un aspecto se convierte en un eslogan y la «realidad nunca es panfletaria».
El actor es un conocido activista y por eso fue invitado a participar esta semana de las actividades del Festival de Cine y el Foro Internacional sobre los Derechos Humanos (FIFDH) de Ginebra.
El artista ha participado en muchas películas de contenido social que mostraban o denunciaban de una forma indirecta una situación injusta.
Sin embargo, no defiende el cine de denuncia, aquel que quiere convencer al público sólo mostrando una vertiente del problema, sólo un lado del caleidoscopio que toda realidad es.
Sino al contrario, García Bernal aboga por representar toda la complejidad de un asunto, porque nada tiene una sola versión.
«Ya lo dijo Guillermo del Toro, si le quitas complejidad, ambigüedad, la dualidad de todas la cosas, y solo te casas con una de ellas, no estás mostrando esa realidad, estás mostrando un panfleto», dijo el artista en una entrevista con Efe.
«Y la realidad no es panfletaria, el panfleto es lo que menos vive, es totalmente efímero, es una campaña política», agregó.
El artista considera que el cine de calidad es aquel que tiene aristas, el que no es nítido, pues «para que las películas sean buenas tienen que ser complejas, tienen que albergar ambigüedad».
«Para arrojar luz sobre un asunto -indicó- tienes que incluir toda esa dimensión compleja, porque si no, la película deja de existir inmediatamente, no sobrevive».
Lo contrario, dijo García Bernal, es una panfleto «y la vida ya está llena de ellos».
Dicho esto, dejó claro que apuesta totalmente por el compromiso político y espera que otras personas conocidas por su trabajo y reconocidas por el gran público hagan lo mismo, pero siempre sobre la base de una convicción profunda y a una vinculación real.
«Creo que debemos hacer un esfuerzo por tomar ese camino, tal vez no desde lo que hacemos directamente, pero sí desde nuestra persona política, persona social y no irse por el camino de la celebridad», aseguró el mexicano.
Explicó que hay una vertiente «peligrosa» y es la de «la celebridad que patrocina o avala una causa, la que vende una idea, que no es necesariamente el camino para poder entablar una discusión».
«Muchas veces se vende esa idea porque es estar del lado correcto, cuando lo que en realidad hay que hacer es estar más presente que nunca de todas las instancias, en los procesos políticos», subrayó.
Más allá de la discusión filosófica sobre la fuerza del cine para establecer una discusión profunda sobre un problema concreto, las películas son vehículos para exponer nuevos puntos de vista.
Ese era uno de los objetivos de la oscarizada película de animación Coco, que retrata las tradiciones del Día de los Muertos en México, y en la cual participó García Bernal poniendo voz a uno de los personajes.
Cuestionado sobre si cree que el filme puede hacer cambiar la visión que la sociedad estadounidense tiene de México, el actor fue tajante.
«Soy pesimista. Porque no hay mucho que uno pueda hacer en Estados Unidos, la verdad».
Sin embargo, dijo que confía en que la película haya ayudado a que los hijos y nietos de mexicanos en Estados Unidos, «que han oído al presidente de su país llamar a su familiares criminales, narcotraficantes y violadores, tengan una versión de su país de origen distinta».
«El arte es la mejor forma, la más contundente de eliminar, de desarticular ciertos discursos, ciertas mentiras y de mostrar lo endebles que son», puntualizó.
El artista acabó agregando que «Estados Unidos necesita hacer mejores películas».
«Las buenas son las de Marvel, las de Disney, las de Pixar, pero el resto no. No hay producciones independientes, expresiones completamente libres. Creo que por eso el mundo entero está haciendo mejores películas que ellos», concluyó.