No existen fórmulas mágicas para lograr el éxito político en las redes sociales. Sin embargo, sí existen algunas guías para hacer buen uso de ellas y poder generar más seguidores, así como para ganar más influencia en la nueva era de la comunicación pública.
Antes de proseguir, no olvidemos jamás, que las verdaderas claves para ser un buen usuario de las redes sociales son ser honesto y auto crítico con nuestro propio trabajo. Mayor responsabilidad tiene un político que desea ser recordado por sus mensajes en las redes sociales, cuyas ideas serán repetidas y difundidas por otros usuarios en cuestión de segundos. Por eso, aquí va un decálogo de lo que considero debe ser una base para lograr una mejor comunicación política en las redes sociales.
1. ESTAR BIEN INFORMADO: La mayoría de los usuarios de las redes sociales reconocen que su principal motivación para usar las mismas es adquirir información. Entonces, lo que debemos hacer es generar una buena cantidad de ella, sin llegar a saturar a los demás. Obviamente, la información debe ser de utilidad. Un mensaje en las redes tiene que estar formado por un par de ideas, bien pensadas y meditadas antes de escribirlas, que giren alrededor de un tema de interés general.
2. MARCAR LA AGENDA: Por el dinamismo de las redes sociales, muchos tocarán temas e información antes que nosotros. Y como nuestras cuentas no son de medios de comunicación, es obvio que no tendremos las exclusivas noticiosas. A pesar de esto, lo importante no es seguir repitiendo como borrego lo que otros dicen u opinan, si no que debemos crear nuestros propios temas. Así, marcaremos la agenda política dentro de las redes sociales y nos diferenciaremos positivamente de otros políticos que usan Twitter y Facebook.
3. SABER DECIR LAS COSAS CON PERSUASIÓN: Influir en las redes sociales es lo que busca un político al entrar a las mismas. Persuadir es el proceso de guiar a la gente hacia la adopción de una idea, actitud, o la acción mediante nuestras palabras. Debemos decir las cosas e ideas con claridad para que nuestro público objetivo nos entienda y siga nuestras recomendaciones. El político debe apoderarse de los temas que le convengan, para que el usuario típico de las redes sociales sepa que es el experto en tal o cual tema, y esto lo hará ser líder de su área de trabajo.
4. DECIR LAS COSAS A TIEMPO: Muchos políticos se ven forzados a dar una opinión sobre cierto tema que es momentáneamente popular en las redes sociales, cuando ya todo mundo opinó de los mismos. Esto no sirve, ya que es muy evidente y el usuario de las redes se da cuenta de que el político en cuestión sólo lo hizo para no perder presencia. Tampoco sirve de nada felicitar a una institución o a un personaje cuando ya es exitoso o es su aniversario. El político se debe de adelantar a los hechos en las redes sociales, debe de tener una agenda que le permita tener la exclusividad de los hechos que ya están marcados, debe apostar y arriesgarse para ser el primero y no parecer un oportunista.
5. DEBATIR, SIN SALIR RASPADO: Tarde o temprano, cualquier político que usa las redes sociales tendrá que entrar en debate con sus opositores o con personas que buscan permanentemente el conflicto. El político debe sopesar si realmente vale la pena entrar en una discusión, si el interlocutor es ofensivo o no, y si el rival en cuestión tiene la altura necesaria para responderle. No se trata de rehuir el debate, se trata de no salir raspado y llegar al escenario de ganar-ganar.
6. DECIR MENSAJES PENSADOS PARA LA MASA: Un político debe de entender que los mensajes que enviará a través de las redes sociales serán dirigidos a las masas. No se puede pensar que lo que uno escribirá en Twitter o Facebook se va a quedar como algo que pensamos en voz alta y sólo lo leerá un puñado. La cantidad de seguidores que tengamos determinará la viralidad con que se retransmitirá el mensajem y la popularidad de los mismos se dará de acuerdo al nivel de influencia que tengamos en las redes. Esto es un trabajo de largo plazo, no se trata de comerse el “mundo a mordidas”. Mensaje a mensaje se forja el camino.
7. CENTRARSE EN UN BUEN MENSAJE: Aquel político que en las redes sociales se la pase opinando de todos los temas posibles, no tiene futuro. El usuario se debe de centrar en una sola temática que le permita definir claramente sus posturas de acuerdo a la coyuntura y el contexto. Debemos sacrificar muchos temas para centrarnos en el que creamos será el que nos de ese «retuit» que signifique el detonador de la difusión masiva que tanto anhelamos para nuestros mensajes. Es importante tener buenos mensajes o temas para que nuestros seguidores los recuerden y no pasen intrascendentes, como suele suceder con mucho de lo que decimos u opinamos en las redes sociales.
8. NO UTILIZAR LAS REDES SI NO TIENE NADA QUE DECIR: Es mejor quedarse callado antes que hablar y decir una tontería. Si en ese momento el político en cuestión no tiene de que opinar, no es necesario que lo haga. Es mucho mejor darse siempre una pausa, que acabar siendo objeto de sorna de otros usuarios de las redes sociales. Dele a sus seguidores cosas interesantes que poder comentar, si no lo hace, seguramente se aburrirán de usted, lo dejarán de escuchar, y así perderá parte de su influencia.
9. ESCUCHE A SUS SEGUIDORES: Es siempre importante tener una retroalimentación entre el político en cuestión y sus seguidores. Deles los buenos días, salúdelos. Preguntarles cómo están, cómo se encuentran, no ignorarlos es la mayor virtud de un buen usuario de las redes sociales. Recuerde que sus seguidores son su capital político en Twitter y Facebook. En las redes sociales nunca estamos solos, siempre hay alguien más que nos lee y nos analiza. Que le lean no significa que los demás no tengan algo que decir. En las redes sociales importan más sus seguidores que usted mismo.
10. ESCRIBA EN LAS REDES COMO LE GUSTARÍA LEERSE SI USTED FUERA SU PROPIO SEGUIDOR: No sea frío, sea serio sin caer en el exceso de la solemnidad. Los usuarios que le siguen no siempre quieren ver una especie de robot escribiendo sobre sus logros o sus buenas ideas. Quieren leer a un ser humano que se equivoca sin una mala intención y que desea ponerse en su lugar, en “los zapatos del otro”. Haga que los usuarios de las redes sociales quieran votar por usted, genere una comunicación más humana con ellos y haga que se sientan cercanos a usted.
Le deseo buena suerte.